Aires de claridad.

Por Gwynt...

Me encanta el sonido que haces cuando te vas, y la idea de no volverte a ver. Pero luego de pasear, regresas, eres como una mala historia que siempre regresa a su autor para atormentarle.
A veces reniego de ti, estabilidad, y me falta perspicacia. Otras veces, cuando la furia y la euforia se vuelven motores de los pies y emana espuma blanca desde las entrañas, me pregunto donde estás. Y es que se presenta una dicotomía en debate eterna sobre la voluntad y la desintegración de la voluntad de morir.
Preservar la propia existencia para alcanzar la muerte. En locura, morir no interesa. Pero luego ¿que?
¿es menester apresurar ese momento cuando aún no se hace de la existencia algo que merezca sufrirse?

Los días de otoño. Las arboledas de silencio. Las ansias de tacto. Las miradas fulgurantes. Los vacíos por vaciar. Las despedidas dulces. Los días, los años, la destrucción que queda. Los que miramos al mundo con desdén. Los que morimos.
Los que no corremos tras la vida, pues la vida nos persigue para ser vivida a través de nosotros.

Morir, como acción causal ¿acaba en liberación? ¿el no-ser puede ser liberación? De ser así, habría libertad en el devenir, y en toda destrucción inmanente, y no sería voluntad de vida del ser el liberarse, necesariamente.
La libertad se genera en idea y se reafirma en práxis.
Si se libera en morir, es una única acción, que solamente demuestra como un ser que devino dejó de percibir y su naturaleza biológica, y a traves de su muerte se refleja la parte del mundo que cae en podredumbre. Morir es liberarse de la vida. ¿Y liberarse EN vida? ¿qué es?

Me llama el alcanzar este elixir antes de hacer apología de la vida.

Te oigo volver y tomar mis ideas, mi cerebro, mi cuerpo cansado, estabilidad.
Si, soy un animal. Pretenden que no lo sea, pero ya encontraré formas de correr en desaforo por estas laderas llamadas calles, y pegar alaridos sin pensar en oídos sordos con un posible shock.
Cuando sea instinto sentiré: He vivido, como emoción espontanea. Y me rendiré ante la Naturaleza. Como humanos somos nada. Creemos que hacemos el mundo sin comprender que el mundo está, y nosotros lo cogniscimos y hacemos de él su funcionalidad y lo que creemos de él que es. Pero las puertas son puertas. La funcionalidad resulta de su interacción, cuando alguien la abre, la cierra, cuando alguien la ve abierta, cerrada.
La puerta la construyó un hombre. He ahí el punto. Ya nos creemos dioses porque hemos limitado nuestro entorno y nos hemos vuelto más dependientes de nuestros inventos que de nuestro ser. Pesadilla parece ser un corte de luz o un fallo de la señal de internet.

Cuando por accidente sorprende el devenir, ven que ni siquiera pensaron en romper el disfraz de camisa y corbata. Voluntad de vivir desperdiciada. Se han librado de la vida en la que non se han liberado.

Me encanta cuando te vas, y cuando entra la rabia y la lluvia de ideas como estrellas cayendo sobre un campo abierto, si...amo el sonido de esos choques creativos. Flores emergen de la furia, fuego a las palabras.

La luz tenue lastima mis ojos
los parpados ya se me han vuelto
pesados sacos de cemento
sin conseguir dormir, siempre pensando

noche y día me amanezco
día y noche me levanto
preguntando al ambiente
si realmente, yo me conocía

el invierno y el verano
se han hecho pedazos
permanecen ahí en el suelo húmedo
sin ninguna gracia, oscuros, profundos

hay una irónica silla
que me mira atenta a cualquier movimiento
roja como las cerezas
y no la ocupo, ella es mi ultima salida

el martes pasado, vino mi tía
trajo galletas y unas sandalias
mis pies están llenos de hongos
por las duchas largas y frías

juego mas activo con la sabana hoy
la aprieto fuerte, mucha mas que ayer
solo ella logra comprenderme
que, por ella estoy aquí y por ella me voy

la silla en su correcta posición
el sudor helado me excita
cuelgo mi humillacion
con el arma que mate mi hombría

RAMILIANO