Publicado por Gwynt
Capitulo menos 4: Una sencilla ideación.
Luego de alguna reunión con otros especialistas jóvenes,
hemos decidido finalmente organizarnos e ir de lleno a atacar ciertos aspectos
fundamentales de la psiquiatría moderna. Me parece hasta repudiable que el DSM
esté influenciado por los acuerdos entre médicos y las farmacéuticas. Negocio
desde el librito en adelante.¿Es una hoja en blanco el tratamiento y el
diagnóstico entonces?
-Claro que lo es, jovencito. No ponga en duda los métodos
que han sido eficaces durante tantos años, y que han demostrado ser sumamente útiles
en las cifras.
-En las cifras de millones de pesos que han aumentado sus
bolsillos, será.- Estos vejestorios se creen que por ser ancianos, y yo joven,
pueden tratarme como si no supiera siquiera caminar solo.
-Pues, de alguna forma tiene que progresar la psiquiatría,
con ingresos, como toda ciencia que está subordinada al sistema.
-¿A quien quieren engañar? No la están subordinando, se
están aliando, y se están potenciando. Deberían publicar eso en el DSM como una
enfermedad.
Bien, la reunión al parecer no marchó muy bien, pero el
sostenedor económico del psiquiátrico, sigue considerándome para el puesto de
director. Van a haber unos cambios, de ser así. Dice que se necesita una cara
nueva y que, si bien tengo ideas un tanto “descabelladas”, bajo cierta presión
podré ejercer un buen rol. Claro, la cara bonita del joven visionario de
semblante colérico siempre es llamativa. Parece curioso como incluso quienes
analizan todo a profundidad, siguen tan arraigados a las primeras impresiones,
que resultan prácticamente asquerosas. Si tan solo supieran que entré a
estudiar Medicina y luego Psiquiatría por mis propios problemas sin solución. Porque
esa es la verdad, no los tienen. Perdí muchos empleos y oportunidades de
estudios antes de darle cierto rumbo a la existencia tan vacía. Simplemente
porque nos marginan con todas sus mierdas. Entrevistas psicológicas llenas de
tests DISC. YO NO SOY UN ROMBO. Estudien mi frenología entonces,¿Qué sale de
una frente amplia? ¿un alien? En cada entrevista fui perdiendo más el rumbo,
hasta sentir asco de que quisieran disfrazarme, y hacerme negarme a mi mismo. No
fue fácil…. Pero lo más difícil siempre resulta más emocionante y riesgoso.
No es tanto, es solo un trastorno esquizotípico. En parte ,
gracias a aquello, impongo cierto respeto de forma natural, hasta en esta manga
de ancianos del medioevo dispuesto a quemar en la hoguera a un niño que grite
que tuvo un sueño bonito.
Llego calmado al centro de psiquiatría, donde trabajo
algunas tardes a la semana desde hace algún tiempo, y comienzo a buscar unos
papeles en la recepción.
-Eh…enfermera..- busco y busco y no hallo. Ella voltea, y me
mira fijamente con la boca abierta. No de nuevo.- ¿Ha llegado algun fax?- sigue
atontada y luego reacciona.
-Por favor, llámeme Leonore. Le vi llegar hace poco. Bienvenido.-
sonríe largamente, y hago una mueca solemne de vuelta…
…
…
-¿EL FAX?
-Oh, si. –saca un
sobre con la palabra Confidencial en el, y me lo entrega. Lo huelo y sonrío
macabramente, antes de notar que me sigue observando. La miro con cara de
psiquiatra (debería ser un ramo en la Facultad), antes de dar media vuelta y
desaparecer. Al fin…tenemos los papeles y las pruebas suficientes para
estructurar una organización contra todo esto. No puedo evitar el deseo de
vengarme personalmente por una niñez y adolescencia plagada de malos diagnósticos,
fármacos estupefacientes que en realidad no necesitaba, tener que compartir
espacio con montoneras de visitadores médicos dispuestos a vender arsénico. Tantas
tardes de hospital, hasta de caer en síndrome neuroléptico maligno, y todo por
un “problema” de personalidad que no requería de fármacos. Me paso la mano por
el pelo y respiro profundo de solo recordar todos los infiernos que he
atravesado para llegar a este. El infierno mayor, al eje de todos los
problemas. Tal vez aquí me encuentro a alguno de mis Dioses del caos que me
hablaban antes. Yo sé que están, no es solo pensamiento mágico… yo se.
Escucho que llega alguien a la recepción, y escucho curioso.
-¿Nombre?- la voz de Leonore suena menos encantadora que
hace un rato.
-ALEX. No necesita saber más. Me enviaron acá.- un tipo gritón
e inquieto.
-¿De adonde viene?- El tipo guarda silencio.
-DE TUS PEORES PESADILLAS. Como osas preguntarme más
detalles. Te he dicho que me han enviado, no deberías preguntar nada mas,
irrespetuosa.
-Necesito saber algo sobre usted para llenar sus datos,
señor lunático.
-LUNATICO, JA. Cállate y comete tu puta ficha, debo
encontrarme con alguien aquí.- suena la silla de Leonore, significa que se ha
puesto en pie. Bien, creo que es hora de intervenir. Camino hacia la mesa
central, y veo a Leonore indicándole descortésmente la salida a este muchacho
tan flaco, con la cabeza rapada de un lado y cabello parado, y con un ropaje
sumamente extravagante. Su abrigo no es mas largo porque está el piso. Me pongo
de pie frente a ambos y los miro, con la boca torcida. Leonore cede y se
sienta, para luego mirarme expectante. El otro muchacho sigue en su postura a
la defensiva, con los dientes apretados y los brazos hacia atrás, manos puestas
en garra. Vaya, apostaría mi propia ensoñación a que tiene esquizofrenia mal
tratada. Levanto la ceja, y trato de decir algo.
-ESTA TIPA ES UNA IMBECIL. Me ha retrasado.- comienza a
caminar mirando un reloj de pulsera bastante roto. Se pone la otra mano bajo la
mejilla y tira de ella.- ME DIJERON QUE NO LLEGARA TARDE.- Sigo callado, y
recuerdo que aun tengo el sobre en las manos. Intento guardarlo dentro de mi chaqueta,
pero el tipo lo ve, y se acerca hacia mí, con un ojo más cerrado que otro.
-¿Gaspar?- y me toca debajo del ojo con el dedo índice.
-¿Compruebas si soy real?
-No, compruebo si yo soy real. Y si, por ahora lo soy. ¿Sabes
quien soy?
-Supongo que debería saberlo, pero he recibido hace apenas
unos minutos este sobre que, supongo , debe tener información sobre tu visita. Además
de saber de que te llamas Alex, presentas síntomas de una esquizofrenia, o
trastorno esquizoafectivo, que estás bastante orgulloso de aquello, con problemas
con los impulsos, probablemente una serie de malas historias relacionadas a
sitios como este, que te mantienen ansioso por el miedo a volver, lo que lleva
a que has estado internado ya antes, y por eso es que actúas mas a la defensiva
que de costumbre, además de la expectativa de encontrarte con el que, supongo,
va a ser tu socio dentro de esta nueva aventura, no se mucho de ti, en verdad.-
me mira impresionado.-Si, soy Gaspar.- extiendo mi mano, y el me mira
emocionado y me abraza fuertemente.
-.QUE ALEGRÍA QUE NO SEAS UN TOTAL TARADO.- me sigue
apretando, y luego me suelta, antes de continuar.- ¿Vamos a tu oficina a
conversar de todo esto?¿si si?- da saltitos en un pie y en otro y me mira
entusiasmado. Vaya… esa reacción es inusual. Leonore lo mira desconfiada y
luego me mira, embelesada por mi que se yo.
-Por supuesto, sígueme, por favor.
Llegamos a lo que se supone que es mi oficina, pero que aun
no lo es, en el sentido de la pertenencia. No planeo quedarme acá mucho tiempo.
Me siento en el sofá, y le hago una seña con la mano para que Alex se siente. Recorre
con la mirada el lugar, impresionado.
-Esta oficina es horrible, Gaspar.
-Es que he llegado hace poco, no he podido ubicarme del
todo.- saco el sobre y leo la carta.
“Gaspar:
Necesito ayuda con este paciente, presento serias
dificultades con el. Por una parte, es sumamente agresivo, tiene alucinaciones
y actúa con una constante manía. Tiene tendencia homicida, y es sumamente
reticente a los tratamientos.
Esto es lo interesante, que lo hace distinto a cualquier paciente
con esquizofrenia. Es sumamente inteligente, estratega y racional, incluso, de
las personas más inteligentes que he conocido. Tiene observaciones bastante
criticas sobre las prácticas psiquiatrías, (y sobre muchas áreas de la “decadente
existencia en humanidad”) y con un gran trabajo investigativo. Su reticencia no
es injustificada. De hecho, varias de las investigaciones en la que nosotros
hemos basado nuestras acusaciones han sido hechas con documentos de su
propiedad, en los cortos periodos de tiempo en que se ha logrado mantener
enfocado.
En el discurso, el y tu tienen muchas ideas similares. Si
pudieses tratar de iniciar cierto tratamiento con el, ya sabes porqué, sería de
gran ayuda, incluso, para formar parte fundamental del plan, junto contigo.
Saludos, Lynn.”
Leo, y pienso durante un rato largo. Lynn es una cofundadora
de la organización de médicos contra el mercado en la salud. Es psicóloga, debió
de enviarme a Alex luego de escuchar sus “ideas similares” en cuanto a la
decadencia… alguna vez comenté con ella sobre lo preocupante que es el estado
de inercia actual, en el que nos encontramos sumergidos bajo la subordinación del
creciente comercio, cuyas espinas se nos clavan hasta impedirnos total
movilidad. Pero las espinas pueden salir… si… si pueden, con un golpe fuerte. Guardo
el sobre, y volteo a ver a Alex, que está sentado en el asiento junto a la
ventana.
-Así que visitaste a Lynn.
-No me hables de esa muchacha. Parecía estar tan contenta
con su oficinita y su sueldo de mierda, que era incapaz de comprender que lo
que hablaba no es mera alucinación.
-Pues.. a algunos les resulta mas fácil para no quebrarse el
creer que todo cuanto existe está bien. Es como el arquetipo de Pangloss. Al
final esa coraza es mera cobardía de aceptar nuestra propia incapacidad de
provocar un cambio en lo que es el fin de la vida. Y todos quieren preservar la
vida, por ende, intentan no pensar en la muerte.
-PERO NO SOLO SE PIENSA EN ELLA, SE VIVE! Cada una de
nuestras células se desintegra lentamente, y de a poco se va regenerando, para
volver a morir. Está en nuestro ADN. Somos los únicos seres vivos lo
suficientemente racionales como para renegar hasta de nuestros propios ciclos,
y sin embargo, seguir siendo miserables.- Estoy en un dilema. No se si dialogar
con Alex, o ser como el medico atendiendo al paciente.
-¿Y tu como te encuentras al pensar siempre en la muerte? ¿Añoras
que al salir de aquí te caiga un satélite en la cabeza?
-NO. Una cosa es aceptar esa realidad, y otra es anhelarla. Yo
no me quiero extinguir sin abrirle los ojos a la masa, que en realidad, ahora
es más masa que nunca. Y me dan ganas de hacer pan con ella, pero quedaría
venenoso. Podría generarme estupidez.
-¿Cuál ha sido tu diagnóstico, Alex?
-Algo así como…- se rasca la cabeza y ríe nervioso-
esquizofrenia. Pero no es tan grave como parece.
-Esa es una enfermedad incapacitante y grave.
-¿Me ves discapacitado?
-Dije in-ca-pa-ci-ta-do.
-Y en que sentido? ¿En el sentido de que no puedo trabajar,
y ser un gusano mas trabajándole al imperio dominante? Prefiero ser
incapacitado.
-Incapacitado en el sentido en que no te sientes realizado
con tus aspiraciones, seas cuales sean. A mi no me importa que te subordines y
vendas tus días y tus noches, me interesa que seas capaz de hacer lo que te
gusta, y mantenerte en ello sin desenfocarte.- Se queda en silencio, luego me
mira con furia.
-Odio decirte que guardas un poco de razón. Pero a estas
alturas… ni siquiera se lo que me gusta. Me han tratado años como a un título,
y asumí ese titulo como mi verdad, olvidando quien había detrás de todo eso. Quien
yo solía ser ha sido asesinado, y solo hay una sombra, mirándome, riendo, ordenándome
que hacer. Y ya no se cuan fuerte pueda ser para detenerla. DESPIERTA,
DESPIERTA. No se si estoy soñando.
-No lo estás, créeme. No soy de compartir mis ensoñaciones
jajaj.- joder, estoy hablando de mi, cambia rápido de tema.- Sería bueno entonces
escarbar un poco detrás de ese título, para saber quien eres. Porque de verdad
me intriga.
--Mire- se saca el abrigo y aparece una polera blanca, con un signo de interrogación,
y el sonríe.- Ese es mi titulo nuevo
-¿Y porqué el café del signo de interrogación?
-Aps… bueno… es que se destiñó. Antes era rojo. Pero
lamentablemente la hemoglobina, a la exposición con el sol se desintegra y las células
hematíes se mueren, y queda así.
-… ¿Entonces era sangre?
-SI, ME ENCANTA LA SANGRE! Pero eh, no comermela, no me creo
vampiro ni esas mierdas, solamente soy.
-Ya veo… ¿y desde cuando te gusta?
-No lo sé.
-¿Cómo es eso?
-NO ME ACUERDO.
-Ya veo, ¿presentas problemas no solo con tu concepción de
ser, sino que también con la memoria a largo plazo?
-¿Sabes? Hasta hace un rato esto –me apunta- estaba siendo
divertido, dinámico, ahora es lo mismo de siempre. Me quiero ir.
-Adelante.- el salta y corre hacia la puerta, pero me le
adelanto. Me planto frente a el a ver si mi altura excesiva le intimida.- Pero
me gustaría seguir viéndote, una vez por semana. En parte para ver el asunto de
la perdida de identidad, en parte porque necesito confiar en ti lo suficiente
para hacerte mi socio. Y confiar en ti implica saber cuales son tus limites, a
pesar de tener ideas muy semejantes, y poder lograr algo muy grande, necesito
saber quienes son los míos.- El ríe, de forma estrepitosa.
-JAJAJAJAJ. NO TENÍAS QUE ECHAR RAÍCES FRENTE A MI PARA
ESO.- me da palmaditas en el hombro.- Si ya me habían hablado de ti. Lynn. Debo
decirte, dijo que nuestras ideas eran una mierda, tuve que vengarme. ¿Ves? Yo
hago el trabajo sucio, yo no tengo límites cuando tengo un ideal.
-Si, he sabido de tus formas extrañas de recolectar
información para atacar directamente a inversionistas, políticos y médicos. Como
torturar, secuestrar, extorsionar, pero nunca dinero. Dentro de todo, estás
limpio.- El mira a ambos lados.
-No se si tan limpio.- Saca un aparato similar a una bala y
aspira profundamente. La fosa nasal le queda blanca.- ¿Quieres?
-Eso es veneno directamente hacia los neurotransmisores que
ya tienes jodidos. ¿QUIERES COVERTIRTE EN UNA MASA COMO TODAS, CABRÓN?- le quito
lo que sea que sea y lo pulverizo con una mano.- Pues adelante, si eres una
rata como todas las demás que solo se preocupa de adornar su miseria, ándate. No
te necesito. No necesito que estés totalmente diferido de tus sentidos, porque
vas a ser inútil allí afuera. –Me mira impresionado, y al parecer, sintiéndose
culpable.- De no ser así, y si vas a dejar todas estas sandeces de adolescente,
te espero aquí en una semana, de lo contario no te atrevas a poner un pie en esta
oficina...
Camino relajadamente hacia el escritorio, y volteo a mirar.
Sigue allí, mirando hacia la puerta.
-ANDA, VETE. Disfruta de tu colocón. Si eres relativamente
inteligente como para querer participar en esto, será el último. -Y sigue ahí. Supongo…
mmmh… si lo dejo solo aquí, destruirá todo, y me ahorrará el trabajo de tener
que hacerlo yo. Así que tomo mi chaqueta y salgo, sin siquiera mirarle. Espero
unos segundos y escucho como empieza a tirar abajo, primero las carpetas luego
los muebles, y sonrío.
-¿Adonde va?
-Ah… usted. A comprar cigarrillos.
-Ya le dije, digame Leonore.- pestañea tanto, me dan ganas
de arrancarle una una esas pestañas.- ¿Le acompaño?
-No debería dejar abandonada la recepción. No sea
irresponsable.- Ella cambia su expresión de coquetería por una cara de sumisión.
Esto se hace tan tedioso.
-Solo quería invitarle a un café…
-¿Para que un café? Si yo lo que quiero son cigarros. De
todas formas, necesito pensar.-escucho a otra enfermera corriendo, alterada.
-DOCTOR. Alguien Está destruyendo su oficina! ¿Qué hago?
-Dejarle irse cuando termine, y agendarle una cita conmigo
la próxima semana.- esta enfermera me mira, sin comprender.
-¿Cómo?
-¿Está sorda acaso? Ya se lo dije.- Echo a caminar hacia la
salida, y escucho uso pasos eufóricos, que llegan junto a mí. Es Alex, y lleva
la puerta de la oficina con un brazo.- Eres una oficina ambulante de caos.
-jajajaj. SOY SOLO UNA PUERTA.
-Gracias, odiaba como se veía.
Esto comienza a calzar.
-Gaspar, me seria mucho mas fácil venir regularmente si elimináramos
un poco esa interacción medico-paciente. No hay riesgo en la confianza dentro
de la oficina, no creo que vaya a enamorarme de ti. Auque las enfermeras…uuuy. Jajajaj-
me largo a reír con él.
-Sí, lo sé, es que debo mantener cierto profesionalismo, tú
sabes. Me están considerando para ser el director general de este Hospital, y
por lo menos por ahora debo disfrazarme para que me entreguen el cargo, y luego
ya…comenzar.
-¿Disfrazarte? ¿Comenzar? Yo lo sabía, los humanos no son
tan altos! ERES UN ARBOL!
-Disfrazarme, simplemente. No soy observador pasivo con ojo clínico
de los casos que llegan a mí, Alex. También tuve, y tengo problemas de esa índole.
En muchos métodos arcaicos nunca existió una solución como tal, y allí es
cuando emerge la pregunta ¿Cuándo el delirio deja de ser delirio y se vuelve
nuestra propia identidad? ¿En que punto negamos nuestra propia relación con
nuestra irracionalidad, y la intentamos esconder para lograr una vida menos
sufrida, en una sociedad donde se vive del engaño? Ese es el dilema que se nos
presenta constantemente. Fármacos que si nos estabilizan y nos ayudan a
descubrir quienes somos, totalmente mal utilizados. Es como usar la solución
relativa de forma indiscriminada: en algún punto, se llega a dudar de ella. O
de lo que crea de nosotros….
-Pero aun así tendrás que disfrazarte por ahora, ¿no te
parece contradictorio?
-Es porque hay algo más importante que lograr. Y está tan
cerca… Yo tengo ideas, muchas, impulsadas muchas veces por tus investigaciones.
Tengo planes, una serie de actos que pueden ayudar a transformar y cambiar la visión
de existencia contemporánea. Si me nombran director de este sitio, podremos
tener una sede, donde dejar el material y planificar, sin levantar mayores
sospechas. Llevar a cabo por fin el pensamiento y llevarlo a la praxis. Si
hemos perdido nuestra identidad todos, podemos encontrarla en los puntos de
riesgo.
-Vaya, Gaspar. Tú y yo somos dos mierdas de casi lo mismo,
te falta ser mas agresivo, te ves como muy…- me toca con el índice de nuevo y
levanta una ceja- tieso. Además de que pareciera que no te arriesgas tanto.
-Jejej. Las mutilaciones no son lo mío, Alex, te las dejo a ti.
-PERO SI SON EL PARAÍSO. El problema es que está aun el
precepto moral de que hacer eso es malo, y me inducen a que mis pesrsonalidades
me juzguen. Y NO SALEN DE MI CABEZA. No importa, si tú no quieres, más para mí.-
se tira en el pasto, y yo me siento en una banca frente a él- y para esto me
necesitas, ¿verdad? Para eso me enviaron hasta ti, esto ha sido una conspiración
como muchas, pero esta está valiendo la pena un poco.
-Alex. Deja las drogas, te lo digo muy en serio, no quiero
que por jugar así con tu sistema extrapiramidal en cualquier momento pierdas
contacto con tus capacidades y quedes reducido a nada. Muchas veces lo he visto.
Y por lo que he leído de tu trabajo, y lo que hemos hablado hasta ahora, eres
necesario. Y yo no le entrego mi respeto a cualquiera.
-JAJAJAJA. Pareces un Lord, Lord Gaspar, Lordlordlord.- pega
un brinco y se sienta en la banca junto a mí.- Lo consideraré. ¿Y los cigarros?
-Ya tenía... Era una excusa para salir, y toparme contigo.-
saco un cigarrillo, le ofrezco otro, y fumamos.
Entramos de nuevo al hospital. Decido darme una vuelta por
el pabellón de psiquiatría donde están internados algunos. Alex me acompaña. ¿Por
qué? No sé. De pronto, el queda mirando a una chica de pelo oscuro, que está
sentada junto a la ventana mirando con furia a la gente. Las apunta con los
dedos e imita a una pistola siendo disparada. PIUM, PIUM. Y sonríe.
-TU.
-YO.
-… - no se que decir, así que solo veo la interacción y la
estudio.
-UNA VEZ TE VI.
-¿UNA VEZ MÁS QUE AHORA?
-SI.
-NO TE RECUERDO.- dice ella y vuelve a su labor. Alex se
acerca, y la zamarrea.
-No me recuerdas por los remedios, yo lo sé. Pero te
recuerdo, y algún día, algún día, vamos a destruir todo esto.
-Y a recordarles a todos que la decadencia es la otra parte
de la existencia- susurra ella, al parecer, recordando vagamente algo.
-ALGUN DIA TE VOY A SACAR DE ACÁ, y habrán muchos cuchillos.
-Y puertas giratorias.
-Disculpe-aparece una enfermera, y me interpongo.
-¿Qué sucede, enfermera? Este muchacho tiene una visita
autorizada por mí.-Alex voltea molesto y sale disparado de la sala.-Eh… visita
que ya terminó, Con su permiso.- y camino detrás de él.
-Los fármacos…yo lo se, le quitaron quien era. Hay que
sacarla de aquí. Tienes que ayudarla.
-Puedo estudiar su caso, a ver que le están administrando, y
ver como seguir el tratamiento fuera de aquí, no puedo hacer mucho.
ESO YA ES MUCHO. Hazlo.- En la recepción, busco su ficha, fijándome
e la fotografía que coincida con ella.
-¿De donde la conoces?
-De la calle. Ella era conocida en su barrio, por llenar los
televisores de sus vecinos con basura, y causar problemas. Hablamos mucho. Ella
no sabe mi nombre, pero yo si sé, así que por favor, ayúdame a sacarla cuanto
antes de aquí. No tiene porqué estar aquí.
-Mmmmh… El fármaco intravenoso que le suministran es
bastante fuerte. Tendrá problemas a la memoria durante un tiempo más, hay que
tener precaución.
-Yo la cuidaré. Ella puede ser sumamente importante en el plan
en el que me has incluido, Gaspar, confía en mí. No hay mucha gente dispuesta a
hacerlo todo por algo así- está tan afligido, que asiento con la cabeza,
simplemente.
-Ven mañana, a esta misma ahora. Cuidarás de ella, hasta que
el plan tenga esta sede, ¿entendido?
-Oh, Gaspar. ERES TAN NO TAN PODRIDO.- me mira eufórico y me
extiende la mano, apretando fuertemente, y luego sale corriendo.
Camino De vuelta al pabellón. Hoy ha sido un buen día. Alex,
pese a ser tan saltón, se ve comprometido, y sumamente consecuente con sus
ideales. Y esta chica… me está apuntando a mí. PIUM.
Daire.
A ver que nos depara la agonía mañana.