Secos los penachos, húmedo el corazon. XIV. La harley.

Al borde del agua, en las putas rocas, pienso en el tiempo perdido, muchas putas, muchos cantos en los restoranes diurnos, me acuerdo de la muy puta de Denisse, que puta no era, pero mi amor no le valía, alguien era mejor para ella tal vez... y el tiempo lo confirmó. Cargo todo mi equipaje pues me dejaron de aceptar las putas en la pensión, tocará buscar otra. A lo lejos oigo el rugir de motores, no son automóviles, suenan como motocicletas furiosas, como si fueran 100, tal vez es solo una muy potente. Volteo y veo una pequeña multitud, unas 50 personas, el escándalo es grande, a lo lejos veo que en efecto,  4 motocicletas al estilo "chopper" se aproximaban. Hay pancartas que hablan de "Las Viejas Putas", el olor a licores y marihuana inunda  el ambiente, al aproximarse las motos veo que la primera es en efecto una Harley... lleva a bordo un tupo alto, de pelo largo, su motocicleta lleva por bandera una Jolly Roger, con los ojos en espiral, como si estuviera loca, algunos grupos comienzan a gritar por "el loco"... no tardo una puta mierda en reaccionar... ¡EL LOCO DE LA HARLEY!, en la multitud se oye alguno que otro "Grande Johnny!", ¡Debía de ser el!, corrí tras el tipo con todo mi equipaje a cuestas, la moto estaba en un semáforo, la luz verde parpadeante de los peatones se reía de mi mientras yo trataba de alcanzarle... demasiado tarde. "¡PUTO RAMIRO!, DANIELA Y JOSÉ!" fueron las palabras que logré gesticular pasado un rato, aceleró, dio una vuelta en u, paró junto a mi, saco un papel y escribió, parecía firmar un autógrafo... vaya, un puto autógrafo, de que carajos me sirve. Me lo entregó y se fue, se fue con el viento. Yo sudado agitado y malhumorado... ¡UN AUTÓGRAFO!, vaya mierda. Volví a las rocas, abrí el papel para satisfacer la curiosidad y descubro una nota. "A las 6 en el caballo tuerto", el caballo tuerto era una estatua en mitad del cerro que, solía poseer de jinete un heroe nacional, pero el clima y el tiempo sacaron al tipo de encima y el caballo perdió un ojo (lo pintaron de negro).

Tenía tiempo, eran las 1 de la tarde... volví a las rocas a contemplar la marea y pensé seriamente en tirar todo a la mierda. A final de cuentas el loco tal vez estaba menos loco que yo, un idiota que lee un Diario y sale a buscar a su dueño a todo precio. 

De los nervios con el puto encuentro, y emocionado también, tanto tiempo buscando pistas del puto vagabundo y por fin encuentro algo coherente... aunque tampoco es que la pasara mal las ultimas noches. 

SECOS LOS PENACHOS, HÚMEDO EL CORAZON XIV. LADO-B.

Norte, sur, afueritas del país, por carretera con instrumentos en la espalda o a veces a bordo de una furgoneta, garitos, estadios pequeños, pistas de baile hechas escenario, alguno que otro bar, me recordaron al sombrero de copas en este viaje, ahora toca llegar a Bonafuerte, estamos entrando en la ciudad a bordo de las yeguas, la Jolly Loco flamea como nunca, hay un calor de mierda en el ambiente, pero tocará refrescar con cerveza, y a la noche, después de tocar, unas sucias para el frío. Solo me preocupa la escasez de coca, pero acá aparecerá mas de alguien que me pueda ayudar con todo esto. La ultima vez que vine a esta ciudad me topé con el desdichado, haciendo planes para instalarse acá Y  hoy, a mas de un año de aquel encuentro vengo a tocar en su puto local. Acompañados por musas y putas (y bien putas ojalá), mas la gente que nos vaya a ver, una jodida maravilla. Después del incendio ha valido la puta pena todo aquello.

Hay gente que nos ha venido a recibir, hay pancartas, gritos, buen aroma. Estirar un par de veces la mano y pasar de largo. Me estanco en un semáforo, juego con el acelerador y cuando está apunto de darme la verde oigo gritar. "¡PUTO RAMIRO!, DANIELA Y JOSÉ!", ¿Quien carajos conocería semejante historia?. Hay gente alrededor y me parece una pésima idea pararme a conversar ahora, se me vendrían encima y no podría conversar en calma. Tocará citar al tipo, y a ver si se anima, media vuelta, papelito y a rodar.