Carne.

Con el corazón aguillotinado asesino la desdicha,
¡vete de aquí dolor de dolores! .. ¡vete sazón de sufrir!

Saciando mi hambre de felicidad, siento cómo el dolor disminuye ..
Desaparece .. Este cáncer ya no tiene qué carcomer ..

Rompo los rieles y soy libre ..
Y conozco colores que en la vida no he de ver ..

La tierra se dibuja, y se colorea al compás de mis pies ..

Entro en sintonía y me la encuentro entre tantas flores ..

Tomo una costilla mía y hago una amapola,
dispuesta a volar con quien acostumbraba a sacar las flores de mi jardín.

Bienvenida Sangrienta Malvenida.

Quinta Parte

Okey, okey, tranquilo... no pasa nada, no pasa nada...

Mas bien dicho no paso nada.

Son las 3 de la tarde, del día domingo tres de abril. Un reloj suena incesantemente. TIC! TAC! TIC! TAC! TIC! TAC!

-Sofia había tirado a la basura ese puto reloj...-dije entre desganado, molesto y desorientado, en voz alta, como esperando que alguien en el departamento me escuchase- oh claro, eso no paso...

Nada había ocurrido en la realidad, pero en mi, el mundo había adquirido sentido por fin. Insólito, me he sentido mas vivo en un sueño que en la misma realidad. Y no podía negar que el origen de mi mayor desconcierto, era perder a Sofia.

Su cabello castaño y su olor entre cigarrillos e incienso, largo y con un toque rizado y rebelde. Sus ojos, brillantes como dos faros, eran mi refugio, mi seguridad. Mil tormentas podían asomarse, pero ese par de ojos me decían donde estaba, me recordaban que aun vivía. Esa respiración extrañamente diferente, pero siempre cautivante. Sus manos delicadas, suaves y frías. La clásica caminata de la cocina al sofá, con un plato en cada mano, una sonrisa provocadora. Su forma de andar era única, pareciese que desfilara ese corto trayecto con mayor seguridad que un Dios en la tierra. Esa vocecita un tanto chillona, siempre dispuesta a todo, siempre sincera, siempre única. Ese par de labios. Ese par de labios que tantas veces me tentaron y que cuando mas decidido me pillaron, fue cuando me di cuenta que no eran mas que una loca anécdota onírica.

Sofia no podía no existir, era imposible que todo eso fuese falso. Me niego a creerlo.

Domingo tres de abril, tres de la tarde. Me levanto del sofá, por Sofia.

Literal y metafóricamente, sin siquiera saberlo obviamente.

-Esteban! ¿Que haces aquí? Hoy no te toca trabajar- me dijo una de las hormigas-hiena

Camine aprisa, no me interesaba pararme a charlar con esa clase de idiota

-Esteban!- me dijo poco después de pasarlo por alto - ¿Te pasa algo?

Puede ser que todo lo relacionado con Sofia haya sido un sueño, pero lo que no lo es, es su existencia, el día domingo tres de abril, no tenia noción de Sofia como tal, si no como la chica nueva. Tal vez el sueño me estaba guiando hacia ella ¿Que se yo? En ese momento cualquier teoría extraña que diese sentido al sueño, y sobre todo a Sofia, merecería ser creída.

Camine a prisa hasta su cubículo, esquivando saludos y muecas idiotas, preguntas sin creatividad y peor aun, preguntas sin intención, protocolos, todos a tomar por culo. Por fin llego a su cubículo.

No había nadie allí, solo una computadora apagada.

-Esteban! ¿Te sientes mal? - pregunto Jose, la oveja.

-¿Donde esta Sofia?- le pregunte, sin rodeos

- ¿Sofia?- me miro extrañado - Y ella es...

-La chica nueva, joder!- le respondí, algo exaltado

-Aaaaaaah - respondió - ¿Por que lo preguntas?

¿Donde esta?- le pregunte

¿Pero para que me preguntas?- dijo mientras se reía

Tic!

-Lastima que esa curiosidad la tengas con este tipo de cosas y no con lo referente al origen de tu existencia- le respondí molesto - deja tus preguntas para tu puta iglesia y dime donde mierda esta Sofia!

-Que grosero!- me respondió- ¿Y esperas que con tamaña falta de respeto te responda?

Tac!

Levante mi mano y le empuje a la pared mas próxima al cubículo, le tome del cuello, me acerque y le dije tiernamente

-Respondeme la puta pregunta, oveja de mierda

Pude ver el miedo en sus ojos, pude ver como comenzaba a sudar y pude sentir como su rutina, su calma y toda su proyección de día se destruían en un solo segundo, solo por cruzarse en el camino "equivocado". Pude ver el miedo en sus ojos, pero mucho mas adentro vi placer. Pude ver en el la satisfacción de llegar a casa con novedades, pude ver en el como es que su vida adquirió un tinte diferente. Pude ver, como en un pequeño instante, cambie su vida, quizás solo por un corto tiempo, pero nada ni nadie podría negar que le he hice un favor en parte.

-S.. Se fue, renuncio- balbuceo - ayer entrego su renuncia.

Rabia, soy el hijo entre la frustración y la esperanza. Sentí ganas de matar a puñetazos al puto religioso, sentí deseos de descargar todo mi desconcierto en su cara, en su asquerosa y cobarde cara. Pero cambio, empiezo a cambiar.

Solté a Jose. Este retrocede y me mira, desconcertado.

Desesperación. Sentí ganas de correr hacia mi casa, meterme bajo las sabanas y cerrar los ojos hasta que llegase de visita la muerte, o hasta que el mundo se apiadase de mi. Me vi en un mundo dibujado, donde lo único que tiene sentido es lo imaginario.

-Gracias- le dije y me di vuelta, mirando directamente al cubículo.

Tiene, TIENE que haber algo que me guié hacia donde este ella. Tranquilo, tranquilo...

Encendí el computador, y comencé a revisar los cajones.

Nada, en el primero. En el segundo, papeles, veamos, veamos. Solo mierda de la oficina. Tercer y ultimo cajón. El computador esta encendido. Miro la pantalla y dejo el ultimo cajón como ultima esperanza. Reviso el escritorio, nada, nada, nada. Tal vez la papelera... nada. ¿Mis documentos?

La esperanza me recorrió la espalda como miel, lenta y delicadamente, no pude disimular mi sonrisa.

"Cosas Sofia" tenia por nombre una carpeta. No había borrado eso de la computadora antes de renunciar, para mi fortuna. Doble click. Veamos...

Varios archivos de música sueltos, un archivo de texto y una imagen. UNA IMAGEN! Doble click.

La foto parecía haber sido tomada en la cima de un edificio alto. En la foto habían dos personas, de espaldas una chica de cabellos rojos, no lograba distinguirse bien, y de frente, ahí, ella. Sofia, mi Sofia. Su sonrisa radiante, su pelo castaño y sus suaves manos aparentando tocar el sol con un dedo.

Lo sabia, ella estaba ahí, ella era real después de todo. Era cosa de seguir avanzando.

Saque mi mp3 y pase la carpeta.

Abrí el archivo de texto, parecía un correo electrónico copiado y pegado en esta nota.

Dice:

"Sabado 03 de abril

Hey Sofi! Te informo que tendrás el gusto de recibirme en tu casa por unos cuantos días, llegare el domingo.

Tu hermanita"

¿ Sábado tres? Es decir que fue ayer! Quiere decir que ¿pego el correo antes de renunciar? Ni me imagino la razón de copiar el correo a esta nota, pareciese como que hubiese decidido renunciar ese mismo día, o quería dejar una especie de pista, por que a sabiendas de su renuncia, no ha borrado sus archivos... tal vez sabia que yo... céntrate Esteban, céntrate, no pienses disparates.

No hay dirección de casa o teléfono, tampoco dirección de correo electrónico.

Pero la nota seguía mas abajo... no me habia dado cuenta. Esta vez, esto parecia que fuese escrito por ella misma.

"No se que haría sin ti..." "No te pierdas ni distraigas demasiado, esta noche eres mio... esta, y todas"

Esas frases las conozco...

Rápido, si me pillan registrando sus cosas, podría perder mi única oportunidad de entender todo, CÉNTRATE ESTEBAN!

Y ahora era todo o nada. No tenia dirección alguna para encontrarla y solo restaba un cajón. Encomendé toda mi esperanza a este cajón. Acerque la mano y nervioso, lo abrí.

Ante mis ojos, un pañuelo que pareciese que envolviese algo, una cajetilla de cigarros y una carta, aparentemente una cuenta.

UNA CUENTA JODER! TENIA LA PUTA DIRECCIÓN!

Felicidad, sentí que el sol no era mas que un burdo farol, mi esperanza era tan grande que iluminaba como miles de super estrellas explotando. Estabas tan pero tan cerca mio ya...

Guarde las cosas en mi chaqueta, cuidando no ser visto, me levante y emprendí camino a la salida.

Evadí todas las miradas curiosas, todos los comentarios por la situación con Jose, todo llamado del supervisor. Todos a la mierda, yo voy a por Sofia.

Una vez en la calle saque un cigarrillo de la cajetilla, me lo lleve a la boca y pedí fuego a alguien que pasaba. Estaba fumando... ¿No se suponía que yo no fumaba? Me basto un cigarrillo en la imaginación de mi sueño, para hacerme un nuevo fumador. ¿Que no había pasado nada? Claro que había pasado, yo había cambiado.

El humo salia del cigarrillo, libre, como yo en ese momento.

Emprendí camino directamente hacia la dirección, no había tiempo para esperar, tenia que acabar con este sin sentido de una vez. No tenia idea que iba a decirle, no tenia idea que excusa inventaría, con que pretexto estaría ahí. Supuse que las palabras saldrían solas en el momento, supuse que podría sacarme todo esta angustia del pecho al verla. Siempre supuse ese tipo de cosas.

Departamento B5 edificio Maria Izquierdo. Efectivamente, como en el sueño, quedaba en la misma dirección hacia mi casa.

Ding!

Toque el timbre, los nervios comenzaban a pasarme la cuenta, estaba casi temblando.

La puerta se abrió.

Un rostro familiar apareció ante mi y mas que sorprendido, quede perplejo. Como siempre, ante la situación tan diferente como me la esperaba, no supe que decir.

-Con que aquí estas... Pasa, Sofia me dijo que vendrías- me dijo

¿Sabia que vendría? ¿Que mierda? ¿Que mierda hacia ese rostro aquí? Se supone que encontraría a Sofia y las cosas se encausarían. Pero, pero esto fue una sacudida en mi cerebro.

Supongo que adivinan quien esta frente a mi en este momento

-Anda! No te quedes ahí parado y pasa!- me dijo

Entre, sin entender mucho. El departamento estaba repleto de humo, olía a marihuana, incienso y cigarros. Me senté en el sillón y espere.

Se acerco a mi, lentamente, con ojos provocadores, como de pantera, tan brillantes que no me dejaban distinguir un color, parecían muchos... como un caleidoscopio.

Se sentó en el sofá, se pego a mi, pego una larga pitada a un cigarro de marihuana, todo sin dejar de mirarme a los ojos. Me lanzo el humo en la cara y me sonrió, provocadora como solo ella. Esto no parecía real, no me extrañaría ya despertar en una cama cualquiera, y darme cuenta que todo esto fuese un sueño.

Pero esta vez no desperté.

Me dio un beso entre la mejilla y la boca y acerco su boca a mi oído

-Te apuesto a que no esperabas que yo fuese la hermana de Sofia...-

Sangrienta Malvenida, una vez mas, pero esta vez, al parecer, no en un sueño.

-Debes estar lleno de preguntas, lo se, pero ya resolveremos eso- me dijo mientras me miraba y sonreía. No se como no me di cuenta nunca, la sonrisa de Sangrienta era muy parecida a la de Sofia- Pero antes...

Cual putita lanzada, se sentó sobre mi, abierta de piernas, como buscando simplemente provocar.

Me dio un beso y pego otra pitada a su cigarro de marihuana.

-Antes de que te explique, te vas a relajar- me dijo, mientras me coloco su cigarro de marihuana en la boca- fuma!

Una pitada honda, pulmones llenos.

- Bien, bien, bien, ¿Por donde empiezo?

Secos los penachos, húmedo el corazón. Parte III

Where is my mind ♫... doy inicio a esta nueva parte... que si bien es cierto es corta... la escribo por que me nació... si la alargo será aburrida para mi y para ustedes.

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Vodka en el escritorio... lamparita nocturna... abro el "libro" desde donde quedé, ese "amor".

Ya van 2 semanas que no escribía acá... se me acabó la tinta del lápiz... varias cosas han pasado desde entonces... un trabajador social se me acercó y me dijo mil cosas... al final lo unico que rescaté es que fui a una oficina municipal a postular a un agujero mejor que estos cartones, aun espero la respuesta. Me di mi primer baño en mucho tiempo, no es que quisiera... cruzaba la calle y un idiota se estrelló contra un grifo, por poco no se estrelló contra mi. Aproveché que había agua... bailé en la vía pública y celebré al idiota por no andar atento... como andaba con cinturón el quedo bien, su auto algo doblado y yo todo mojado, entre muecas y sonidos graciosos sentí una mirada. Volteé y la vi... con sus ojos cafés y su cabello algo rojo... estaba mas rojo que la ultima vez que la vi, pero seguía siendo suave. Esbozó una sonrisa y marchó. Yo por mi parte volví a mi agujero... dejé toda mi ropa al sol... y bueh, hallé este nuevo lápiz (jaja... nuevo), me taparé con otras cosas esta noche... dudo que alguien vaya a robarse esos harapos a los que llamo "mi ropa".

Vuelta a las páginas... otro vodka al vaso.

Dormí del carajo... y no es que el frío me jodiera... no me la pude sacar de la cabeza en toda la noche... a darle al maldito día.

El texto sigue... pero hago esta pausa para dejar claro que acá pasó un día entero.

Salí a vender, las cosas mejoran... almorcé una ración de pollo con papas... sin acomplejarme por el gasto, no es que cague dinero pero valió la pena, me traje los huesos y con ello un compañero, como también vive en la calle y del rastrojo no le pondré un clásico nombre... el será "bohemio", es un perro café con varios colores, un kiltro con tendencia a hiena.

Acá se corta el texto... hallé un par de hojas pegadas... las despegué... estaban en blanco... quizás estaban así desde antes... y el no se tomó la molestia de despegarlas.

¡Joder, que día! han pasado semanas desde la ultima vez que escribí (tal vez meses... ¿de verdad importa cuanto tiempo pasó?), fui a las oficinas municipales a preguntar por lo de mi postulación, ¡tendré un agujero con agua potable y electricidad! estoy conforme con eso... ya me hartaba ese frío de mierda, el suelo es de concreto igual, pero las murallas me protegerán mejor, me mudo en 1 semana, espero sea mi oportunidad de abandonar esta vida de mierda y "ser alguien" (sii claro... quiero tener efectivo para tomar, comer y dormir).

Fue un día de mierda... a dormir me largo, ya pronto continuaré con la lectura.