Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

El Gigante

lunes, 24 de diciembre de 2012

Por Jok~

El siguiente no es un cuento de fantasía o ciencia ficción (¿o si lo es?), es una larga metáfora que cuenta... allá usted, lea y comprenderá.
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El día de hoy huyeron de este terrible lugar cientos de miles de personas, cientos de muros son ahora la segunda capa de los suelos, y los techos fueron la trampa mortal de miles de familias neuronales, el día de hoy salieron disparados por el otro lado de la ciudad miles de seres que de sesos volaban sin otra alternativa mas que acabar por cada abandonado sector alrededor de la gran metrópolis.

El día de hoy un gigante sintió la amenaza y dio fin a los habitantes, quienes aun viven lo dejarán de hacer cuando lleguen los gusanos a buscar los restos del inhóspito lugar, pero no vale la pena contarte que pasa en el tenebroso lugar, hoy te contaré la historia de este humano que sintiéndose pequeño toda su vida, descubrió cuan grande podía llegar a ser.

Su nombre: Jerónimo, su dedicación, estar frente a la máquina casi todo el día, pensar demasiado, deprimirse a ratos.

Eran vísperas de Abril, el inicio del primer año universitario le enseño muchas cosas, como que la gente no es igual que como lo fue en el colegio, que las cosas se venían mucho mas pesadas, y que tal vez su carrera le serviría para ser igual que su profesor, aprender álgebra para enseñar álgebra.

Salía a la calle y tomaba micros a cualquier lugar, y en el camino solo observaba y pensaba, ¿que siente en este momento cada una de estas personas?, ¿que motivó a esta pareja a pararse junto a mi, no para entablar una conversación si no para enseñarme que estando solo puedo sentirme aún mas solo?

Trabajando cuando no estudiaba, no solía tener tanto tiempo, teniendo tanto que hacer la soledad se le escapaba del pensamiento, pero cada vez que llegaba el momento, era inevitable que quisiera tomar, así era como le daban las 5 de la mañana de bar en bar, trabajaba a las 9, a las 7 estaría despertando en algún paradero perdido, sin nadie al lado, buscaba conversación, no salía acompañado, pocas veces encontraba conversación con alguien que no fuera el mismo que estaba en la barra.

El tipo era un genio, tenía las mejores notas en su curso, pero no tenía amigo alguno, las personas hablaban casualmente con el, la mayoría por dudas sobre la materia, alguno que otro por un banal "como estay?, piooola... hace frío eh?".

A mediados de junio, el frío comenzaba a notarse, y la lluvia en la ventana de aquella micro llena era el reflejo de su interior, miró a su alrededor y notó lo que ya era su destrucción diaria, las parejas, se llenó de rabia para con si, y pensó para si mismo que ya era hora de ser un galán, que convertiría esos bares en discos, y las discos en mujeres.

Pasaron 2 meses de disco en disco, y tuvo algo de éxito, con las mas borrachas, con las que no encontraron pareja, y poco las recordaba ya que para hablarles estaba en un estado casi inconsciente, descubrió lo absurdo que resultaban esos lugares, con música que no le gustaba, con gente que detestaba el uso del cerebro para otra cosa que no fuera bailar música basura, pero no era eso lo que en realidad detestaba, lo que detestaba es que esas mismas personas en estado natural eran como sus compañeros, estudiantes, gente común y corriente, pero que en estado de sobriedad le aislaba, no le devolvía llamados, no le decía nada, y hasta se inventaba cosas respecto a el.

Bajó las notas, fue despedido de su empleo, llegaba tarde a todo, por dinero dejó los estudios y se aisló, ahí se creo su propio mundo, lejano al mundo banal, al mundo que abre puertas a grandes cabronazos, al mundo que cierra puertas a quienes piensan... distinto, ese mundo donde importa solo la superficialidad y la frase repetitiva de aquella canción del nuevo reggaetón.

Se creó su mundo, en el que los habitante eran sus propias partes, sus células, sus neuronas, todo ese mundo estaba en su cerebro, la soledad lo llevó a la locura, y la pobreza lo llevó al robo, consiguió el plomo para amenazar, y borracho se armó de actitud para hacerlo, pero eso no era su vida, no eran sus pensamientos, ni sus barras de bar, ni nada de el, se había convertido en un cascaron vacío, en su mundo interno el era su propio Dios, era grande y omnipotente con sus historias internas, con su pequeño mundo, con las carreteras que recorrían su cuerpo, con sus propios habitantes, lo invadió la idea máxima de que tal vez sus pequeños habitantes habían sido tan grandes como el en su vida anterior, aquella idea le generó tal ansiedad, tal dolor, tal locura, tal desesperación, tenia solo una bala, nunca nadie se negó a entregarle nada, y era hora de jugar a la ruleta rusa consigo mismo.



Bienvenida Sangrienta Malvenida

Por: Prometeo

Segundo Movimiento: Primera Parte


-Esteban, estamos preocupados por ti...-

Claro, claro ¿este jodido imbécil piensa que me voy a tragar esa basura? "Estamos preocupados por tu productividad" eso es lo que quieres decir, hipócrita de mierda.

- No se que es lo que pasa actualmente en tu vida, pero sin dudarlo, puedo decir que algo no anda bien. Ese tipo de reacciones no son propias de ti... me preocupas Esteban, tu rendimiento ha disminuido considerablemente este mes, y he escuchado por los pasillos varias historias que me extraña hagan referencia a ti. Es un hecho que algo esta pasando contigo, no estas bien y eso nos incumbe a todos, si uno de nosotros  no funciona bien, la empresa completa no funciona bien.

¡Jajá! ¡Hasta que lo soltaste! Te incumbo como problema por que tienes que cuidar tu suculento cheque del mes y, fiel perro faldero, cuidarle los intereses a los dueños de la empresa. Somos todos un equipo que tiene un fin común, llenarle los bolsillos de dinero a los dueños, para que sus hijitas mimadas se la mamen a un negro en un jodido yate bañado en oro. Bueno, quizás no es tal cual, sin embargo va por ahí, hijos de puta.

-No se repetirá Don Reinaldo, hoy he estado bajo un poco mas de presión...
"Don Reinaldo" Escúchate, eres patético.
-Lo siento Esteban, pero no puedo hacer la vista gorda, por el bien de todos, te sugiero que visites algún psiquiatra o psicólogo para que te ayude a lidiar con los problemas que estas llevando, si no lo haces, me veré obligado a discutirlo con los de mas arriba. Sera mejor que te tomes el día libre, toma esta tarjeta, la empresa suele recomendar este psiquiatra.

Y ahí va la artillería, dícelo bien tarado, esto no es una sugerencia, si no obedezco, el dedo de Dios bajara desde lo alto (o del barrio alto) y me aplastara como a una hormiga. Bueno, Dios esta muy ocupado bebiendo whisky con hielo de glaciares milenarios, o bien, viajando de paraíso en paraíso  como para saber de mi insignificante existencia, de seguro uno de sus emisarios en la tierra, o en la empresa, se encargara de esta labor.

Salgo de la jodida oficina de Reinaldo, camino hasta mi cubículo y recojo mis cosas. Montones de ojos se posan sobre mi, supongo que me ha tocado hacer de bicho raro, las hienas esperan ansiosas mi partida para devorar cada pedazo de la historia del día de hoy. Jodidas hormigas, ojala se quemara este estúpido edificio con todas adentro, eso seria un maldito favor al mundo.

Llego a la calle y enciendo rápidamente un cigarrillo, lo necesito, es lo único que calma el asco que me da este lugar. No estoy muy seguro de que hacer o donde ir, no quiero ir al psiquiatra de la jodida empresa, es verdad que algo anda mal, pero lo que anda mal no soy yo, sino el puto mundo, este jodido empleo de mierda, esta ciudad infestada de marionetas de sonrisa estúpida, los discursos repetidos de la ideología hormiguesca... Sofia, puta Sofia de mierda... y  Sangrienta, para que decir.

Me mezclo entre los ríos de gente con desagrado, pierdo la mirada en el humo, en las veredas con esa falta de estilo inmensa, en las grietas de la calle o los montones de basura que aparecen en cada callejón  pero nunca, jamas, en la maldita gente de mierda.

Hemos dado un salto un tanto grande desde la ultima vez ¿O no? Pues ni te imaginas como cambia la puta vida de la noche a la mañana. Una puta lastima que no cambiase de la ultima noche a la mañana de hoy, ni en el tramo de la noche a la mañana de todo el puto mes.

¿Y que mierda tengo que hacer con el puto trabajo? ¿ Debería ir a un puto psiquiatra para continuar ganando dinero que gastare principalmente en este jodido antro? Lo que es claro es que hoy ya no he ido, mi codo ya se ha acomodado, mi mano reposa sobre el vaso y el humo sale del cenicero de la barra, tengo lo que quiero, un maloliente y decadente lugar para echarme a esperar la muerte, o quejarme de que no viene, o quejarme de haber nacido. Lo bueno es que en este lugar la gente es tan miserable como yo, y rara vez interrumpen mi silencio de ebrio desganado, si abro la boca es para beber o para pedir otra puta cerveza.

- Yo te conozco, tu eres amigo de Sofia ¿no?
Claro, ahora me invaden este puto cuchitril con el recuerdo de esa zorra, estoy seguro que aunque me metiese en un puto ataúd, vendría algún imbécil a joderme de nuevo.
Levanto la vista y veo a un mocoso, con cara de niño bonito, de cabellos negros, tiesos como clavos, lleva una chaqueta de mezclilla y tiene los ojos rojos, brillosos como un  puto pendejo esperanzado. Me da asco ver tanta esperanza en una mirada, la vida es una mierda y nadie debería conservar ilusión alguna, me dan ganas de escupirle en la cara.
- No tengo idea quien es...
- ¡Vamos! Estabas con ella hace un par de meses en REM, nos tomamos varias cervezas y nos fumamos varios porros. ¿No recuerdas? Me llamo Nicolas.
Esa jodida noche, apareció Sangrienta y todo se deformo, luego de todo aquello en los sueños despierto en cama sin saber que mierda paso en toda la puta noche. Supe que bebimos toda la noche con unos amigos de Sofia, y no se que mierda mas, no recuerdo nada de eso.
- No se de que hablas...
- ¡Anda hombre! ¡Parece que estabas verdaderamente puesto aquel día!

Bajo la mirada, no tengo intenciones de hablar con este mocoso, solo quiero beber mi puto vaso, que, para gloriosa fortuna mía, esta vació  al igual que la botella sobre la mesa. La cosa no mejora, noto inmediatamente que se ha dado cuenta de mi falta de alcohol.

-Yo pago la otra cerveza, tranquilo- dijo mientras le hacia señas al tipo de la barra para pedir otra cerveza y un vaso.
¿Que quiere este tipo? ¿Por que sencillamente no me deja en paz?
Luego de un par de segundos la cerveza ya esta en la barra, y otro vaso descansa, junto a mi.
- Y bien, hombre ¿Por que esa cara?
Tengo el deseo de contestarle con un puñetazo, pero tratando de sacar un poco de amabilidad con quien me ha ahorrado tener que comprar la otra cerveza, le contesto, no sin antes levantar el vaso lleno y de un solo sorbo dejarlo hasta la mitad
- Por que vivo en este jodido mundo de mierda ¿No te parece ya bastante con eso?- (Jodidamente amable)
- Jaajajaja! das en el clavo colega, aunque yo prefiero no preocuparme mas de la cuenta, como ves, el mundo de mierda tiene mejor sabor con este bendito elixir- dijo mientras se llevaba el vaso a la boca
-Claro que no, el mundo en ningún momento cambia de sabor, cuando me bebo esta mierda simplemente se me duerme un poco la boca, es como comer mierda sin tener papilas gustativas.
- Uff! Al parecer estas hundido en barro...
-¿Te parece?- jodido imbécil, deja de gastar mi tiempo
-Si, me parece. Se que podría ayudarte - dijo mientras de su bolsillo saco una bolsa, cuyo contenido no logre descifrar- tengo suficiente para los dos
- ¿Que es lo que quieres de mi? ¿Por que me invitas a una cerveza y ahora a esto?-

Se ha espantado un poco, ha puesto una mueca indecisa, a mirado para abajo, como desanimado y me ha vuelto a mirar, casi con una cara de pedir disculpa.
-No quería molestarte... la verdad es que estoy un tanto jodido, no quería pasarme otro día solo sin cruzar palabra con nadie, mis compañero de piso se ha marchado de la ciudad y estoy solo, rara ves veo al resto de mis amigos - No te pongas a llorar, puto tarado, no me hagas el día mas absurdo de lo que ya es - No lo se, te reconocí y te vi así, pensé que quizás podríamos trabar palabra, nose, compartir el peso entre los dos por un rato ¿no?

Es patético, tremendamente patético. Me dan ganas de vomitarme en la cara, por que me siento un poco identificado con el. Ambos somos un par de malnacidos que se compadecen de si mismos ¡vaya escena esta!
Lo miro fijamente tratando de encontrar algo que decirle, no se bien si echarlo a patadas y tratarlo de marica, o decirle que compre otra puta cerveza. Me mira inquieto, no sabe que hacer ni decir, parece un crío asustado.

-Bien... creo que...-
-Que pedirás otra cerveza, y me dirás que hay en la bolsa, me parece que hoy podría atentar gustoso contra mi conciencia, total ya no hice nada de lo que tenia que hacer hoy-
-¡ Así se habla colega!- Quita esa sonrisa tan estúpida, mierda!


No se como es que paso tan rápido el tiempo y las cervezas, el mocoso hablaba tremendamente emocionado de cada cosa, y cada vez que yo hablaba o le interrumpía, el guardaba silencio y me ponía una cara de serio interés, como si mis palabras no fuesen las de un miserable (como el mismo). En ocasiones  parecía casi como que quería aprender algo ¿Y que iba a aprender de mi? Este ultimo mes descubrí que si soy bueno en algo, si hay algo que podría alguien aprender de mi, es a perderse, torcerse y hundirse.

-La bolsa, la bolsa, la bolsa ¿Que hay en la puta bolsa? - Debo confesarlo, tenia un serio interés en cualquier sustancia que ocasionara un martillazo a mi cabeza. Bueno, sino era un martillazo, al menos que fuese una patada
- ¡Es cierto! Casi se me olvida...- Se mete la mano al bolsillo registrando y se levanta - Sígueme...
-¿Donde?
-Al baño
-¿Por que?
-La bolsa.

Me levanto y lo sigo hasta el baño, si llega a sacar un condón de la bolsa, juro que le parto el hocico al pelotudo.

En el baño, saca su billetera, y de la bolsa saca una bolsa mas pequeña, de color blanco. Ya me hice la idea de adonde va esto, y, casualmente, me provoca una extraña sensación de familiaridad. Veo una cédula de identidad de un chiquillo de ojos perdidos, rojos, y de un momento a otro, sus ojos y su cara se han teñido de un blanco tan seductor como el vació. Una tarjeta de crédito gastada (de seguro no es de el, o no sirve) ordena el cumulo blanco en el rostro de ese joven. Una pequeña muralla se distingue a la altura de sus mejillas, sus ojos están claros en lo polvoriento. Un, dos, tres! Un disparo de nieve llega rápidamente de mi nariz a mi cerebro. Un, dos, tres! Soy un hombre nuevo; un, dos, tres, se acelera el ritmo cardíaco;  un, dos tres, las pupilas se dilatan; un, dos, estamos en la calle y soy el jodido amo de esta ciudad.

-Joder, creo que podría tomar el mundo entre mis dedos y machacarlo - dije mirando a Nicolas
-Ya sabia yo que te levantaría eso- dijo mientras pegaba una aspirada en su nariz adormecida.
- Y que lo digas, esto es demasiado...

De pronto, de un momento a otro, todo parece acelerarse y deformarse, como en una especie de cambio de sueño. De un momento a otro, la calle ya no es la misma, todo sigue oscuro y yo camino a paso tranquilo. Estoy solo, tengo un cigarrillo en los dedos y ni siquiera recuerdo haberlo encendido. Mi ropa ni siquiera es la misma, de hecho, la ropa que tengo puesta no es ninguna que recuerde haber comprado. Un abrigo largo, de color rojo sangre se ondea al viento con ligereza, no se hacia donde me dirijo, pero tengo una especie de ridícula seguridad.

De un momento a otro, veo un tipo que se acerca rápidamente a mi, puñal en mano. El tipo se abalanza tratando de clavarme el puñal en el pecho, pero con algo de fortuna, logro evadirlo. No he logrado distinguir su rostro
-¡Vaya imbécil resultaste!
El tipo arremete una vez mas, esta vez, consigo evadirlo y tomar su brazo, doblarlo contra su espalda, y levantarlo poco a poco. El tipo suelta el puñal y comienza a gritar por el dolor de su brazo. Inmediatamente le doy una patada en las piernas y este cae de rodillas al piso, su hombro estuvo apunto de luxarse, sus gritos atestiguan aquello.
¿Como es que estoy peleando? ¿Quien es este tipo? ¿Que es lo que esta pasando? Yo no se pelear ¿Como es que estoy haciendo esto?
-jejejeje sabes, de cierta manera, siempre supe que esto acabaría de esta forma- le dije al tipo que apenas aguantaba el dolor; me agacho un poco y con la otra mano, levanto el cuchillo del piso.
-Maldito...
-No digas que no te lo buscaste- le respondo
Coloco el cuchillo contra su garganta y acerco mi boca a su oído.
-En parte, esto era necesario... Buen viaje...
Mi mano se mueve violentamente, y la garganta del tipo cede ante el filo de su propio cuchillo. Los gemidos del tipo se detienen con un seco quejido. Dejo caer al sujeto y la sangre comienza a teñir toda la vereda. Mis dedos están repletos de sangre, y con cierta calma, guardo el cuchillo entre mis pertenencias. Luego de un segundo a otro comienzo a reír a carcajadas, casi asfixiándome por la risa.

He matado un hombre, y no comprendo nada. ¿Soy yo realmente este? Me siento como un espectador ante mis propias acciones. ¿Como es posible que este riendo ante una situación como esta?

Continuo mi camino, dejando el cadáver en la vereda, y silbando una melodía de una canción que no conozco. Al cabo de un tiempo, llego hasta un puente, justos sobre la gran canaleta, muy cercano al lugar donde nos pegamos el tiro en la cabeza con Sangrienta. ¿ Aparecerá ella? ¿Que es todo esto?
En el puente, veo un tipo vestido de negro con un sombrero, mirando hacia el piso de la canaleta, justo frente a un farol, al acercarme, el hombre se voltea
- ¿Ha ido todo bien?
- Se me ha cruzado y me trato de matar, he tenido que matarlo
-¿Quien?
- Ya sabes, "..............."- no he podido entender el nombre, no se a quien me refiero.
- ¿Que vas a hacer?- No logro verle la cara al tipo, la luz no llega a su cara por el sombrero
-Todo ira bien, hay que seguir con lo nuestro ¿Estas listo?
- ¡Por supuesto colega! - Dijo mientras inclinaba su cabeza hacia atrás  dejando pasar la luz. Era Nicolas, el mismo del bar y la dama blanca.

De un momento a otro, todo volvió a acelerarse, y estoy frente a un tipo que parece un policía y de mis manos salen llamaradas inmensas, como si fuese magia, estoy incinerando al tipo; todo vuelve a acelerarse y distingo una habitación oscura, estoy rodeado de hombres de túnicas naranja, los mismos de la visión en el techo del edificio de la ciudad en ruinas, no puedo ver el rostro de ninguno. Finalmente, todo se deforma de nuevo y solo puedo ver un par de ojos. Si ¿Que otros ojos mas iban a ser? Ojos de pantera, con tantos colores que parece un caleidoscopio. Una vez mas escucho esa risa, Sangrienta Malvenida, es ella; rápidamente la imagen cambia a un gran edificio que estalla, solo puedo ver fuego, y no dejo de escuchar la risa de Sangrienta, el fuego se agarra de mi cuerpo y me comienzo a incinerar.

Despierto con un grito, de golpe y sudando frió, en mi cama. No es la primera vez que vivo esta situación. Tengo el cuerpo adolorido y me duele la cabeza.

Escucho el teléfono sonar desde algún lugar de la habitación,  me levanto rápidamente y comienzo a buscar entre las montañas de mi ropa hasta dar con el jodido telefono. ¿Sera como aquella vez, un mensaje en forma de jugarreta por parte de Sangrienta?
-Alo?
-Buenos días ¿Hablo con Esteban R..?
-Si, si, si, soy yo ¿Que quiere? - No, definitivamente no es la voz de Sangrienta
-Lo llamo desde la consulta del doctor Barrera para confirmar la hora del día de hoy
-¿Hora de que?
-Usted el día de ayer solicito una consulta con el doctor Barrera, por recomendación de su empresa
¿Cuando llame para pedir hora al jodido psiquiatra?
-¿A que hora?
-Pues, usted la ha apuntado para las 15 horas.
-Esta bien, confirmo mi presencia.
-Muchas graci...-Cuelgo el teléfono.

Así, desnudo y confundido, me tiro en medio del piso del comedor. El departamento se ha vuelto tremendamente deprimente desde que Sofia se marcho...

Intento ordenar un poco las ideas ¿Que mierda esta pasando? ¿Que ha sido todo eso? Tengo la mano derecha adolorida. Cuando le dirijo la mirada, veo que esta llena de sangre seca, con algunos pequeños cortes. Creo que también tengo la cara magullada, y un par de moretones en el cuerpo.
Ademas hoy no fui a trabajar; bien, es culpa de ellos por obligarme a tomar hora (Ni idea en que momento lo habré hecho) con ese imbécil que se hace llamar psiquiatra.

El teléfono vuelve a sonar, de ser de la empresa, los voy a mandar a la mierda, si me quieren cambiar la jodida hora con el psiquiatra, les diré que puede meterse su hora por el culo.
-Diga...
-Hola Esteban... soy yo, Sofia...

Lo que me faltaba.







Concierto de Tripas.


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