Capítulo doce: Sobre rieles del caos (Episodio segundo, y final de la Primera Parte de la historia.) (pero volverá (lo exige la misma historia dentro de mi cabeza, es trágico.))
Es temprano. El estacionamiento subterráneo del Banco
Central está prácticamente vacío. Luego de un segundo descubro que con mi
abrigo largo desentono, asi que me lo quito, quedando en la usual tenida de
terno y … esperen, no uso corbata. Me apresuro en estacionar, y dejar una parte
de los explosivos debajo del auto. Bajo del mismo, y me dispongo a dejar la
maleta con el resto dentro de distintas cajas de electricidad, cuya llave
mágicamente poseo. De algo ha servido malgastar gran parte de mi existencia siendo
influyente e intentando lograr algo.
-Vaya, ha sobrado bastante.- exclamo mientras miro la
maleta, pensando si colocar todo acá para asegurarme, o dividir esto entre mi
próximo punto de explosión y guardar algo. Ventajas de racionalizar.
-Oiga, usted.- giro y veo a un guardia.- ¿Qué hace aquí tan
temprano?
-Oh… este… me han citado, para un traspaso de dinero. Verá,
soy psiquiatra, de una asociación en contra de la farmacología y el Mercado de
la medicina, y he hecho un giro millonario destinado al ministerio de Salud.
Eso explica porqué estoy aquí.- si, por los nervios, he hablado mas de lo
usual, y el guardia solo me mira, estupido, pareciera que ni siquiera me ha
escuchado.- Entonces… ya me voy.
Mientras avanzo hacia la salida, apreto el botón del llavero.
Está activada. Probablemente encuentren los dispositivos, pero no podrán
sacarlos, y les dará tiempo de huir.
Camino hacia la calle, y saco mi bicicleta retráctil para
realizar la misma operación en el Ministerio de Salud. Malditos idiotas, jamás
apreciaron mis esfuerzos por ayudar a la naturaleza pura del ser humano, sino
que quisieron llenarse los bolsillitos del puto billete. ¡BILLETE QUE NO VALE
NADA! Las monedas de 1 centavo son mas preciosas. En la entrada del lugar,
guardo la bicicleta, y le muestro al guardia la citación.
-Oh, señor Villalobos, lo estan esperando en la Sede
Central.- dice, adulándome. Este tipo, serguramente, terminó de guardia por su
complejo notorio de inferioridad, tiene una cara de cachorro esperando ser
alimentado tremenda. No caeré en estas trampas, estas personalidades no existen
de verdad, es la ciudad, es la vida del sometido citadino.
-Muchas gracias, colega,- sonrío y le toco el hombro, ante
lo que él se relaja.- ¿Dónde es la Sede Central?
-En el subterráneo.
ESTO ESTÁ RESULTANDO DE MANERA SUMAMENTE HERMOSA.
-Pero Señor Villalobos, no podemos romper esos acuerdos, es
mucho dinero invertido en esos medicamentos. La empresa de la farmacéutica,
gracias a estos avances, va de la mano con el ejercicio de la psiquiatría.
-Comprendo su perspectiva del paciente como cliente y no
como persona, ¿pero donde queda el Codigo de Etica Médica en todo esto? Es
realmente mas importante las exuberantes sumas de dinero que está manejando el
sector de Salud Mental y que apenas está siendo invertida en tratamientos poco
eficaces y en sustentar la existencia de hospitales psiquiátricos? Muchas veces
me llegan “pacientes” que ni siquiera representan un riesgo como tal.
-Tal vez no aparenten representar un riesgo, pero si han
sido llevados allí, es porque cumplen con los criterios mínimos del DSM-5.-
dice un viejo cuya cara no puede estar más arrugada. Es como el fantasma del
DSM-1 .. aaaagh, quemar, quemar.
-¿Insinúa usted que mis diagnósticos están equivocados?
-Insinuo que tal vez, como jovencito que es, intenta
practicar tecnicas mas New Age.
-Oh, abuelo, usted es un come mierda.- A veces, puedo perder
la compostura.- No tiene que tacharme de hippie solamente porque soy integral
en mi forma de tratar con los pacientes. Que cumplan con los requisitos
fiundamentales es algo, pero hay que abarcar la totalidad de una enfermedad y
sus expresiones tanto fisicas como psicológicas antes de jugar con algo tan
serio como una patología. La medicina se ha ensuciado con seudo médicos que
para ganar mayores bonificaciones diagnostican enfermedades inexistentes, y eso
sucede en todas las áreas, y ustedes lo saben, y por el dinero, guardan
silencio. Les tengo una propuesta. Pharmavita, la empresa farmacologica
principal en enviar visitadores médicos a los centros de Salud mental, tiene un
trato con ustedes. Rómpanlo.
-Jajajaja, usted, además de irrespetuoso y necio, es iluso.
¿Qué nos ofrece?- lo miro con desprecio y le tiro el cheque que he sacado antes
del Banco (que está a punto de volar en pedacitos, esto no sale en los
manuales.) Su cara de impresión y de hambre por el dinero es repudiable.-
Tenemos un trato.
-Quiero ver como lo rompen ahora mismo.- digo con seriedad.
El Presidente del Ministerio llama a su secretaria y le dice que envíe un fax a
Pharmavita, terminando el contrato por irregularidades, y que adjunte unos
papeles demostrando esa acusación. Esperamos en silencio un rato, y todos nos
miramos con cara de psiquiatras, hasta que aparece la secretaria.
-Ya está enviado y recibido el mensaje, los visitadores
médicos de esa empresa ya no tendrán acceso a las areas de salud mental,
señor.- El tipo le escucha, pero solo puede mirar el cheque.
-Bueno, señores- me pongo en pie. No hay nada más que
hablar. - Me despido con mi usual reverencia y salgo a la sala de espera.
Aprovecho la soledad para encontrar el sitio que Sid me indicó. Un espacio
vacío donde debía haber ventilación, muy bien camuflado. Apreto el segundo
botón.
Salgo campante con mi maleta, cuando recuerdo ver la hora en
mi celular. Tres llamadas perdidas de Leonore y…. 27? De Dumb. Pero que mierd…
Una explosión, en la dirección del Banco, y luego otra, y
otra, en el mismo sitio. Las llamas se ven aún desde la distancia. OH, PERO QUE
SORPRESA!. Miro a la lejanía con cara de estoico mientras desmonto mi bicicleta
y voy al Recinto. Al rato, cuando voy pedaleando lejos, escucho otra explosion.
Asquerosos seudo médicos, ojalá queden bien asaditos. Por dentro, sus
libertades ya habian sido abrasadas por la codicia. La la la.
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Mi parte de la misión ha sido bastante facil. Como es tan
temprano, los trabajadores y demases que debían estar en la sede de la
Izquierda, no están. Lo cual es bueno… me hubiese incomodado y frustrado mucho
el tener que evadirlos y esconderme, me sentiría mas insegura de lo usual.
Entro por un espacio de la reja faltante sin dificultad (ahora veo porque me
han enviado a mi), y simplemente he tirado la mitad de los explosivos de la
maleta por la ventana. Lo demás ha sido simplemente apretar el botón y esperar
un instante. Menos mal que ha sido así, y que no ha habido nadie, realmente me
asusta poner en riesgo a alguien, siento que no es necesario, que no se lo
merecen.
Camino lentamente hacia la esquina donde me encontraría con
Gaspar. Pero no aparece….
Suele ser puntual, algo debe pasar. Suena mi celular. Lo
cojo con cuidado y contesto con un hilo de voz.
-Francesca, soy Gaspar, estoy…- debe estar pedaleando, suena
cansado- en camino al recinto, ve hacia allá, rápido.
-Si señor.- le cuelgo y cojo el primer colectivo que pasa,
luego de un largo rato de espera. Ay, voy a llegar muy muy tarde. Mientras nos
vamos alejando, se escucha una gran explosión.
Oh… ojalá nadie haya estado caminando por allí, creo que me
excedí con los explosivos. Mi error…
Al llegar allá , intento entrar por la puerta principal,
pero está bloqueada, y se escucha todo un escandalo en el segundo piso… oh. Me
asomo hacia el patio del recinto, y
hacia la entrada trasera, veo salir a Gaspar, con… Dumb?. Cierro los ojos para
ver mejor, Si, es Dumb. ¿Por qué ahora? ¿Porqué van a la oficina de Gaspar?...
...¿Porque Gaspar lleva aún una maleta de explosivos?
Corro hacia la entrada trasera y subo rápido al segundo
piso. Si es que es lo que creo, ya… ya no hay vuelta atrás. Solo queda evitar
esta explosión. Miro hacia todos lados y no veo a nadie, y sin embargo, desde
el final del pasillo escucho ecos de voces rugiendo.
Me siento tan sola.
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Sigo en el piso. Ninguno de estos hijos de puta hacen algo
aun y eso que están todos armados. Que tenga que hacer todo yo. Me afirmo de mi
estomago, a ver si las patadas del gorilón me ha roto alguna costilla, y de ser
así, me la saco y se la entubo en la puta boca. No, nada. Me invade la ira. Yo
sé lo que va a hacer Gaspar…yo se… yo se. POR LA MIERDA. Yo se que era un hijo
de puta a veces pero lo hacía a proposito. Vale mucho más pelear con el al lado
que con la puta sarnosa de Leonore. Intento pararme lentamente para aparentar
sumisión.
-¿Así quieres terminar esto?
-Esto es culpa tuya y de Alex, Daire, de nadie más. No solo
contentos con su instinto psicótico y destructivo, aprovecharon y les lavaron
el cerebro a las demas personas que estaban en paz aquí.
-QUE? JAJAJAJAJA- mi risa es descomunal, como se atreve,
puta, puta.- ¿Nosotros lavarles el cerebro? NOSOTROS SOMOS LA LIBERTAD. – Un
guardia se acerca hacia mi pero Pete se para junto a mi y lo mira desafiante.-
Estas “personas” no estaban en paz, estaban muertas en vida. ¿Alguna vez les
viste alguna sonrisa? ¿Alguna emocion? No te atrevas a decir quienes somos si
nunca has estado de nuestro lado. Tu estás del lado de las perras que se comen
la basura.
Un guardia se acerca y me toma por el cuello,
estrangulándome deprisa, a lo que Pete responde, dandole un cuchillazo en el
brazo. Toso y escupo sangre, no sé si por la civilizada respuesta reciente de
este mandril, o las patadas en el estomago. Y QUE IMPORTA. Alex reacciona y de
un salto se pone en pie.
-OH, PERO QUE BONITO- y con su cara de maldad, saca dos
cuchillos de su abrigo.- Vamos, pequeños, es hora de demostrar que estamos
hechos de pura voluntad.
Los guardias dan un paso al frente, y los camilleros,
atemorizados y dudosos, les siguen. Leonore se mantiene al fondo, asustada.
-TÚ VAS A SER EL PREMIO FINAL, y va a ser un verdadero
orgasmo tener tus entrañas en mis manos. Esta es por todos nosotros! – Le digo
empuñando el hacha y mi cuchillo mas bonito. Es increíble cortar carne, emergen
sangrientas obras de arte comestibles. Pero a Leonore no me la como, a Leonore
la meto en un escupidero. Nos disponemos a enfrentarnos, y se escucha una
explosión desde el patio trasero. Alex me mira aterrorizado y me susurra.
- ¿acaso es lo que creo…?
-Esta es por Nosotros, y esta es por Gaspar.- las palabras
me salen atropelladas por la furia. Ahora son un lobo. Un lobo que de pronto
escucha a una personita abriendose paso entre la multitud y llegando junto a mí
y a Alex.
-Pero… pero.. ¡¡¡ QUE ES TODO ESTO, QUE ESTÁ PASANDO !!!
-Oh, Francesca, bienvenida.- le saluda Alex cordialmente.-
Pasa que esta es nuestra misión con Daire. ¿Cómo te ha ido a ti?
-Bien. – parece que con la mano del brazo fracturado intenta
decir algo, y de pronto comienza a gimotear.
-¿Qué pasa, muchacha? ¿Te hace falta un cuchillo en ese
brazito fracturado?- le muerdo el yeso a ver si puedo sacarselo.
-No…Gaspar… Gaspar causó esá explosión…. – miro a Leonore
con toda la rabia que los dioses el Olimpo me puedan dar, y ella se acerca
preocupada.
-¿La causó? Pero … pero… está bien, ¿verdad?
- EL LA CAUSO Y EL SE QUEMÓ EN ELLA, POR TU CULPA HIJA DE
PUTA.- la cojo del cabello y se lo tiro. Ella grita y se aleja. Tomo el monton
de pelos que le saqué.- Asi de delgaditos van a quedar tus trocitos, ¿te gusta?
Hay que mantener la linea.
-JAJAJAJ. Hasta en esa mierda se ve la sumisión de las
ovejas, mantener la puta linea jajaj. BEEE- BEEE.
- Vamos, perra, has de mover a tus bufones, no tenemos todo
el día.
-¡Si! Ya que no nos dejan salir por las buenas, tendrá que
ser por las pesimas.- Martín hace unos movimientos bastante impresionantes con
el cuchillo. Se le acerca el tipo obsesionado con los cuchillos bonitos, y le
cambia el arma.
-Ese movimiento se va a ver mejor con este cuchillo- dice
con asombro, delicadeza y amor.
Miro a Alex. La verdad, estoy bastante asustada en este
momento. No sé que va a salir de todo esto, y la combustión de Gaspar es algo
que aun no asimilo del todo, pero se que me duele. Me devuelve la mirada, y tambien parece
abatido por la incertidumbre de este acto temerario por la libertad. Nuestra
incertidumbre es la de todos los que están en esta habitación, pero por primera
vez, tenemos una bandera, que es completamente nuestra.
-Adelante entonces- dice ceremonial Alex.- que no hay linea
de fuego que nos detenga de esta hermosa masacre!- Corre deprisa, y le sigo, y
nos siguen unos cuantos, mientras los otros se quedan atrás, y Francesca, por
supuesto, con ellos.
El primer choque de Alex es con un guardia que le propina
varios golpes.
-VAMOS, HIJO DE PUTA, PEGAME MÁS FUERTE, QUE TODAVIA ESTOY
CONSCIENTE.- cuando ve que intentan inmovilizarlo y un camillero se acerca con
una inyeccion, soy la primera en dar un salto y clavarle el hacha en plena
sien. El guardia me mira impresionado, mientras le tiendo la mano a Alex.
-Necesitaba un cambio de estilo su vestimenta, el blanco va bien
con sangre rojita.
-LA SANGRE VA BIEN CON SANGRE.- Se abalanza sobre el guardia,
y comienza a darle reiterados golpes hasta que este cae. Volteo a ver a Martín,
que está tranquilamente esperando a ver quien se le acerque. Es una guardia,
que se acerca sigilosa, mientras Martín sigue apoyado en la pared, mirandose
las uñas. Cuando la guardia se acerca demasiado a él, él saca el cuchillo y con
un rapido movimiento la deja inválida de un brazo y una pierna. Luego vuelve a
apoyarse a esperar que alguien le ataque. Pete y la chica de nombre
desconocidoooooo también están actuando saltando desmesuradamente para aturdir
a un guardia, y luego le dan un golpe con el cuchillo que le cruza de una
mejilla a otra. Estoy sintiendome realmente inspirada de ver todo este choque
ideológico a favor de la liberación. Esta sangrecita en el suelito es la
expresión viva de que estamos dispuestos a hacer lo que sea con tal de ser.
Hasta que volteo, y veo a los temerosos del fondo, y Francesca, mirándome con
miedo. Aaaaaaaaaaaaaaaagh maldita sea, como odio los afectos. Camino hacia
ella, y no siento a un guardia que me coge por las espaldas y trata de
amordazarme con la mano asquerosa.
-SUELTAME, MALDITO. HUELES A SUDOR HUMANO, IAJ!- le doy la
mayor cantidad de patadas que puedo, pero el tipo se bestializa y me mete el
puño en la boca, asfixiandome. Aleteo y aleteo pero no estoy logrando escapar,
no puede ser, ni siquiera puedo morderlo y sacarle la mano. Mágicamente,
aparece Francesca y le clava en una mano un cuchillito al homicida este, que
grita de dolor, me suelta y queda de rodillas. Cojo el cuchillo, y toso,
agitada.
-Se supone que tu eres el civilizado, el de uniforme, el
niño bonito que maltrata a los locos y a los peligrosos.- le doy una bofetada
que suena deliciosa.- oh, que deleite ese sonido. ¿Dónde iba? Ah si, veras… los
locos y peligrosos, no somos ni locos ni peligrosos, es pura…- me acerco a el y
le susurro sonriendo- supervivencia.. Vemos lo de sus jodidas vidas lo que
ustedes reniegan y tratan de esconder, pero no logran aceptar. Y por eso, somos
imparables, y no tenemos miedo, por eso NI UNA CORREA NI UNA REJA NOS VAN A HACER
CAMBIAR. Porque nos abrazamos a nuestra naturaleza… y amamos la podredumbre. Pero
no tu podredumbre, esa ni sirve. No te necesitas más.- Le entierro el cuchillo
en el estómago, a ver que tan lento se desangra. Giro a ver a Francesca.
-¿Cómo PASO ESTE MILAGRO!?- la tomo en brazos.
-Estabas en peligro… ustedes son todo lo que tengo, sin
ustedes solo sería una dispersión de inseguridades… además… por Gaspar.-
escuchar su nombre me trae el sabor colérico. Dejo a Francesca aterrizar de
vuelta en el suelo, toso y vuelve a salir sangre. Giro y veo que no ha sido
necesario matar a todos los guardias y camilleros, algunos han logrado salir y
correr por el pasillo, e increíblemente, los que antes estaban rezagados y
atemorizados han logrado amordazarlos para impedir que escapen aun. Todos hemos
participado, que bonita colectividad, con amordazamiento, sangre, armas, y
explosivos. Mierda, los explosivos, no se cuanto tiempo (estúpido) ha pasado,
pero tenemos que salir de aquí ya. La puerta está desbloqueada, excepto por dos
guardias, y Leonore, cuya cara ya presenta sintomas del estupor al ver unos
pares de cadáveres junto a ella, pero que sin embargo, no ha querido huir.
Creerá que podrá conmigo, la muy purulenta. La miro, con todo el repudio que
siento hacia la humanidad entera, enfocada en ella. Ni siquiera en los
guardias, en ella.
-EH! Podemos repartirnos el motín final! ¡Yo quiero un
guardia!- Alex está divertidísimo, y Francesca lo mira a modo de reproche- No
puedo evitarlo, cortar a los humanos es TAN DIVERTIDO.- Se tira los pelos de la
cabeza y se pone frente a un guardia. Y se acerca, MUCHO.- YO SUPONGO QUE TU TE
ACUERDAS DE MI.- El guardia solo lo mira, no responde- ES IMPOSIBLE QUE NO TE
ACUERDES, DOS VECES YA HE ESTADO ACÁ.- y nada.- ¡POR LA MIERDA, RESPONDE! No…-
se aleja- mejor no lo hagas, y yo hablaré por ti.- Imita la postura del
guardia- “Soy el guardia cerebro de mierda,
y mi vida es lo que yo soy, BACTERIA, UNA PUTA BACTERIA. Me dedico a insultar a
los pacientes que están incapacitados de defenderse, porque soy tan grande, TAN
VALIENTE. Pero soy tan tan tan torpe, que nunca pensé, que se iban a vengar, y
que se iban a acordar. ME TIRASTE ORINA, PUTO ASQUEROSO, OJALA LOS RATONES TE
COMIERAN LA CARITA DE IMBECIL QUE TRAES.- le da una patada en plena mandíbula,
que se la disloca, y el guardia cae, quejumbroso al piso. El otro guardia se
dispone a intervenir, pero Pete se abalanza furioso sobre el. El guardia responde
empujandolo con fuerza, y tirándolo al piso, a lo que Pete se queda tumbado un
rato. La chica de nombre desconocido le ayuda a ponerse de pie, y entre los
dos, miran al guardia, asintiendo con la cabeza. El se asusta y se apega a la
puerta tras sus espaldas.
-BUENO, ¿NO QUERIAN JUGAR LOS PERRITOS? APRENDAN A PERDER, Y
A SER CARNE PARA LOS VERDADEROS LOBOS.- le apunto con el hacha (si, me encanta
apuntar con las hachas) y con un
movimiento más exigente de lo habitual, logre cortarle la mano. Alex corre y la
pisa, y salta sobre ella, hasta volverla una mierda de papilla.
- Y con esa puta mano nos golpeaste y mira, ha vuelto al
suelo, donde pertenece.- se acerca al ahora-guardia manco, y le coloca el filo
del cuchillo en la mejilla, mientras le susurra al oído.- ¿Cómo nos decias al
despedirte? Ah, si… HASTA NUNCA MALDITO FENÓMENO.-Le clava el puñal de oreja a
oreja, y el pobre tipo queda con una cara graciosisima.
-Vaya- exclamo- pareciera que estuviera feliz. Tal vez la
sensación del cerebro atravesado no es tan mala…- miro a mi cuchillo y me
tiento… No, no. El guardia con la mandíbula rota sigue allí. Pete le dio la
oportunidad de ser amordazado como los demás, pero éste se negó. Ya está
resignado.
La chica de nombre desconocido en un atacazo artistico,
decide quitarle la nariz, las orejas y los ojos, e intentar cambiarlos de
sitio. Durante un rato fue entretenido, ademas que verla sentada en posición de
loto haciendo esto, realmente da la impresión de que está jugando. Pero los
gritos de dolor del tipo ya son abrumadores. Miro a Pete, y este me asiente, y
luego le corta el cuello al Señor cara de papa muerta.
Los dos guardias rematados, y ahora solo queda Leonore, que
está temblando, y hace temblar a las puertas que estan próximas a abrirse. De
pronto recuerdo.
-Alex, los explosivos.
-Aún queda algo de tiempo, remátala, remátala!- y empieza a
saltar.
-NO.- pongo la vista en el piso, y frustrada, cierro los
ojos.- Esto es personal.
Me acerco a ella, la tiro hacia delante, con un par de
alambres le inmovilizo las manos, cojo tela de mi abrigo y se la amarro en la
boca, para después empujarla.
-Camina, zorra de circo.
-¿Adonde la llevas?- me pregunta Francesca, inquieta.
-A una habitación, tener cierta privacidad- donde pueda ser
macabra sin que tus ojitos ya-no-tan-puros puedan juzgarme muahaha. Volteo y le
doy a Alex y Pete la orden- Muchachossssssssss, ustedes salgan, y aléjense un
poco, llevense a los amordazados. Cuando yo salga, liberenlos.- Ellos asienten.
-Pero date prisa, esta cosa va a explotar en cualquier
momento, y no es la idea que perdamos a otro de os más preciados con que contamos.-
Pete me mira profundamente a los ojos. Este tipo está mucho mas informado de lo
que parece.
-Está bien, vayan.
Mantengo apretada a Leonore a la pared mientras espero que
todos salgan y se cierre la puerta. La giro, y le afirmo el rostro para que me
mire fijamente, solo a mí, su infierno.
-Será aquí, tan cerca de la salida. Pudiste escapar, pero
preferiste ser consecuente con tu traición hacia nosotros… Hacia Gaspar… nunca
te quiso, pero tu lo querias, y tu si defiendes todas esas mierdecillas
melosas, y permitiste que no tuviese otra elección mas que morir por nosotros.
¡POR NOSOTROS, PERO NO POR TI!.- ella cierra los ojos , y se echa a llorar.-
Oh.. ¿te duele el recuerdo de Gaspar?
¡TE DUELE A TI! JAJAJA. Tu no sabes nada de dolor, nunca te has
entregado a nada y nunca lo has perdido…por culpa de otros.- empiezo a rugir,
yuju- Por culpa de verdaderos humanos que son ESPECTÁCULOS DE INSTINTO E
INFERIORIDAD COMO TU , CERDA.- le apreto el rostro, para hacer que la presión
craneana aumente, y ya me abandono a mis instintos. Comienzo a magullarle la
cara, mientras ella grita de dolor y se desliza hasta caer al suelo. Estoy
encima de mi presa, rasguñándola, mordiéndola. Logro al fin, AL FIN, sacarle a
alguien los ojos con los deditos.- NO QUIERO QUE TENGAS EL HONOR DE VER MI PUTA
CARA PODRIDA MIENTRAS AGONIZAS. – hago que se trague los ojos (tal es eso sirva
de colonoscopia, no se.) y ella comienza a hacer arcadas, mientras yo me
rasguño el rostro, la máscara.
-Oh, arcadas, no sabía que el vomito puede vomitar, Es como
una autoextension del ser.- Le cierro la boca de un golpe. - Querida, es de
mala educación vomitar los ojitos que te regala la gente, más si son propios. -
Comienza a tratar de balbucear algo, y ya de pronto, esto se me vuelve
sumamente tedioso, asi que decido darle fin.
-Si tuviese mas tiempo, esto hubiese sido mejor… espera…
puede llegar a serlo.- le clavo las manos a la pared con unos cuchillos, y le
hago pequeños cortes verticales en el antebrazo. – Si tienes suerte, te vas a
desangrar antes de que este sitio explote. Y creeme, he sido benevolente
contigo para con todo el repudio, la rabia, y la tristeza que siento en este
momento.- Camino hacia la puerta, y luego me devuelvo a mirarla con el único
ojo que no me tapa el puto pelo- Lo olvidaba., PUDRETE EN TU ENFERMIZO
INFIERNO.
Bien, habré sido benevolente, pero visto desde afuera, todo
esto puede ser terrible. Pero díganme, ¿no lo merecia? Me causa asco la
debilidad de la inconstancia entre el idear y el accionar, además de la
dependencia. Esto ha sido todo un engaño, Leonore nunca debió existir… asi
estamos bien. Alcanzo a mirar hacia atrás, y ver lo que antes era el hermoso
patio trasero. Voy hacia él, y veo los putos escaloncitos de madera totalmente
quemados. Me subo a uno de ellos y se derrumba, y vuelve polvo. Las cenizas
vuelan y aún se siente el calor de las llamas que se extinguieron. No…no voy a
entrar a la oficina. Imagínate estan los cuerpos cociditos, que asco. El arbol…
el arbol está destruído…
Ogh, creo que voy a vomitar. Me apoyo a lo que queda del
árbol, atribulada, y lo único que sale de mi vómito es sangre.
De pronto suena la alarma de mi celular. ¿Tengo celular?
¿Qué utilidad tiene la alarma? Oh… ¿DONDE MIERDA ESTÁBA LA PUTA SALIDA?
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Cuando salimos al fiiiiiiiiin, a algun lugar cuyo aire no
apestara a encierro y a paredes blancas los unicos que me quisieron acompañar
en mis andanzas desquiciadas fueron Pete, Martín, y la chica de nombre
desconocido. Los demás parecen unas putas gallinitas esperando el maíz. Habrá
que dárselos, o dejarlos esperando en estado catártico a que Daire aparezca.
Algunos no estan lo suficientemente preparados aun como para volver a esta
realidad tan pero tan inmensa… y tan horrenda.
-PETE!- le grito desaforado hasta que las cuerdas vocales me
susurran que las trate bonito. – MIRA QUE REJAS MAS BONITAS.- cuerdas vocales,
se joden. Pete viene corriendo a verlas.
-Estamos de suerte, fijate que es de madera, arde y prende
mas bonito.
-PRENDE DE FORMA HERMOSA.- De pronto, en un jardín, veo un
montón de plantitas secas encerradas en maceteros. – NO, NO NO.- me acerco a
ellas, y decido darles fin. Empiezo a saltar sobre los maceteros hasta que
quedan hechos trizas.- Adiós, hermosas plantas arruinadas por la civilización
humana.- De pronto, veo en la ventana de la casa cuyo jardín destruí un
poquito, y veo a una anciana asustadísima mirando. Me acerco, entonces, a l
ventanita para interactuar con ella.- ALGUN DÍA SE VA A SECAR USTED.- doy media
vuelta indignado y tiro de la puerta de la reja para salir. Estoy frustrado, y
Daire se demora DEMASIADO en salir, yo no quiero que ella vuele en pedacitos
todavía. Aparece Martín.
-Pude mover a los bultos aquellos hasta una placita que esta
en una callecita, a la vuelta.
-Bien, dejalos tirados ahí, ya veremos que hacemos.
-Si, los dejé, y ocurrió algo curioso. Francesca se ha
quedado dirigiendolos..- Lo miro extrañado, luego miro al piso, lo vuelvo a
mirar. Un escuadron de cobardes liderado por la reina de la inseguridad, con su
coronita de “AY NO SÉ.” Y me echo a reír. Martín me mira fijamente, tal vez
esperando respuesta. Es un tipo tan introvertido y silencioso, dan ganas de
gritarle solo con su presencia.
-¿Si? Oh, pero que tropa mas útil ahora. – mientras mas tiempo
pasa, empiezo a preocuparme, y no me gusta preocuparme. Camino hacia un
callejón, para encontrar un poco de silencio, ha sido bastante ajetreo, y
estres, pero de pronto, se me vuelve a
aparecer.
-¿Qué haces aquí?- le digo, bajito. No me responde, solo
alcanzo a ver una sonrisa.- ¿De nuevo? ¿Qué mierda quieres?- sigue mirandome en
silencio, y sangre corre de sus garras. Empiezo a desesperarme y colapsar.- ¿NO
TE BASTÓ YA CON TODO ESTE TIEMPO? ¿Cuánto TE HAS LLEVADO, HIJA DE PUTA?, DEJA
DE SEGUIRME. Ya soy fuerte… no te necesito.- paranoia total, estaré soñando tal
vez. Me hago unos cortes en el brazo, y la sangre sale, pero no la siento,
heladita, corriendo. Confundido, la miro.
-Despierta.- y sigue sonriendo.- despierta… despierta.
DESPIERTA, DESPIERTA, ESTO ES UN SUEÑO.- corre hacia mi, y de alguna forma, me
subo a un basurero y alcanzo a subir hasta el techo de una casa. Desaparece a
mis espaldas.Suspiro, y me lleno los pulmones de airecito sucio de ciudad. Me
miro el brazo, y… no se, los cortes ya no están. No sé adonde pudiesen haberse
ido, no se. Me siento como Francesca diciendo no sé, pero es que no entiendo.
Miro hacia abajo, y pareciese como si estuviese en un jodido rascacielos. Soy
poderoso, pero no tanto como para escalar un rascacielos sin notarlo. Algo me
está pasando. Diviso a Pete, que no está perdiendo tiempo. Desinflando las
llantas de los autos, abollándolos con un palo, interactuando con nuestros
vecinitos lindos.
- Hola.- sonrie a un niño que va con su madre.
-Hijo vámonos. No hables con extraños.
-NO SOY EXTRAÑO, SOMOS VECINOS.- la tipa lo mira extrañado.-
Yo vivo en el psiquiátrico- y pone una sonrisa siniestra adrede. La tipa se
espanta y camina más rápido de lo usual. - ¡ESPERE, NO HUYA, SOMOS AMIGABLES! ¡
REGALAMOS CUCHILLOS!.- saca varios cuchillos y se los enseña, a lo que ella
huye despavorida del todo. Pete se rie. Mierda, quiero reirme pero estoy
preocupado. Daire debe estar sacandole todos los organos a la puta malparida
esa, si se está tardando tanto. Salto en el tejado, a ver cuando me resbalo,
hasta que la veo, caminando desde el patio del recinto. Empiezo a aletearle-
SOY UN AAAAAAAAVE. SOY UN AAAAAVE, Y CON LA BANDADA VAMOS A DESTRUIR EL NIDO!-
de un salto, pies en el suelo. La veo venir, viene con la boca ensangrentada, y
tambien la ropa.
- Que.. ¿te pusiste canibal? Pero que rico! ¿Pulmones aliñados
con aire? ¿O corazón asado?
-No…- Daire habla pausadamente, y al parecer, está más
pálida de lo usual.- No dejo de toser y vomitar sangre, no sé que ha pasado. - Se
le acerca la chica de nombre desconocido, y le limpia a Daire la sangre del
rostro.
-Se ve más bonita en la ropa.- dice de una forma un tanto
obsesiva.
-Vaya, que chica mas estética. Hemos de vernos
asquerosamente guapos todos.- rie Daire, y me tranquiliza un poco escuchar
aquello- ¿Cómo te llamas, chica de las apariencias?
- Irma Kassandra, ahí verás tu si me dices uno, otro, o los
dos, si suenan preciosos, salen colores de ellos.
-DE TODAS LAS PALABRAS SALEN COLORES, NIÑITA.-grita Daire.-
Si todos tuviesen sinestesia, las cosas funcionarían de manera distinta en el
jodido sistema. Alex, ¿Dónde están los demás?
-DEJANDO EL NIDO.- doy pequeños aleteos y me acerco a ella,
sonriendo, ante lo que ella levanta las cejas, yo creo que esperando una
respuesta.- Están en una plaza que está cerca de aquí.
-Bien, vamos a su encuentro.- sigue caminando lento, pero
porque no entiendo que está pasando con nada, de los cortes no me sale sangre,
alguien me robó la sangre. ¿Habrá sido Daire, y por esto escupe sangre ahora?
Yo sabía. Veo a Pete corriendo y de un salto subir al techo de un auto y
gritando “DESINTEGRACIÓN Y MUERTE”. Tan filosófico y trascendental todo esto, es
metafísico. Tengo la ensoñación de estar caminando con Gaspar ahora, tal como
lo planeamos, tal como empezamos todo esto con la noséenqueestadoestará,ojalámuymal
de Leonore. Reacciono, y vuelvo adonde estamos. De frustración, agarro todos
los basureros y los echo a rodar por la calle, llenando esto de desperdicios.
-COMO ES DENTRO DE SUS CABEZAS ES SU ENTORO, MIREN.- los vecinos
ponen cara de paranoia.
- ay, LA PARANOIA es una enfermedad. ENCIERRENLOS!- sale Daire
y los apunta con el cuchillo…
Y no sé que pasó, que me acordé de Sid. Jojojo, menuda
sorpresa se va a llevar. Pero.. ¿y si regresa ahora mismo al asqueroso recinto?
El tambien va a volar en pedacitos, no, no, no, el me cae un poquito bien. Tiro
a Daire del hombro.
-No le avisamos a Síiiiiiiiiiid, parece que nuestro
subconsciente quiere aniquilarlo.- Martín e I.K nos miran extrañados,
preguntando con la cara quien era Sid.
-Es un periodista que forma parte de todo esto, ESTO.- se
para Pete y lanza una piedra a la calle.- Corremos riesgo de que regrese ahora
y quede traumado por el escenario y luego combustione no tan mágicamente.- Se
detiene, y luego prosigue.- A mi tambíén me cae bien… no hay que desperdiciar a
gente asi, que es tan poca, TAN POCA.
- Agh.- interrumpe onomatopeyicamente Daire. – En vez de
darse tantas vueltas definiendo al pobre tipo, podrían hacer algo ¿no?. – Y sale
corriendo en dirección al recinto. Por la mierda, ahora tengo la idea de que
ella tambien quiere volar en pedacitos, asi que me voy corriendo sobre ruedas
imaginarias para alcanzarla. Llego y veo el autito de Sid estacionado, y al
mismo corriendo desde el recinto hasta el vehículo, con una montonera de
papeles, acelerado.
- SID, HOLA.
-Alex.- me sonrie aliviado y tira la montonera de papeles a
la parte trasera del auto.- Que bueno ver a otra cara amigable. Daire pasó por
acá hecha un huracán, y entre sus gritos explicativos y palabras claves entendi
que el lugar va a explotar muy pronto, asi que, saqué todos los papeles de
importancia para continuar con nuestra labor.- Se coloca las manos en la
cintura y sonríe satisfecho. Ogh… ogh ogh ogh.
-Gaspar está muerto.- Su carita de ratón goloso se
transforma de a poco en una mascara de incomprensión y desdicha horrible, tengo
deseos de patear el puto centro de la tierra. Der pronto reacciona y mira su celular.
-Eh… tenemos que irnos de aquí, ahora.
-¿Dónde está Daire? – pregunto y salto, tratando de alcanzar
mejor panorámica, estupida vista. Y de pronto, una sensación asquerosa emerge,
de que soy yo quien de a poco empieza a incendiarse. Tengo olor a ahumado,
empiezo a toser.
-No lo se. Pero vámonos. AHORA.- me jala del brazo y me
trata de meter en el auto.
-YO NO ME VOY SI NO LA ENCUENTRO, COMO SE TE OCURRE QUE LA
VOY A DEJAR TIRADA POR ACÁ.- forcejeo, pero , no, no tengo ganas de golpearle,
tampoco de acuchillarle. Lamentablemente, imbecil periodista, tiene bastante
fuerza, y yo soy un maldito malvavisco delgadito sin huesos. Soy un pez. Y me
está apretando el puto pescuezo.
-Alex, este sitio está a punto de explotar, Daire debe
saberlo y debe haberse ido, SALGAMOS DE AQUÍ AHORA.- Y de un empujonazo, me
tira encima de sus papeles, cierra con seguro, y entra rapidamente al asiento
del conductor. Furioso, empiezo a escupirle a sus papeles y a comermelos. A la
mierda si sirven. El auto ya está avanzando- run run mareo run run, y giro, y
no se si es verdad, pero creo ver a Daire en el patio trasero, con algo que
parece ser un cuerpo calcinado, y está saltando sobre el. Mierda… pero esto es
desesperante, ¿Cómo VOY A SABER SI DE VERDAD ESTABA AHÍ?. Empiezo a tratar de
abrir la puerta a patadas, a romper el seguro.
-No.- dice Sid- es un auto bastante seguro, incluso es a
prueba de balas. Un periodista debe asegurarse.
-DE QUE SUS SECUESTRADOS NO PUEDAN SALIR. CABRÓN. DAIRE
ESTABA EN EL PATIO, YO LA VI.
-Reacciona.- esta hablando golpeado.- yo estaba alli dentro
y no la ví. Ahora, donde era la placita donde estan Pete, Francesca y los demás?
Te apuesto mi proximo sueldo a que Daire está con ellos rompiendo algo.- no le
respondo y sigo forcejeando con esta mierda, y cuando veo que estamos llegando
a la plaza, me harto. Agarro el machete – y comienza a llamarme, no, no a mi, a
la ventana, maldito bastado irrespetuoso- y con un golpe terriblemente fuerte y
estruendoso – los peces tambien podemos tener fuerzaaaaaaaaa- rompo la ventana,
y salto por ella. Empiezo a correr de vuelta al recinto, mientras Sid frena el
auto y me grita desesperado que regrese.
Voy, regresando a la velocidad de mis pensamientos, cuando
se escucha una explosion seguida de otra, con un sonido fenomenal- tiene buena
acustica esta parte de la ciudad, debe ser el eco en las cabecitas vacías.- Y luego de las explosiones, humo, llamas, y
logro ver el recinto desmoronandose lentamente. UN MOMENTO TAN SUBLIME, y no
puedo disfrutarlo para nada,. Que me quiten todo lo bueno, malditos egoístas,
la unica solucion es clavarme el machete en el ojo.
Escucho otro auto a mis espaldas, pero no le presto atención.
Hasta que siento un golpe en la nuca. Alcanzo a decir “Dejame morir yo.” Y me
desplomo en la acera.
No me gusta desplomarme, ni dudar de lo que veo, pero yo sé,
Daire estaba alli, estoy tan seguro como estoy seguro de ella y sus sonrisa
gritandome que despierte. Todo esto es real, y es ahora. Y la acera está tan fría.
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-Despierta…
Despierto, solo, en una sala blanca sin sangre en las
paredes y con la iluminación mas deprimente del mundo. Estoy atontado, y
adormilado, y amarrado. La misma combinación de mierda de siempre, pero ahora
si que no se como paso esto. Respiro al punto de que se me quieren reventar los
pulmones – por favor, revientense.- y trato de mantener la calma hasta que
alguien aparezca y me diga que puta pesadilla es esta, y me la cambie , porque
no me gusta. Llega una enfermerita menudita y tan rompible. No, no puedo ser
payaso acá.
- Buenos dias…- mira la ficha.- Alex. ¿Cómo estas?
- Pues queriendo no estar, mire esta sala, esta llena del
puto mal gusto del desinterés. ¿Dónde mierda estoy? ¿Porqué estoy atado? ¿Dónde
está Daire? Esta muerta ¿cierto? DIGAME LA VERDAD, ¿PORQUE ME ESTÁ MINTIENDO,
MALDITA?- Ella me mira asustada, y comienza a balbucear.
-Eh…- se acerca mucho- se supone que no puedo revelarte información,
pero parece que esto te importa bastante y puede causarte inestabilidad.
-NO, NO, YO SOY ASI, DEJAME.
-Bueno… pero trajeron a un par más de personas junto
contigo, y una de ellas creo que era quien preguntas, es un nombre bastante
novedoso para olvidarlo.
-NO ME IMPORTA EL PUTO NOMBRE, SINO LA PERSONA DETRÁS DE EL.
¿Cómo está? – me suavizo, ay si soy tan suavecito- Digame, por favor, por
favor.- estoy famelico de saber que mierda esta pasando, es que no se, el techo
es tan raro que ni siquiera puedo odiarlo aun.
-Entró al pabellón de cirugia, una costilla rota le laceró
el estómago y estaba con una severa hemorragia interna. Estamos esperando a ver
como va la operación, y luego, traerla a esta ala del hospital.- la saliva me
sabe a ácido, ojalá pudiera tragarmela y sentir como me corroe la garganta y el
esofago. Esto no puede ser, lo mismo no. “esta ala del hospital”. Ni siquiera
puedo hacer mis gesticulaciones de furia.
-VAYASE.
-Pero, Alex…
-VAYASE, LE DIJE, no es un favor, es una orden. Si me va a tener como un puto esclavo de
nuevo, al menos demne en el gusto. VAYASE AHORA, MIERDA.- Me mira sorprendida,
coje la ficha y se va. La misma puta ficha de siempre, no entiendo que pasa con
nada, ni quienes están acá, y si realmente estamos, o si estoy.
¿Y si todo fue un sueño?
No se como voy a salir de esto. No sé que libertad nos
aguarda alli afuera.
No sé ni siquiera si hablar de la existencia del ahora. En
este sitio, todo ha dejado de ser, y se desmorona nuevamente.
Por la ventana, la vista es completamente desconocida.
(Ojalá caiga el tubo fluorescente y me atraviese las
entrañas ahora mismo.)
FIN. (Por ahora.)
1 comentarios:
jodidamente hermoso y desconcertante.
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