Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

Delirio: el ahora no es (XII)

martes, 4 de junio de 2013

Publicado por Gwÿnt.

Capítulo doce: Sobre rieles del caos (Episodio segundo, y final de la Primera Parte de la historia.) (pero volverá (lo exige la misma historia dentro de mi cabeza, es trágico.))



Es temprano. El estacionamiento subterráneo del Banco Central está prácticamente vacío. Luego de un segundo descubro que con mi abrigo largo desentono, asi que me lo quito, quedando en la usual tenida de terno y … esperen, no uso corbata. Me apresuro en estacionar, y dejar una parte de los explosivos debajo del auto. Bajo del mismo, y me dispongo a dejar la maleta con el resto dentro de distintas cajas de electricidad, cuya llave mágicamente poseo. De algo ha servido malgastar gran parte de mi existencia siendo influyente e intentando lograr algo.
-Vaya, ha sobrado bastante.- exclamo mientras miro la maleta, pensando si colocar todo acá para asegurarme, o dividir esto entre mi próximo punto de explosión y guardar algo. Ventajas de racionalizar.
-Oiga, usted.- giro y veo a un guardia.- ¿Qué hace aquí tan temprano?
-Oh… este… me han citado, para un traspaso de dinero. Verá, soy psiquiatra, de una asociación en contra de la farmacología y el Mercado de la medicina, y he hecho un giro millonario destinado al ministerio de Salud. Eso explica porqué estoy aquí.- si, por los nervios, he hablado mas de lo usual, y el guardia solo me mira, estupido, pareciera que ni siquiera me ha escuchado.- Entonces… ya me voy.
Mientras avanzo hacia la salida, apreto el botón del llavero. Está activada. Probablemente encuentren los dispositivos, pero no podrán sacarlos, y les dará tiempo de huir.
Camino hacia la calle, y saco mi bicicleta retráctil para realizar la misma operación en el Ministerio de Salud. Malditos idiotas, jamás apreciaron mis esfuerzos por ayudar a la naturaleza pura del ser humano, sino que quisieron llenarse los bolsillitos del puto billete. ¡BILLETE QUE NO VALE NADA! Las monedas de 1 centavo son mas preciosas. En la entrada del lugar, guardo la bicicleta, y le muestro al guardia la citación.
-Oh, señor Villalobos, lo estan esperando en la Sede Central.- dice, adulándome. Este tipo, serguramente, terminó de guardia por su complejo notorio de inferioridad, tiene una cara de cachorro esperando ser alimentado tremenda. No caeré en estas trampas, estas personalidades no existen de verdad, es la ciudad, es la vida del sometido citadino.
-Muchas gracias, colega,- sonrío y le toco el hombro, ante lo que él se relaja.- ¿Dónde es la Sede Central?
-En el subterráneo.

ESTO ESTÁ RESULTANDO DE MANERA SUMAMENTE HERMOSA.
-Pero Señor Villalobos, no podemos romper esos acuerdos, es mucho dinero invertido en esos medicamentos. La empresa de la farmacéutica, gracias a estos avances, va de la mano con el ejercicio de la psiquiatría.
-Comprendo su perspectiva del paciente como cliente y no como persona, ¿pero donde queda el Codigo de Etica Médica en todo esto? Es realmente mas importante las exuberantes sumas de dinero que está manejando el sector de Salud Mental y que apenas está siendo invertida en tratamientos poco eficaces y en sustentar la existencia de hospitales psiquiátricos? Muchas veces me llegan “pacientes” que ni siquiera representan un riesgo como tal.
-Tal vez no aparenten representar un riesgo, pero si han sido llevados allí, es porque cumplen con los criterios mínimos del DSM-5.- dice un viejo cuya cara no puede estar más arrugada. Es como el fantasma del DSM-1 .. aaaagh, quemar, quemar.
-¿Insinúa usted que mis diagnósticos están equivocados?
-Insinuo que tal vez, como jovencito que es, intenta practicar tecnicas mas New Age.
-Oh, abuelo, usted es un come mierda.- A veces, puedo perder la compostura.- No tiene que tacharme de hippie solamente porque soy integral en mi forma de tratar con los pacientes. Que cumplan con los requisitos fiundamentales es algo, pero hay que abarcar la totalidad de una enfermedad y sus expresiones tanto fisicas como psicológicas antes de jugar con algo tan serio como una patología. La medicina se ha ensuciado con seudo médicos que para ganar mayores bonificaciones diagnostican enfermedades inexistentes, y eso sucede en todas las áreas, y ustedes lo saben, y por el dinero, guardan silencio. Les tengo una propuesta. Pharmavita, la empresa farmacologica principal en enviar visitadores médicos a los centros de Salud mental, tiene un trato con ustedes. Rómpanlo.
-Jajajaja, usted, además de irrespetuoso y necio, es iluso. ¿Qué nos ofrece?- lo miro con desprecio y le tiro el cheque que he sacado antes del Banco (que está a punto de volar en pedacitos, esto no sale en los manuales.) Su cara de impresión y de hambre por el dinero es repudiable.- Tenemos un trato.
-Quiero ver como lo rompen ahora mismo.- digo con seriedad. El Presidente del Ministerio llama a su secretaria y le dice que envíe un fax a Pharmavita, terminando el contrato por irregularidades, y que adjunte unos papeles demostrando esa acusación. Esperamos en silencio un rato, y todos nos miramos con cara de psiquiatras, hasta que aparece la secretaria.
-Ya está enviado y recibido el mensaje, los visitadores médicos de esa empresa ya no tendrán acceso a las areas de salud mental, señor.- El tipo le escucha, pero solo puede mirar el cheque.
-Bueno, señores- me pongo en pie. No hay nada más que hablar. - Me despido con mi usual reverencia y salgo a la sala de espera. Aprovecho la soledad para encontrar el sitio que Sid me indicó. Un espacio vacío donde debía haber ventilación, muy bien camuflado. Apreto el segundo botón.

Salgo campante con mi maleta, cuando recuerdo ver la hora en mi celular. Tres llamadas perdidas de Leonore y…. 27? De Dumb. Pero que mierd…
Una explosión, en la dirección del Banco, y luego otra, y otra, en el mismo sitio. Las llamas se ven aún desde la distancia. OH, PERO QUE SORPRESA!. Miro a la lejanía con cara de estoico mientras desmonto mi bicicleta y voy al Recinto. Al rato, cuando voy pedaleando lejos, escucho otra explosion. Asquerosos seudo médicos, ojalá queden bien asaditos. Por dentro, sus libertades ya habian sido abrasadas por la codicia. La la la.

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Mi parte de la misión ha sido bastante facil. Como es tan temprano, los trabajadores y demases que debían estar en la sede de la Izquierda, no están. Lo cual es bueno… me hubiese incomodado y frustrado mucho el tener que evadirlos y esconderme, me sentiría mas insegura de lo usual. Entro por un espacio de la reja faltante sin dificultad (ahora veo porque me han enviado a mi), y simplemente he tirado la mitad de los explosivos de la maleta por la ventana. Lo demás ha sido simplemente apretar el botón y esperar un instante. Menos mal que ha sido así, y que no ha habido nadie, realmente me asusta poner en riesgo a alguien, siento que no es necesario, que no se lo merecen.
Camino lentamente hacia la esquina donde me encontraría con Gaspar. Pero no aparece….
Suele ser puntual, algo debe pasar. Suena mi celular. Lo cojo con cuidado y contesto con un hilo de voz.
-Francesca, soy Gaspar, estoy…- debe estar pedaleando, suena cansado- en camino al recinto, ve hacia allá, rápido.
-Si señor.- le cuelgo y cojo el primer colectivo que pasa, luego de un largo rato de espera. Ay, voy a llegar muy muy tarde. Mientras nos vamos alejando, se escucha una gran explosión.

Oh… ojalá nadie haya estado caminando por allí, creo que me excedí con los explosivos. Mi error…

Al llegar allá , intento entrar por la puerta principal, pero está bloqueada, y se escucha todo un escandalo en el segundo piso… oh. Me asomo  hacia el patio del recinto, y hacia la entrada trasera, veo salir a Gaspar, con… Dumb?. Cierro los ojos para ver mejor, Si, es Dumb. ¿Por qué ahora? ¿Porqué van a la oficina de Gaspar?...

...¿Porque Gaspar lleva aún una maleta de explosivos?
Corro hacia la entrada trasera y subo rápido al segundo piso. Si es que es lo que creo, ya… ya no hay vuelta atrás. Solo queda evitar esta explosión. Miro hacia todos lados y no veo a nadie, y sin embargo, desde el final del pasillo escucho ecos de voces rugiendo.

Me siento tan sola.

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Sigo en el piso. Ninguno de estos hijos de puta hacen algo aun y eso que están todos armados. Que tenga que hacer todo yo. Me afirmo de mi estomago, a ver si las patadas del gorilón me ha roto alguna costilla, y de ser así, me la saco y se la entubo en la puta boca. No, nada. Me invade la ira. Yo sé lo que va a hacer Gaspar…yo se… yo se. POR LA MIERDA. Yo se que era un hijo de puta a veces pero lo hacía a proposito. Vale mucho más pelear con el al lado que con la puta sarnosa de Leonore. Intento pararme lentamente para aparentar sumisión.

-¿Así quieres terminar esto?
-Esto es culpa tuya y de Alex, Daire, de nadie más. No solo contentos con su instinto psicótico y destructivo, aprovecharon y les lavaron el cerebro a las demas personas que estaban en paz aquí.
-QUE? JAJAJAJAJA- mi risa es descomunal, como se atreve, puta, puta.- ¿Nosotros lavarles el cerebro? NOSOTROS SOMOS LA LIBERTAD. – Un guardia se acerca hacia mi pero Pete se para junto a mi y lo mira desafiante.- Estas “personas” no estaban en paz, estaban muertas en vida. ¿Alguna vez les viste alguna sonrisa? ¿Alguna emocion? No te atrevas a decir quienes somos si nunca has estado de nuestro lado. Tu estás del lado de las perras que se comen la basura.
Un guardia se acerca y me toma por el cuello, estrangulándome deprisa, a lo que Pete responde, dandole un cuchillazo en el brazo. Toso y escupo sangre, no sé si por la civilizada respuesta reciente de este mandril, o las patadas en el estomago. Y QUE IMPORTA. Alex reacciona y de un salto se pone en pie.
-OH, PERO QUE BONITO- y con su cara de maldad, saca dos cuchillos de su abrigo.- Vamos, pequeños, es hora de demostrar que estamos hechos de pura voluntad.

Los guardias dan un paso al frente, y los camilleros, atemorizados y dudosos, les siguen. Leonore se mantiene al fondo, asustada.
-TÚ VAS A SER EL PREMIO FINAL, y va a ser un verdadero orgasmo tener tus entrañas en mis manos. Esta es por todos nosotros! – Le digo empuñando el hacha y mi cuchillo mas bonito. Es increíble cortar carne, emergen sangrientas obras de arte comestibles. Pero a Leonore no me la como, a Leonore la meto en un escupidero. Nos disponemos a enfrentarnos, y se escucha una explosión desde el patio trasero. Alex me mira aterrorizado y me susurra.
- ¿acaso es lo que creo…?
-Esta es por Nosotros, y esta es por Gaspar.- las palabras me salen atropelladas por la furia. Ahora son un lobo. Un lobo que de pronto escucha a una personita abriendose paso entre la multitud y llegando junto a mí y a Alex.
-Pero… pero.. ¡¡¡ QUE ES TODO ESTO, QUE ESTÁ PASANDO !!!
-Oh, Francesca, bienvenida.- le saluda Alex cordialmente.- Pasa que esta es nuestra misión con Daire. ¿Cómo te ha ido a ti?
-Bien. – parece que con la mano del brazo fracturado intenta decir algo, y de pronto comienza a gimotear.
-¿Qué pasa, muchacha? ¿Te hace falta un cuchillo en ese brazito fracturado?- le muerdo el yeso a ver si puedo sacarselo.
-No…Gaspar… Gaspar causó esá explosión…. – miro a Leonore con toda la rabia que los dioses el Olimpo me puedan dar, y ella se acerca preocupada.
-¿La causó? Pero … pero… está bien, ¿verdad?
- EL LA CAUSO Y EL SE QUEMÓ EN ELLA, POR TU CULPA HIJA DE PUTA.- la cojo del cabello y se lo tiro. Ella grita y se aleja. Tomo el monton de pelos que le saqué.- Asi de delgaditos van a quedar tus trocitos, ¿te gusta? Hay que mantener la linea.
-JAJAJAJ. Hasta en esa mierda se ve la sumisión de las ovejas, mantener la puta linea jajaj. BEEE- BEEE.
- Vamos, perra, has de mover a tus bufones, no tenemos todo el día.
-¡Si! Ya que no nos dejan salir por las buenas, tendrá que ser por las pesimas.- Martín hace unos movimientos bastante impresionantes con el cuchillo. Se le acerca el tipo obsesionado con los cuchillos bonitos, y le cambia el arma.
-Ese movimiento se va a ver mejor con este cuchillo- dice con asombro, delicadeza y amor.

Miro a Alex. La verdad, estoy bastante asustada en este momento. No sé que va a salir de todo esto, y la combustión de Gaspar es algo que aun no asimilo del todo, pero se que me duele.  Me devuelve la mirada, y tambien parece abatido por la incertidumbre de este acto temerario por la libertad. Nuestra incertidumbre es la de todos los que están en esta habitación, pero por primera vez, tenemos una bandera, que es completamente nuestra.
-Adelante entonces- dice ceremonial Alex.- que no hay linea de fuego que nos detenga de esta hermosa masacre!- Corre deprisa, y le sigo, y nos siguen unos cuantos, mientras los otros se quedan atrás, y Francesca, por supuesto, con ellos.
El primer choque de Alex es con un guardia que le propina varios golpes.
-VAMOS, HIJO DE PUTA, PEGAME MÁS FUERTE, QUE TODAVIA ESTOY CONSCIENTE.- cuando ve que intentan inmovilizarlo y un camillero se acerca con una inyeccion, soy la primera en dar un salto y clavarle el hacha en plena sien. El guardia me mira impresionado, mientras le tiendo la mano a Alex.
-Necesitaba un cambio de estilo su vestimenta, el blanco va bien con sangre rojita.
-LA SANGRE VA BIEN CON SANGRE.- Se abalanza sobre el guardia, y comienza a darle reiterados golpes hasta que este cae. Volteo a ver a Martín, que está tranquilamente esperando a ver quien se le acerque. Es una guardia, que se acerca sigilosa, mientras Martín sigue apoyado en la pared, mirandose las uñas. Cuando la guardia se acerca demasiado a él, él saca el cuchillo y con un rapido movimiento la deja inválida de un brazo y una pierna. Luego vuelve a apoyarse a esperar que alguien le ataque. Pete y la chica de nombre desconocidoooooo también están actuando saltando desmesuradamente para aturdir a un guardia, y luego le dan un golpe con el cuchillo que le cruza de una mejilla a otra. Estoy sintiendome realmente inspirada de ver todo este choque ideológico a favor de la liberación. Esta sangrecita en el suelito es la expresión viva de que estamos dispuestos a hacer lo que sea con tal de ser. Hasta que volteo, y veo a los temerosos del fondo, y Francesca, mirándome con miedo. Aaaaaaaaaaaaaaaagh maldita sea, como odio los afectos. Camino hacia ella, y no siento a un guardia que me coge por las espaldas y trata de amordazarme con la mano asquerosa.
-SUELTAME, MALDITO. HUELES A SUDOR HUMANO, IAJ!- le doy la mayor cantidad de patadas que puedo, pero el tipo se bestializa y me mete el puño en la boca, asfixiandome. Aleteo y aleteo pero no estoy logrando escapar, no puede ser, ni siquiera puedo morderlo y sacarle la mano. Mágicamente, aparece Francesca y le clava en una mano un cuchillito al homicida este, que grita de dolor, me suelta y queda de rodillas. Cojo el cuchillo, y toso, agitada.
-Se supone que tu eres el civilizado, el de uniforme, el niño bonito que maltrata a los locos y a los peligrosos.- le doy una bofetada que suena deliciosa.- oh, que deleite ese sonido. ¿Dónde iba? Ah si, veras… los locos y peligrosos, no somos ni locos ni peligrosos, es pura…- me acerco a el y le susurro sonriendo- supervivencia.. Vemos lo de sus jodidas vidas lo que ustedes reniegan y tratan de esconder, pero no logran aceptar. Y por eso, somos imparables, y no tenemos miedo, por eso NI UNA CORREA NI UNA REJA NOS VAN A HACER CAMBIAR. Porque nos abrazamos a nuestra naturaleza… y amamos la podredumbre. Pero no tu podredumbre, esa ni sirve. No te necesitas más.- Le entierro el cuchillo en el estómago, a ver que tan lento se desangra. Giro a ver a Francesca.
-¿Cómo PASO ESTE MILAGRO!?- la tomo en brazos.
-Estabas en peligro… ustedes son todo lo que tengo, sin ustedes solo sería una dispersión de inseguridades… además… por Gaspar.- escuchar su nombre me trae el sabor colérico. Dejo a Francesca aterrizar de vuelta en el suelo, toso y vuelve a salir sangre. Giro y veo que no ha sido necesario matar a todos los guardias y camilleros, algunos han logrado salir y correr por el pasillo, e increíblemente, los que antes estaban rezagados y atemorizados han logrado amordazarlos para impedir que escapen aun. Todos hemos participado, que bonita colectividad, con amordazamiento, sangre, armas, y explosivos. Mierda, los explosivos, no se cuanto tiempo (estúpido) ha pasado, pero tenemos que salir de aquí ya. La puerta está desbloqueada, excepto por dos guardias, y Leonore, cuya cara ya presenta sintomas del estupor al ver unos pares de cadáveres junto a ella, pero que sin embargo, no ha querido huir. Creerá que podrá conmigo, la muy purulenta. La miro, con todo el repudio que siento hacia la humanidad entera, enfocada en ella. Ni siquiera en los guardias, en ella.

-EH! Podemos repartirnos el motín final! ¡Yo quiero un guardia!- Alex está divertidísimo, y Francesca lo mira a modo de reproche- No puedo evitarlo, cortar a los humanos es TAN DIVERTIDO.- Se tira los pelos de la cabeza y se pone frente a un guardia. Y se acerca, MUCHO.- YO SUPONGO QUE TU TE ACUERDAS DE MI.- El guardia solo lo mira, no responde- ES IMPOSIBLE QUE NO TE ACUERDES, DOS VECES YA HE ESTADO ACÁ.- y nada.- ¡POR LA MIERDA, RESPONDE! No…- se aleja- mejor no lo hagas, y yo hablaré por ti.- Imita la postura del guardia-  “Soy el guardia cerebro de mierda, y mi vida es lo que yo soy, BACTERIA, UNA PUTA BACTERIA. Me dedico a insultar a los pacientes que están incapacitados de defenderse, porque soy tan grande, TAN VALIENTE. Pero soy tan tan tan torpe, que nunca pensé, que se iban a vengar, y que se iban a acordar. ME TIRASTE ORINA, PUTO ASQUEROSO, OJALA LOS RATONES TE COMIERAN LA CARITA DE IMBECIL QUE TRAES.- le da una patada en plena mandíbula, que se la disloca, y el guardia cae, quejumbroso al piso. El otro guardia se dispone a intervenir, pero Pete se abalanza furioso sobre el. El guardia responde empujandolo con fuerza, y tirándolo al piso, a lo que Pete se queda tumbado un rato. La chica de nombre desconocido le ayuda a ponerse de pie, y entre los dos, miran al guardia, asintiendo con la cabeza. El se asusta y se apega a la puerta tras sus espaldas.
-BUENO, ¿NO QUERIAN JUGAR LOS PERRITOS? APRENDAN A PERDER, Y A SER CARNE PARA LOS VERDADEROS LOBOS.- le apunto con el hacha (si, me encanta apuntar con las hachas)  y con un movimiento más exigente de lo habitual, logre cortarle la mano. Alex corre y la pisa, y salta sobre ella, hasta volverla una mierda de papilla.
- Y con esa puta mano nos golpeaste y mira, ha vuelto al suelo, donde pertenece.- se acerca al ahora-guardia manco, y le coloca el filo del cuchillo en la mejilla, mientras le susurra al oído.- ¿Cómo nos decias al despedirte? Ah, si… HASTA NUNCA MALDITO FENÓMENO.-Le clava el puñal de oreja a oreja, y el pobre tipo queda con una cara graciosisima.
-Vaya- exclamo- pareciera que estuviera feliz. Tal vez la sensación del cerebro atravesado no es tan mala…- miro a mi cuchillo y me tiento… No, no. El guardia con la mandíbula rota sigue allí. Pete le dio la oportunidad de ser amordazado como los demás, pero éste se negó. Ya está resignado.
La chica de nombre desconocido en un atacazo artistico, decide quitarle la nariz, las orejas y los ojos, e intentar cambiarlos de sitio. Durante un rato fue entretenido, ademas que verla sentada en posición de loto haciendo esto, realmente da la impresión de que está jugando. Pero los gritos de dolor del tipo ya son abrumadores. Miro a Pete, y este me asiente, y luego le corta el cuello al Señor cara de papa muerta.

Los dos guardias rematados, y ahora solo queda Leonore, que está temblando, y hace temblar a las puertas que estan próximas a abrirse. De pronto recuerdo.
-Alex, los explosivos.
-Aún queda algo de tiempo, remátala, remátala!- y empieza a saltar.
-NO.- pongo la vista en el piso, y frustrada, cierro los ojos.- Esto es personal.

Me acerco a ella, la tiro hacia delante, con un par de alambres le inmovilizo las manos, cojo tela de mi abrigo y se la amarro en la boca, para después empujarla.
-Camina, zorra de circo.
-¿Adonde la llevas?- me pregunta Francesca, inquieta.
-A una habitación, tener cierta privacidad- donde pueda ser macabra sin que tus ojitos ya-no-tan-puros puedan juzgarme muahaha. Volteo y le doy a Alex y Pete la orden- Muchachossssssssss, ustedes salgan, y aléjense un poco, llevense a los amordazados. Cuando yo salga, liberenlos.- Ellos asienten.
-Pero date prisa, esta cosa va a explotar en cualquier momento, y no es la idea que perdamos a otro de os más preciados con que contamos.- Pete me mira profundamente a los ojos. Este tipo está mucho mas informado de lo que parece.
-Está bien, vayan.

Mantengo apretada a Leonore a la pared mientras espero que todos salgan y se cierre la puerta. La giro, y le afirmo el rostro para que me mire fijamente, solo a mí, su infierno.
-Será aquí, tan cerca de la salida. Pudiste escapar, pero preferiste ser consecuente con tu traición hacia nosotros… Hacia Gaspar… nunca te quiso, pero tu lo querias, y tu si defiendes todas esas mierdecillas melosas, y permitiste que no tuviese otra elección mas que morir por nosotros. ¡POR NOSOTROS, PERO NO POR TI!.- ella cierra los ojos , y se echa a llorar.- Oh.. ¿te duele el recuerdo de Gaspar?  ¡TE DUELE A TI! JAJAJA. Tu no sabes nada de dolor, nunca te has entregado a nada y nunca lo has perdido…por culpa de otros.- empiezo a rugir, yuju- Por culpa de verdaderos humanos que son ESPECTÁCULOS DE INSTINTO E INFERIORIDAD COMO TU , CERDA.- le apreto el rostro, para hacer que la presión craneana aumente, y ya me abandono a mis instintos. Comienzo a magullarle la cara, mientras ella grita de dolor y se desliza hasta caer al suelo. Estoy encima de mi presa, rasguñándola, mordiéndola. Logro al fin, AL FIN, sacarle a alguien los ojos con los deditos.- NO QUIERO QUE TENGAS EL HONOR DE VER MI PUTA CARA PODRIDA MIENTRAS AGONIZAS. – hago que se trague los ojos (tal es eso sirva de colonoscopia, no se.) y ella comienza a hacer arcadas, mientras yo me rasguño el rostro, la máscara.
-Oh, arcadas, no sabía que el vomito puede vomitar, Es como una autoextension del ser.- Le cierro la boca de un golpe. - Querida, es de mala educación vomitar los ojitos que te regala la gente, más si son propios. - Comienza a tratar de balbucear algo, y ya de pronto, esto se me vuelve sumamente tedioso, asi que decido darle fin.
-Si tuviese mas tiempo, esto hubiese sido mejor… espera… puede llegar a serlo.- le clavo las manos a la pared con unos cuchillos, y le hago pequeños cortes verticales en el antebrazo. – Si tienes suerte, te vas a desangrar antes de que este sitio explote. Y creeme, he sido benevolente contigo para con todo el repudio, la rabia, y la tristeza que siento en este momento.- Camino hacia la puerta, y luego me devuelvo a mirarla con el único ojo que no me tapa el puto pelo- Lo olvidaba., PUDRETE EN TU ENFERMIZO INFIERNO.

Bien, habré sido benevolente, pero visto desde afuera, todo esto puede ser terrible. Pero díganme, ¿no lo merecia? Me causa asco la debilidad de la inconstancia entre el idear y el accionar, además de la dependencia. Esto ha sido todo un engaño, Leonore nunca debió existir… asi estamos bien. Alcanzo a mirar hacia atrás, y ver lo que antes era el hermoso patio trasero. Voy hacia él, y veo los putos escaloncitos de madera totalmente quemados. Me subo a uno de ellos y se derrumba, y vuelve polvo. Las cenizas vuelan y aún se siente el calor de las llamas que se extinguieron. No…no voy a entrar a la oficina. Imagínate estan los cuerpos cociditos, que asco. El arbol… el arbol está destruído…
Ogh, creo que voy a vomitar. Me apoyo a lo que queda del árbol, atribulada, y lo único que sale de mi vómito es sangre.

De pronto suena la alarma de mi celular. ¿Tengo celular? ¿Qué utilidad tiene la alarma? Oh… ¿DONDE MIERDA ESTÁBA LA PUTA SALIDA?

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Cuando salimos al fiiiiiiiiin, a algun lugar cuyo aire no apestara a encierro y a paredes blancas los unicos que me quisieron acompañar en mis andanzas desquiciadas fueron Pete, Martín, y la chica de nombre desconocido. Los demás parecen unas putas gallinitas esperando el maíz. Habrá que dárselos, o dejarlos esperando en estado catártico a que Daire aparezca. Algunos no estan lo suficientemente preparados aun como para volver a esta realidad tan pero tan inmensa… y tan horrenda.
-PETE!- le grito desaforado hasta que las cuerdas vocales me susurran que las trate bonito. – MIRA QUE REJAS MAS BONITAS.- cuerdas vocales, se joden. Pete viene corriendo a verlas.
-Estamos de suerte, fijate que es de madera, arde y prende mas bonito.
-PRENDE DE FORMA HERMOSA.- De pronto, en un jardín, veo un montón de plantitas secas encerradas en maceteros. – NO, NO NO.- me acerco a ellas, y decido darles fin. Empiezo a saltar sobre los maceteros hasta que quedan hechos trizas.- Adiós, hermosas plantas arruinadas por la civilización humana.- De pronto, veo en la ventana de la casa cuyo jardín destruí un poquito, y veo a una anciana asustadísima mirando. Me acerco, entonces, a l ventanita para interactuar con ella.- ALGUN DÍA SE VA A SECAR USTED.- doy media vuelta indignado y tiro de la puerta de la reja para salir. Estoy frustrado, y Daire se demora DEMASIADO en salir, yo no quiero que ella vuele en pedacitos todavía. Aparece Martín.
-Pude mover a los bultos aquellos hasta una placita que esta en una callecita, a la vuelta.
-Bien, dejalos tirados ahí, ya veremos que hacemos.
-Si, los dejé, y ocurrió algo curioso. Francesca se ha quedado dirigiendolos..- Lo miro extrañado, luego miro al piso, lo vuelvo a mirar. Un escuadron de cobardes liderado por la reina de la inseguridad, con su coronita de “AY NO SÉ.” Y me echo a reír. Martín me mira fijamente, tal vez esperando respuesta. Es un tipo tan introvertido y silencioso, dan ganas de gritarle solo con su presencia.
-¿Si? Oh, pero que tropa mas útil ahora. – mientras mas tiempo pasa, empiezo a preocuparme, y no me gusta preocuparme. Camino hacia un callejón, para encontrar un poco de silencio, ha sido bastante ajetreo, y estres,  pero de pronto, se me vuelve a aparecer.
-¿Qué haces aquí?- le digo, bajito. No me responde, solo alcanzo a ver una sonrisa.- ¿De nuevo? ¿Qué mierda quieres?- sigue mirandome en silencio, y sangre corre de sus garras. Empiezo a desesperarme y colapsar.- ¿NO TE BASTÓ YA CON TODO ESTE TIEMPO? ¿Cuánto TE HAS LLEVADO, HIJA DE PUTA?, DEJA DE SEGUIRME. Ya soy fuerte… no te necesito.- paranoia total, estaré soñando tal vez. Me hago unos cortes en el brazo, y la sangre sale, pero no la siento, heladita, corriendo. Confundido, la miro.
-Despierta.- y sigue sonriendo.- despierta… despierta. DESPIERTA, DESPIERTA, ESTO ES UN SUEÑO.- corre hacia mi, y de alguna forma, me subo a un basurero y alcanzo a subir hasta el techo de una casa. Desaparece a mis espaldas.Suspiro, y me lleno los pulmones de airecito sucio de ciudad. Me miro el brazo, y… no se, los cortes ya no están. No sé adonde pudiesen haberse ido, no se. Me siento como Francesca diciendo no sé, pero es que no entiendo. Miro hacia abajo, y pareciese como si estuviese en un jodido rascacielos. Soy poderoso, pero no tanto como para escalar un rascacielos sin notarlo. Algo me está pasando. Diviso a Pete, que no está perdiendo tiempo. Desinflando las llantas de los autos, abollándolos con un palo, interactuando con nuestros vecinitos lindos.
- Hola.- sonrie a un niño que va con su madre.
-Hijo vámonos. No hables con extraños.
-NO SOY EXTRAÑO, SOMOS VECINOS.- la tipa lo mira extrañado.- Yo vivo en el psiquiátrico- y pone una sonrisa siniestra adrede. La tipa se espanta y camina más rápido de lo usual. - ¡ESPERE, NO HUYA, SOMOS AMIGABLES! ¡ REGALAMOS CUCHILLOS!.- saca varios cuchillos y se los enseña, a lo que ella huye despavorida del todo. Pete se rie. Mierda, quiero reirme pero estoy preocupado. Daire debe estar sacandole todos los organos a la puta malparida esa, si se está tardando tanto. Salto en el tejado, a ver cuando me resbalo, hasta que la veo, caminando desde el patio del recinto. Empiezo a aletearle- SOY UN AAAAAAAAVE. SOY UN AAAAAVE, Y CON LA BANDADA VAMOS A DESTRUIR EL NIDO!- de un salto, pies en el suelo. La veo venir, viene con la boca ensangrentada, y tambien la ropa.
- Que.. ¿te pusiste canibal? Pero que rico! ¿Pulmones aliñados con aire? ¿O corazón asado?
-No…- Daire habla pausadamente, y al parecer, está más pálida de lo usual.- No dejo de toser y vomitar sangre, no sé que ha pasado. - Se le acerca la chica de nombre desconocido, y le limpia a Daire la sangre del rostro.
-Se ve más bonita en la ropa.- dice de una forma un tanto obsesiva.
-Vaya, que chica mas estética. Hemos de vernos asquerosamente guapos todos.- rie Daire, y me tranquiliza un poco escuchar aquello- ¿Cómo te llamas, chica de las apariencias?
- Irma Kassandra, ahí verás tu si me dices uno, otro, o los dos, si suenan preciosos, salen colores de ellos.
-DE TODAS LAS PALABRAS SALEN COLORES, NIÑITA.-grita Daire.- Si todos tuviesen sinestesia, las cosas funcionarían de manera distinta en el jodido sistema. Alex, ¿Dónde están los demás?
-DEJANDO EL NIDO.- doy pequeños aleteos y me acerco a ella, sonriendo, ante lo que ella levanta las cejas, yo creo que esperando una respuesta.- Están en una plaza que está cerca de aquí.
-Bien, vamos a su encuentro.- sigue caminando lento, pero porque no entiendo que está pasando con nada, de los cortes no me sale sangre, alguien me robó la sangre. ¿Habrá sido Daire, y por esto escupe sangre ahora? Yo sabía. Veo a Pete corriendo y de un salto subir al techo de un auto y gritando “DESINTEGRACIÓN Y MUERTE”. Tan filosófico y trascendental todo esto, es metafísico. Tengo la ensoñación de estar caminando con Gaspar ahora, tal como lo planeamos, tal como empezamos todo esto con la noséenqueestadoestará,ojalámuymal de Leonore. Reacciono, y vuelvo adonde estamos. De frustración, agarro todos los basureros y los echo a rodar por la calle, llenando esto de desperdicios.

-COMO ES DENTRO DE SUS CABEZAS ES SU ENTORO, MIREN.- los vecinos ponen cara de paranoia.
- ay, LA PARANOIA es una enfermedad. ENCIERRENLOS!- sale Daire y los apunta con el cuchillo…

Y no sé que pasó, que me acordé de Sid. Jojojo, menuda sorpresa se va a llevar. Pero.. ¿y si regresa ahora mismo al asqueroso recinto? El tambien va a volar en pedacitos, no, no, no, el me cae un poquito bien. Tiro a Daire del hombro.
-No le avisamos a Síiiiiiiiiiid, parece que nuestro subconsciente quiere aniquilarlo.- Martín e I.K nos miran extrañados, preguntando con la cara quien era Sid.
-Es un periodista que forma parte de todo esto, ESTO.- se para Pete y lanza una piedra a la calle.- Corremos riesgo de que regrese ahora y quede traumado por el escenario y luego combustione no tan mágicamente.- Se detiene, y luego prosigue.- A mi tambíén me cae bien… no hay que desperdiciar a gente asi, que es tan poca, TAN POCA.
- Agh.- interrumpe onomatopeyicamente Daire. – En vez de darse tantas vueltas definiendo al pobre tipo, podrían hacer algo ¿no?. – Y sale corriendo en dirección al recinto. Por la mierda, ahora tengo la idea de que ella tambien quiere volar en pedacitos, asi que me voy corriendo sobre ruedas imaginarias para alcanzarla. Llego y veo el autito de Sid estacionado, y al mismo corriendo desde el recinto hasta el vehículo, con una montonera de papeles, acelerado.
- SID, HOLA.
-Alex.- me sonrie aliviado y tira la montonera de papeles a la parte trasera del auto.- Que bueno ver a otra cara amigable. Daire pasó por acá hecha un huracán, y entre sus gritos explicativos y palabras claves entendi que el lugar va a explotar muy pronto, asi que, saqué todos los papeles de importancia para continuar con nuestra labor.- Se coloca las manos en la cintura y sonríe satisfecho. Ogh… ogh ogh ogh.
-Gaspar está muerto.- Su carita de ratón goloso se transforma de a poco en una mascara de incomprensión y desdicha horrible, tengo deseos de patear el puto centro de la tierra. Der pronto reacciona y mira su celular.
-Eh… tenemos que irnos de aquí, ahora.
-¿Dónde está Daire? – pregunto y salto, tratando de alcanzar mejor panorámica, estupida vista. Y de pronto, una sensación asquerosa emerge, de que soy yo quien de a poco empieza a incendiarse. Tengo olor a ahumado, empiezo a toser.
-No lo se. Pero vámonos. AHORA.- me jala del brazo y me trata de meter en el auto.
-YO NO ME VOY SI NO LA ENCUENTRO, COMO SE TE OCURRE QUE LA VOY A DEJAR TIRADA POR ACÁ.- forcejeo, pero , no, no tengo ganas de golpearle, tampoco de acuchillarle. Lamentablemente, imbecil periodista, tiene bastante fuerza, y yo soy un maldito malvavisco delgadito sin huesos. Soy un pez. Y me está apretando el puto pescuezo.
-Alex, este sitio está a punto de explotar, Daire debe saberlo y debe haberse ido, SALGAMOS DE AQUÍ AHORA.- Y de un empujonazo, me tira encima de sus papeles, cierra con seguro, y entra rapidamente al asiento del conductor. Furioso, empiezo a escupirle a sus papeles y a comermelos. A la mierda si sirven. El auto ya está avanzando- run run mareo run run, y giro, y no se si es verdad, pero creo ver a Daire en el patio trasero, con algo que parece ser un cuerpo calcinado, y está saltando sobre el. Mierda… pero esto es desesperante, ¿Cómo VOY A SABER SI DE VERDAD ESTABA AHÍ?. Empiezo a tratar de abrir la puerta a patadas, a romper el seguro.
-No.- dice Sid- es un auto bastante seguro, incluso es a prueba de balas. Un periodista debe asegurarse.
-DE QUE SUS SECUESTRADOS NO PUEDAN SALIR. CABRÓN. DAIRE ESTABA EN EL PATIO, YO LA VI.
-Reacciona.- esta hablando golpeado.- yo estaba alli dentro y no la ví. Ahora, donde era la placita donde estan Pete, Francesca y los demás? Te apuesto mi proximo sueldo a que Daire está con ellos rompiendo algo.- no le respondo y sigo forcejeando con esta mierda, y cuando veo que estamos llegando a la plaza, me harto. Agarro el machete – y comienza a llamarme, no, no a mi, a la ventana, maldito bastado irrespetuoso- y con un golpe terriblemente fuerte y estruendoso – los peces tambien podemos tener fuerzaaaaaaaaa- rompo la ventana, y salto por ella. Empiezo a correr de vuelta al recinto, mientras Sid frena el auto y me grita desesperado que regrese.

Voy, regresando a la velocidad de mis pensamientos, cuando se escucha una explosion seguida de otra, con un sonido fenomenal- tiene buena acustica esta parte de la ciudad, debe ser el eco en las cabecitas vacías.-  Y luego de las explosiones, humo, llamas, y logro ver el recinto desmoronandose lentamente. UN MOMENTO TAN SUBLIME, y no puedo disfrutarlo para nada,. Que me quiten todo lo bueno, malditos egoístas, la unica solucion es clavarme el machete en el ojo.

Escucho otro auto a mis espaldas, pero no le presto atención. Hasta que siento un golpe en la nuca. Alcanzo a decir “Dejame morir yo.” Y me desplomo en la acera.
No me gusta desplomarme, ni dudar de lo que veo, pero yo sé, Daire estaba alli, estoy tan seguro como estoy seguro de ella y sus sonrisa gritandome que despierte. Todo esto es real, y es ahora. Y la acera está tan fría.

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-Despierta…
Despierto, solo, en una sala blanca sin sangre en las paredes y con la iluminación mas deprimente del mundo. Estoy atontado, y adormilado, y amarrado. La misma combinación de mierda de siempre, pero ahora si que no se como paso esto. Respiro al punto de que se me quieren reventar los pulmones – por favor, revientense.- y trato de mantener la calma hasta que alguien aparezca y me diga que puta pesadilla es esta, y me la cambie , porque no me gusta. Llega una enfermerita menudita y tan rompible. No, no puedo ser payaso acá.
- Buenos dias…- mira la ficha.- Alex. ¿Cómo estas?
- Pues queriendo no estar, mire esta sala, esta llena del puto mal gusto del desinterés. ¿Dónde mierda estoy? ¿Porqué estoy atado? ¿Dónde está Daire? Esta muerta ¿cierto? DIGAME LA VERDAD, ¿PORQUE ME ESTÁ MINTIENDO, MALDITA?- Ella me mira asustada, y comienza a balbucear.
-Eh…- se acerca mucho- se supone que no puedo revelarte información, pero parece que esto te importa bastante y puede causarte inestabilidad.
-NO, NO, YO SOY ASI, DEJAME.
-Bueno… pero trajeron a un par más de personas junto contigo, y una de ellas creo que era quien preguntas, es un nombre bastante novedoso para olvidarlo.
-NO ME IMPORTA EL PUTO NOMBRE, SINO LA PERSONA DETRÁS DE EL. ¿Cómo está? – me suavizo, ay si soy tan suavecito- Digame, por favor, por favor.- estoy famelico de saber que mierda esta pasando, es que no se, el techo es tan raro que ni siquiera puedo odiarlo aun.
-Entró al pabellón de cirugia, una costilla rota le laceró el estómago y estaba con una severa hemorragia interna. Estamos esperando a ver como va la operación, y luego, traerla a esta ala del hospital.- la saliva me sabe a ácido, ojalá pudiera tragarmela y sentir como me corroe la garganta y el esofago. Esto no puede ser, lo mismo no. “esta ala del hospital”. Ni siquiera puedo hacer mis gesticulaciones de furia.
-VAYASE.
-Pero, Alex…
-VAYASE, LE DIJE, no es un favor, es una orden.  Si me va a tener como un puto esclavo de nuevo, al menos demne en el gusto. VAYASE AHORA, MIERDA.- Me mira sorprendida, coje la ficha y se va. La misma puta ficha de siempre, no entiendo que pasa con nada, ni quienes están acá, y si realmente estamos, o si estoy.

¿Y si todo fue un sueño?

No se como voy a salir de esto. No sé que libertad nos aguarda alli afuera.
No sé ni siquiera si hablar de la existencia del ahora. En este sitio, todo ha dejado de ser, y se desmorona nuevamente.
Por la ventana, la vista es completamente desconocida.

(Ojalá caiga el tubo fluorescente y me atraviese las entrañas ahora mismo.)

FIN. (Por ahora.)

1 comentarios:

Prometeo dijo...

jodidamente hermoso y desconcertante.

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Concierto de Tripas.


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