¿Cuan idiotas podemos llegar a ser?.

Una y otra vez vamos por ahí dispuestos a no perdonar, a enviar al carajo, y a veces un puto temblor en la mente nos corrompe, nos hace meditar una segunda vez, y decidimos dar el perdón (¿me lo vas a negar?, al menos una vez te tocó pasarlo), podemos llegar a sentirnos arruinados, las grandes historias que viviríamos se ven como pequeños relatos de un futuro que no fue, y a los siguientes días seguir cayendo y perdonando. Es así como llegamos al final del camino, pensando en todo lo que no hicimos. ¿Es eso lo que queréis? ¿Morir así sin más, sin dar la lucha, sin descubrir el sentido B de la vida?, ese sentido único e inigualable, que separa tu humanidad y sentimentalismo del absurdo romanticismo contemporáneo.

Tenemos mas pasiones que aquellas de rojo color, o aquellas que poseen un lado de la cabeza que detesta ser cubierto y cegado.

Jok~, el idiota que debería estar durmiendo.