Bienvenida Sangrienta Malvenida

Bienvenida Sangrienta Malvenida: Tercer Movimiento: Parte 7: Choque

Por: Prometeo



El viento hace bailar mi cabello junto con el largo abrigo naranjo, puedo sentir la frescura acariciando mi rostro, aunque, físicamente, se que no estoy aquí. Muevo mis brazos indicando los tiempos precisos en esta sinfonía, esta es mi versión de la obra, aquí las partituras, finalmente, cobran vida. Veo a mi alrededor la gran ciudad, estoy en la azotea del edificio mas alto de toda esta gran jungla de concreto, corazón de la degradación y el dominio en esta porcion de territorio, uno de los tantos países sumidos a los intereses de gigantescas multinacionales especialistas en la conservación de una esclavitud que ha alcanzado un estadio superior, el del enorgullecimiento de la condición de dominado. La alienación se ha convertido en la enfermedad de masas y los medios de producción ideológicos se encargan de preservar dicha enfermedad hasta la muerte. Todo esta perfectamente calculado y el producto es este. Una sociedad embrutecida, carente de identidad, amantes de la distracción superflua, devotos fieles de la ignorancia, completos evitadores de si mismos, soldados dispuestos a defender cada base militar extranjera instalada en sus putrefactos cerebros. Es cierto, esto no es nada nuevo, durante siglos se han encargado de forjar esta condición en pos de los diversos juegos de la dominación, sin embargo, la feroz maquinaria ha alcanzado un estado superior. Años atrás, en la antesala de el nuevo milenio, uno de los maestros de la dominación, ingeniero de esta voraz maquina, señalo que el triunfo ante las maquinarias contra-hegemonicas no significaba otra cosa que el termino de la historia. Lo que este hombre, que celebrara la victoria absoluta de la maquina, fue incapaz de ver era que sus palabras no eran otra cosa que un presagio. En efecto, su sentencia ha acertado, pero no por la invencibilidad de su aparataje económico-político-social, sino por que en efecto, el fin de la historia que han construido durante siglos los hombres, llega a su punto ultimo... Y sera aquí, en este preciso lugar, donde iniciara el fin de este ciclo histórico. Aquí, la tierra lanzara un grito que viajara con el viento por todos los rincones de este mundo, despertando todas aquellas fuerzas que hoy permanecen dormidas. Es esta mi misión, solo esto me separa del gran sueño, de fundirme completamente con lo imperecedero. Pronto empezara esta travesía, mis ojos permanecen cerrados, pero observo, mucho mas de lo que lo hice mientras estos permanecieron abiertos. Ya casi llega el momento de volver...




-Al parecer vamos en la misma dirección- le digo sonriendo a este nuevo personaje de esta tediosa oficina, estoy segura que no es como el resto de las ovejitas. Me siento junto a el en la banca de el paradero, me mira sorprendido- tranquilo, no te voy a morder... a menos que quieras jugar a los perros rabiosos
-¿También tomas esta micro?-
-Así es, te vi ayer cuando iba camino a casa... ¿Ahora me explicaras lo de las hormigas?- Mira hacia el piso y sonríe.
-Pues... no lo se, es la impresión que me queda. Tengo la idea de que nuestras vidas están supeditada a la colonia, todos tenemos nuestra especifica labor en este lugar y hemos de continuarla probablemente hasta nuestra muerte... de seguro que cuando estemos acabados, nuestros cadáveres servirán para alimentar a la reina, o reyes... No es nada muy elaborado...
-Comprendo- le respondo mirándolo directamente- es casi como si nuestras vidas no nos pertenecieran
-Algo como eso... Si bien es cierto que podemos elegir, estamos forzados a elegir de quien seremos esclavos, mal que mal, si no elegimos a nadie acabamos sin dinero y muriendo de hambre.
-Lo que llaman libertad esos hombre de discursos pomposos y trajes caros, no es mas que la libertad de manipular la vida de la gran mayoría de la gente...
-Y lo han conseguido de manera abrumadora, parecen estar todos contentos con sus vidas...
-Mas que contentos, yo diría que resignados... Otros se dedican a competir con el resto de sus compañeros esclavos por conseguir la mayor cantidad de migajas, televisores de seiscientos canales, sillones lo suficiente cómodos para echarse a morir luego de la extenuante jornada...
-Lo peor de todo es que parece no haber escape, da la impresión que estamos condenados a una aburridisima y repetida vida...
-No pudiste haberlo dicho mejor- le respondo mientras apoyo mi cabeza en su hombro. Parece nervioso. A lo lejos puede distinguirse la micro.
-Esto...-
-Si, lo se, ahí viene- le digo riéndome- vamos, a ver si conseguimos irnos sentados
Nos levantamos del paradero. Esteban alza su mano y hace parar la micro.





-Alo- digo al contestar el celular
-¡Albert! ¡Tienen que salir de la fabrica cuanto antes!-
-Estamos en ello Ayleen, tenemos una situación complicada...-
-Pues se complica mas, sera hoy, tienen que salir de ahí inmediatamente-
-Estamos acabando de limpiar el resto de las evidencias, saldremos pronto de aquí-
-Tengan mucho cuidado, no son fuerzas especiales simplemente las que vienen. Se ha armado una policía política y te aseguro que no sera tan sencillo como con los otros. Son tipos entrenados, bien preparados, la élite de la policía de investigaciones, del ejercito e incluso varios agentes entrenados en el extranjero... La cosa es seria, estos tipos no dudaran en abrir fuego o capturarlos fuera de la legalidad. Tienen chipe libre para desarticularlo todo.
-¿Han rearmado la CISN?
-¿Rearmado? Si, son ellos...-
-Conozco sus métodos, ya nos cruzamos años atrás... Bien Ayleen, te agradezco, no sabes de cuanta ayuda estas siendo-
-Hago todo lo que puedo... Ahora por favor, prométeme que saldrán de ahí cuanto antes-
-Así sera, quédate tranquila. Debes ser cautelosa ahora mas que nunca, si ves cualquier signo de sospecha hacia ti ya sabes que hacer, sal de inmediato de ahí y reúnete con nosotros-
-Lo haré-
-Bien, terminaremos esto, cuídate- le digo mientras corto. Gustav y Nicolas se acercan.


-¿Ha pasado algo mas?- me pregunta
-La CISN viene hacia acá, tenemos que salir-
-¿CISN?- pregunta Nicolas
-Central de Inteligencia y Seguridad Nacional, policía política, la maquina responde con fuerza-
-¡Carajo! ¿Y ahora que?- Pregunta Nicolas
-Supongo que lo que acordamos anteriormente en las asambleas- Responde Gustav.
-¿Tienen todos claro su nueva dirección y sus equipos?-
-Así es, la mayoría ya ha partido.- me dice Gustav- ¿Y nosotros? ¿Que hacemos? No podemos dejar el cuerpo de Kain así
-Claro que no... Un equipo se encargara de enterrarlo en la dirección que les he dado.-
-¿Entonces nos vamos?-
-Si, pero no a la nueva central, tenemos que ayudar a Esteban y Sofia- le respondo- Ese maldito no se saldrá con la suya.
-¿Esta todo limpio aquí? ¿Nada que los guié a nuestro nuevo lugar?- pregunta Nicolas.
-Esta casi listo, deberíamos partir cuanto antes...- Glenn se acerca a nosotros.
-Supongo que no planean quedarse con toda la diversión y dejarme fuera de esto- nos dice, Gustav le mira con desprecio.



Camino a toda a prisa en dirección a la boca del lobo. ¿Por que este demonio ha torcido todo el rumbo de esta historia? ¿Cual es el propósito de esta fuerza nueva que modifica todas las impresiones que podía apreciar en el tablero? ¿Por que ir tras de mi e inclusive involucrar a Sofia? Ha tocado mi punto débil y me asusta pensar que lo sabe. De solo pensar que fue liberado en el motín en el que yo mismo participe me hierve la sangre. Le liberamos y ahora viene contra nosotros, sencillamente no entiendo, todos sus motivos permanecen tan ocultos como una mancha de pintura negra en una habitación completamente oscura.
-¿Como vas a lidiar con todo esto?- Me pregunta mi propia figura que camina junto a mi.
-No tengo la menor idea...-
-Ha dicho que te quiere a ti ¿Estarías dispuesto a sacrificar tu vida para evitar que Sofia pierda la suya?-
-Te dije que nose... lo que tengo claro es que no podría vivir sabiendo que ha muerto y que pudiendo haber hecho algo para salvarla, no lo hice-
-Entonces ¿Te dejarías matar por ella? ¿Serias capaz de dejar de lado la liberación por ella?-
-¡Deja de insistir! Te dije que no se nada, estoy colapsado... Tiene que haber otra manera de salvarla y no dejar que esta historia termine así-
-Hay una, aunque se ve dificultosa-
-Enfrentar-
-Así es, pero sabes bien que frente a ti no tienes a un asesino cualquiera-
-Puedo adelantarme, lo he visto. Creo que tengo posibilidades-
-Te adelantaste tanto que se llevo a Sofia y ahora vas directo hacia el lugar que el tenia planeado-
-Quizás en batalla no sea lo mismo, algo que no logro comprender me dice que este no es el final-
-Pues, tendrás que sacar lo mejor de ti, por que sino te aseguro que acabaremos nosotros y Sofia muertos.-  Me apunta a la esquina- Capucha
Me la coloco rápidamente, un furgón de policía pasa rápidamente por la calle. Finalmente, frente a mi esta la puerta de la fabrica abandonada que ha puesto como punto de reunión el Despellejador. Espero que la fortuna me acompañe en esta batalla.



Camino por un largo pasillo a oscuras, al fondo, tras la puerta encontrare por fin la prueba de que todos estos meses he tenido razón. Todos aquellos que me tildaron de loco por seguir en el caso una vez cerrado tendrán que aceptar que no me equivocaba, que ese cerrado caso fue una farsa, nada habrá sido en vano, ni las largas noches de investigación, ni preguntas con respuestas a medias, todo me ha conducido hasta este momento. Ni siquiera la suspensión que me dieron importa, este es el final del camino. Giro la perilla y abro la puerta. Frente a mi, Jean, el poeta asesino, me mira serenamente, el suelo esta repleto de sangre pero no hay cadáver. Levanto mi pistola y le apunto
-¡Policía! Quédate donde estas- ¡Lo sabia! ¡Esta vivo! Jean me mira con tranquilidad, pareciese que le resulta irrelevante que le apunte.
-Tu sabes que no me has llamado aquí para esto...- me responde
-¿Que te he llamado? ¡Has sido tu quien me trajo a este lugar!- le respondo sin dejar de apuntarle.
-Te equivocas... Tu no vienes a atraparme, vienes por respuestas-
-De solo verte tengo todas las respuestas que necesitaba- le respondo
-¿Estas seguro? Creo que aun no tomas conciencia de esto...-
-¿De que hablas?-
-¿Quieres al asesino que uso mi método, no es así?-
-Ese has sido tu, siempre lo fuiste, nunca saliste de escena-
-Luego de aquel día en esa plaza, en efecto, salí de escena...-
-¿Que dices?-
-Mi ultima actuación fue aquella vez, el resto no fui yo-
-¡No lo niegues! ¡Es tu método! ¡Nadie mas podría haberlo hecho con tanta precisión!-
-Claro que alguien podría haberlo aplicado... alguien que comprendió profundamente cada mensaje que di en mis obras-
-¿Que estas tratando de decir?
-Tu sabes a lo que me refiero, Dario...- me mira directamente a los ojos- ¿Quieres a tu asesino? ¿Quieres al Copy-cat?
-¡Basta de mentiras! ¡No me engañaras!-
-Aquí esta tu asesino- dice mientras da un paso hacia su izquierda. Tras el, un espejo muestra mi reflejo- Tu mismo preparaste la habitación...
Se me cae la pistola, no puedo articular palabra alguna. Jean pasa junto a mi y me da una palmada en la espalda.
-Estoy orgulloso de ti...- me dice al oído y comienza a caminar por el pasillo- Tengo la sensación de que nos volveremos a ver de nuevo, aunque las circunstancias serán completamente diferentes


Puedo escuchar sus pasos alejarse por el pasillo, cada pisada es como una explosión en mi cabeza. Me fallan las fuerzas, mis rodillas se pegan al suelo, levantado a medias tiro fuertemente de mis cabellos, mi cuerpo tiembla. Siento una mano en mi hombro, al voltear veo el pálido rostro de mi hermana que me sonríe.

-Has estado escapando- me dice con suavidad mientras entra en la habitación. Lleva arrastrando una cuerda amarrado en su cuello y sus brazos están cortados.
-¿Escapar? Es solo algo cerrado, no seré participe de los juegos mentales de Jean... ya consiguió hundirme brutalmente y no permitiré que me termine de estrellar contra el piso. Seguramente es otro de sus juegos narrativos y para que te enteres, mi vida no sera el guion de la caprichosa novela de este tipo. Esta cerrado, que se pierda, no insistiré mas.-
-Sin embargo, has regresado una vez mas a este lugar....- me dice mientras juguetea con mi cabello- Esta situación vuelve una y otra vez a tu cabeza, sabes que aquí hay algo no resuelto
-Lo he resuelto, son solo los juegos mentales de Jean, ya te dije-
-Es una posibilidad, aunque también hay otras y lo sabes, aunque no quieras siquiera considerarlas-
-¿Que insinúas?-
-¿Y si el Copy-Cat eras tu?


Despierto bruscamente sobre una húmeda cama, tengo un terrible dolor de cabeza. Me levanto y voy en dirección al baño, de una caja saco un par de pastillas y me las tomo. Una vez mas ese recuerdo azota mi cerebro en estos sueños... Aquel ultimo encuentro con Jean marco un cierre, un vuelco en la dirección en mi vida. Claro, eso, y que el mismo día luego de ese encuentro al llegar a casa encontrase a Lorena ahorcada y con los brazos cortados, completamente muerta en plena sala de estar... Aquel día toque fondo, pero aprendí una valiosa lección. Hoy solo queda redimirme, perseguir a cada uno, comprenderlos pero mantener esa barrera de distancia que me permite diferenciarme de ellos. Ahora mi responsabilidad es el Despellejador, sera esta la prueba de que no estoy torcido, que mi naturaleza no es idéntica a la de ellos. Escucho el celular sonar, corro hasta la mesa y contesto
-Habla Dario-
-Tienes que partir en este instante-
-¿Que ha pasado?-
-Una llamada alertando una locación del Despellejador, lo han visto llevando a una potencial victima-
-¿Si? ¿Donde? ¿Has enviado al resto?
-Están en camino, te envió la dirección en este instante-




Abro los ojos, no puedo distinguir casi nada por la oscuridad. Mis brazos y piernas están atados firmemente, no puedo escapar. Respiro agitadamente y siento que mi cabeza esta por estallar, tengo miedo. ¿Como ha podido pasar esto? Nunca imagine que mi vida terminaría de esta manera, en un oscuro y sucio lugar, a manos de un psicópata sanguinario... Tenia tantas ganas de continuar con la liberación, junto a Esteban y Laura, todo acabara inconcluso para mi. Las lagrimas se me escapan.
Un destello de luz entra al lugar mientras una ruidoso portón comienza a abrirse.
-¡Sofia!- escucho que gritan desde la entrada, es Esteban. Corre rápidamente hacia mi, saca un cuchillo y comienza a cortar las cuerdas que me amarran.
-Ten cuidado, no debe de estar lejos-
-Tienes toda la razón- dice una voz desde las sombras. El portón se cierra y la oscuridad vuelve a hacerse completa.
-¡Es el!- le grito a Esteban, el corazón me late a gran velocidad... Algo en todo esto me parece muy conocido. El cuchillo corta la ultima de mis amarras.
-Te di mi palabra y he cumplido, ahora te toca a ti pagar- dice el Despellejador acercándose lentamente con un cuchillo en la mano.
-Sofia, sal de inmediato de aquí, esto se va a poner feo- me dice Esteban mientras me abraza fuertemente.- Yo me encargare.
-¡No te voy a dejar aquí solo con ese psicópata!- le grito fuertemente tomándole la mano
-Prefiero el termino artista...- responde calmadamente el Despellejador
-Sofia, tienes que irte, si las cosas salen mal acabara con los dos, el me quiere a mi- dice mirandome a los ojos- No puedo dejar que te pase nada
-Basta de palabrería, señorita, retírese o tendré que asumir que desea ser parte de esta obra- dice el Despellejador mientras juega con gran agilidad con su cuchillo.
-Sofia, vete, por favor-
-No-
-Excelente, esta obra sera mejor de lo que esperaba- dice el Despellejador mientras corre a toda velocidad hacia Esteban. Siento salpicar sangre en mi cara, Esteban contra-ataca con su cuchillo pero es fácilmente esquivado.
-Sofia, sal de aquí, por favor- repite una vez mas Esteban, gotas de sangre caen desde su brazo al piso
-Es muy tarde, nadie abandonara este lugar- dice sonriente el sanguinario hombre. Es increíblemente hábil y rápido, tanto que Esteban no pudo adelantarse a su ataque.
-¿Tienes otro cuchillo?-
-Uno mas...- me dice
-Dámelo rápido, de cualquier forma no me dejara salir. Solo nos queda pelear para sobrevivir- Esteban saca de su rojo abrigo otro cuchillo y me lo entrega. El Despellejador lanza una carcajada
-¿De verdad piensan que pueden derrotar a la muerte? Les haría falta un ejercito-
-Somos un ejercito- Le grito desafiante, le doy un beso en la mejilla a Esteban- Ahora, que sea lo que tenga que ser.
El Despellejador se abalanza sobre nosotros, Esteban lanza una estocada contra el para hacerlo retroceder pero este le esquiva y con su cuchillo me hace un corte en el hombro derecho. Esteban se lanza sobre el y lo tira al piso, cuando lo va a apuñalar recibe una patada en el estomago que lo lanza lejos.
-Esto esta resultando divertido, aunque deben saber que no podrán dañarme en lo mas mínimo- Esteban se levanta como puede y trata de recuperar el aliento
-¿Estas seguro?- le dice sonriendo y quitándose el largo abrigo rojo. Una gota de sangre cae desde la mejilla izquierda del Despellejador. Se lleva la mano a la cara, al notar su propia sangre muestra incredulidad en su rostro.
-¿Como es posible?- se pregunta sin comprender bien. Lame la sangre en su mano y nos mira fijamente- Bien, se acabo el juego, voy a matarlos de una buena vez.
El Despellejador corre hacia nosotros. Esteban avanza rápidamente, al encontrarse puede escucharse el ruido de los cuchillos chocando entre si repetidamente. Esteban le lanza una patada, el Despellejador toma su pierna y lo lanza lejos, da un salto con el cuchillo en alto para apuñalarlo. Trato de azotarle una estocada pero en el aire logra girar y cortarme en el antebrazo izquierdo. Esteban, que ya esta en pie ataca una vez mas pero es esquivado. El Despellejador levanta su cuchillo y da un veloz giro en 360. Puedo ver como un chorro gigantesco de sangre sale de mi cuello. No, no ha ocurrido, pero lo he visto, me agacho rápidamente y lanzo un corte contra su pierna ¡Lo he alcanzado!
El Despellejador retrocede y nos mira perplejo. Hijo de puta ¿Como puede ser tan hábil?
-¿Quienes son ustedes? Hace años que nadie conseguía darme batalla-
-Somos agentes de la liberación, explosiones andantes. No tienes puta idea de a quienes has traído aquí- le grito. Esteban me mira y sonríe. Doy un paso adelante pisando una pequeña posa de sangre.
El Despellejador vuelve a embestir directamente contra Esteban, este le esquiva y contra-ataca pero es esquivado con facilidad, con su cuchillo le hace un corte en el pecho. Me lanzo contra el pero me esquiva una vez mas, Esteban le lanza una patada y lo obliga a retroceder.
-No se como pueden resistir tanto... Deben entender que es tiempo perdido, nadie ha conseguido escapar del filo de mi cuchillo, soy la muerte, de mi nadie puede huir-
Ha acertado en algo, estamos resistiendo, el daño que le hemos hecho en comparación con el que nos ha dado, es mínimo. Si todo sigue así no podremos vencerlo, aprieto la mano de Esteban con fuerza, me mira con preocupación pero intenta esbozar una sonrisa, quiere decir algo.
-¡No! Vas a decir palabras de despedida, no lo hagas. Esto no se acabara acá...- le digo con los ojos llorosos.
-Los humanos y sus afectos...- dice mirando el techo- ¿Podemos continuar? Debo confesar que me estoy divirtiendo bastante.
-Veremos si es tan divertido cuando te clave el cuchillo en tu asqueroso corazón- le grita Esteban con desprecio, este sonríe ampliamente, sus ojos están inyectados.
El Despellejador se lanza una vez mas contra nosotros, puedo sentir el cuchillo cortarme en repetidas ocasiones en ambos brazos, me caigo al piso, Esteban se lanza contra el pero a toda velocidad le propina numerosos cortes en el torso. Con una patada lo lanza al piso una vez mas. ¿Como puede alcanzar esa velocidad? No hemos podido siquiera defendernos...
-Se acabo el juego, tu vida termina aquí- le dice a Esteban acercándose a el.
-¡No!- grito desesperada levantándome con gran esfuerzo. La puerta de la fabrica se abre y la luz entra, el Despellejador se detiene
-¿Que es esto?- Seis hombres entran en la fabrica pistola en mano
-¡Policía! ¡Quédate donde estas!- le grita el hombre que encabeza el grupo
-¡¿Dario?! ¿Que haces aquí?- le grita iracundo el Despellejador.
-¡Suelta tu arma ahora mismo!- le responde fuertemente el hombre que encabeza el grupo de policías
-¡No! ¡Imbécil! ¡Lo has arruinado todo! Estoy tan cerca de acabar con mi misión y te apareces...- le responde rabioso. Esteban se levanta y esconde su cuchillo en su espalda, camina de espaldas hasta llegar junto a mi.
-¡Deja caer el arma ahora mismo! ¡No lo repetiré de nuevo, no me obligues a dispararte!- Por el portón de la fabrica entran 7 hombres mas, todos vestidos de negro. Un hombre alto de corto cabello castaño claro, con lentes oscuros se acerca hasta el grupo de policía.
-¿Quienes son ustedes? ¿No veis que estamos en pleno operativo?- le grita uno de los policías. El hombre saca una placa de su cacheta y se la enseña.
-¿CISN?-
-Así es, les recomiendo obedecer la cadena de mando y dejarnos continuar, nosotros nos haremos cargo ahora mismo- dice con tono serio. Su acento indica claramente que es extranjero, al parecer de algun pais de habla inglesa- Pueden retirarse agentes, nosotros nos haremos cargo
-¡No! ¡No vais a arruinarme otro puto caso una vez mas!- le grita Dario al hombre sin dejar de apuntar a el sanguinario psicópata- ¿Que tiene que ver el Despellejador con ustedes?
-¿Despellejador? Nosotros no estamos aquí por esa bestia, aquí hay un peligro mucho mayor- dice mirando directamente hacia Esteban
-¿Que carajos?- le responde Dario
-¡Este es un asunto de seguridad nacional! ¡Retírese ahora mismo o todos ustedes serán dados de baja!- les grita fuertemente.
-MALDITOS ESTÚPIDOS, NO ARRUINAREIS MI OBRA MAESTRA- Grita iracundo el Despellejador mientras se abalanza directamente contra un policía cortandole la garganta. Dario le dispara a el Despellejador pero este le esquiva y se lanza sobre unos de los hombres de la CISN
-VOY A MATARLOS A TODOS USTEDES- Puede escucharse una gran balacera, el Despellejador esquiva cada disparo ¿Como es posible esto? Ni siquiera nosotros que poseemos la ayuda del fruto podríamos esquivar aquello. Otro policía cae.
-¡Salgamos de aquí ahora mismo Sofia! ¡Tiene que haber una segunda salida!-
-No tan rápido- dice el tipo de la CISN apuntándonos. Estamos rodeados. El Despellejador continua enfrentándose a la policía, al vernos se lanza sobre otro hombre la CISN. Luego de atravesarlo con su cuchillo, dos hombres lo toman de ambos brazos. El cuchillo cae al piso- Quédate tranquilo pequeño salvaje, tu no eres la estrella aquí... Procedan a vendarles los ojos, hagan lo que quieran con el salvaje, lancen su cuerpo al rió cuando terminen.
-QUIETO HIJO DE PUTA- Dario apunta directamente a uno de los hombres de la CISN, uno de los policías lo trata de calmar pero no lo consigue- Este es mi caso, no lo vas a matar, me lo llevare y sera detenido, juzgado y encerrado.
El hombre de la CISN lanza una estridente carcajada
-¿Acaso perdió la cabeza, detective? ¿Todavía no procesa quien somos?- le dice con una amplia sonrisa- Baja el arma o terminaras flotando en el rió con este salvaje.

-Menudo espectáculo el que tienen. Por supuesto, no íbamos a quedarnos nosotros fuera- se escucha una voz desde la parte de atrás de la fabrica. Ocho personas con mascara aparecen, con Albert a la cabeza.- ¡Ahora Maníacos!
Se escucha una balacera y varios de la CISN caen heridos, los detectives se lanzan al piso para asegurarse. El Despellejador logra zafarse y alcanzar su cuchillo, cuando lo empuña se va directamente contra Esteban. Dario se lanza contra este y ambos caen al piso
-¡DEJAME TERMINAR CON ESTO- grita en medio del fuego cruzado entre Maníacos, CISN y policía de investigaciones- PAGARAS POR ENTROMETERTE
Levanta su cuchillo dispuesto a clavárselo en el corazón, pero a milímetros, el cuchillo se detiene. Dario le lanza una patada y este cae de espaldas al piso, rápidamente toma las esposas y se las coloca.
-¡Hay que salir de aquí ahora mismo!- nos grita Gustav mientras continua disparando. Su brazo izquierdo ha sido alcanzado por una bala. Corremos con Esteban por la puerta trasera- ¡Retirada!
-¡Que no escapen! ¡Maten a todos menos al líder!- dice el extranjero de la CISN mientras señala a Albert
 Corremos a toda prisa por la parte de atrás de la fabrica, Gustav y Glenn en la retaguardia disparan para repeler a la CISN que viene tras nosotros. Veo una amplia puerta que da a una calle trasera, una van sin patente espera con el motor en marcha.
-¡Todos arriba!- Grita Albert mientras recarga su pistola. Subimos junto con Esteban, Nicolas y otros Maníacos que no logro reconocer. Gustav se acerca caminando de espalda y disparando, Glenn mantiene su posición disparando desde la puerta trasera de la fabrica. La CISN continua disparando, una bala alcanza la pierna de otro Maníaco. Albert toma el volante.
-¡Glenn! ¡Sube ahora mismo!- le grita
-¡Váyanse! Me quedare y los mantendré a raya, solo quedan tres en pie-
-¡Te mataran Glenn!- le grita Esteban- ¡Súbete!
-¡Partan de una maldita vez!- dice mientras continua disparando- ¡Otro menos! ¡Directo entre ceja y ceja!
Albert pisa el acelerador y el vehículo sale a toda velocidad, desde lejos se puede escuchar a Glenn celebrar, al parecer ha hecho caer a otro.

-Estuvo putamente cerca- dice Nicolas quitándose la mascara. Esteban me mira sonriendo, apoyo mi cabeza en su hombro, cierro los ojos y esbozo una larga sonrisa.
-Sabia que esto no podía acabar así...