Bienvenida Sangrienta Malvenida.

Interludio Segundo: Segundo Movimiento: 10.5 Tercer Movimiento: 0.5

Por: Prometeo

Apenas puede escucharse el viento empujando las hojas de los altos arboles, alguno que otro animal nocturno, como yo, esta afuera de estas delgadas paredes de madera. Puedo sentir como a cada segundo la cama comienza a hundirse y la oscuridad empieza a consumirlo todo. Veo un destello que poco a poco acaba encandilándome, tomando posesión de todo lo que me rodea. Ha vuelto a disolverse mi individualidad, una vez mas soy yo y el mundo, la existencia misma. Puedo ver como dentro de mi infinitud el fuego arremete y genera un caos en perfecto equilibrio. En algún lugar de mi ser, un joven cruza la calle y es arrollado por un camión, un asteroide se estrella con un gigantesco planeta, una estrella explota, una mujer sonríe, un perro muerde un pedazo de carne, las hojas de los arboles bailan con el viento y pequeñas abejas van saludando flor tras flor, un cascaron se rompe anticipadamente por un depredador, el agua del mar se evapora, lluvia, ríos, todo esto y muchísimo mas esta ocurriendo, es, en mi, y todo esta estrictamente entrelazado entre si, todas las partes son inexorablemente necesarias entre si. La existencia es una red que todo lo abarca. Yo soy todo lo que es en hecho y es posible, la aparente contradicción solo es producto de mi diversidad, una mirada desde el ignorar la absoluta relación de identidad entre todo lo posible y lo que es. Todo comparte lo que soy, soy la pulsion existencial, la sustancia primera de todo lo que tiene grado de ser, en acto o potencia, soy la fantasía hecha mundo. Soy lo que hace el tu y el yo un equivalente, lo que abraza desde el quien, al que. Soy una tautologia por negación de contradicción. Mi imperio es el imperio de la identidad, de lo uno, mi arte es la profunda complejidad de cada una de mis diversidades como parte, todo es idéntico entre si y simultáneamente en mi obra, toda parte es inexorablemente única e irrepetible. Hay un universo entre cada milimétrica partícula, y todos están interconectados de tal manera que hasta la mas mínima transformación alcanza un grado de influencia suprema. Todos los muertos son presentes, todo lo acabado, e incluso olvidado, sigue estando sellado, adosado al presente. Lo que alguna vez fue, sigue siendo hoy en la medida en que formo parte de la cadena que todo lo une. El hoy jamas cedió al ayer. El tiempo es un instante eterno, un presente inacabable. Por eso dicen que no tiene sentido aplicarme el tiempo a mi, pues soy lo que siempre ha sido y seré, lo que permanece estático en su cualidad esencial. Yo soy el eterno presente, el eterno ser. Esta es mi naturaleza, lo imperecedero, el deseo inacabable.
Todo lo que es, es simultáneamente de esa manera y de mil mas a la vez, dentro de nosotros todo esta ocurriendo, estas palabras e imágenes están en la profundidad máxima de cualquier mundo posible, estas sentencias traspasan nuestro propio universo y se apegan a todos los infinitos universos presentes. El tiempo es un océano que solo percibimos al adosarnos como gotas a otras gotas, que no son otra cosa que presentes. Una lluvia de miles de colores, pintura, cae sobre el océano y cada gota comienza a teñirse de manera distinta y particular. Mi presente se ve encontrado con los diversos colores y voy convirtiéndome en una obra de arte, poco a poco, los colores van rodeando mi pequeña partícula de agua y no puedo divisar el oceano con la misma profundidad y claridad. Estoy sumergido en colores, nadando entre pinturas que se esparcen pero no se mezclan completamente, este conjunto de colores es hoy mi presente. Hasta que finalmente la burbuja explota y el agua deja de rodearme. El oxigeno entra en mis pulmones y puedo ver como todos los colores han salido disparados y han puesto un inmenso cuadro a todo mi alrededor, verde pintura en el piso, el celeste se adhirió al cielo. Esta pintura inmensa, este extraño lienzo en el que también me veo pintado, es el producto de mi naturaleza profunda, que ha hecho su oficio de artista a través del mismísimo deseo hecho universo.

-¿Por que a pesar de comprender esta profunda visión, no soy capaz de encontrar en la absoluta identidad, la calma para mi ser, por que,  a pesar de todo, los tormentos siguen acechándome como viles demonios en la oscuridad?
-Por que la existencia no es únicamente pasiva, no basta con entender, ese es solo un aspecto de la construcción de ser. El discurso, esta comprensión de la propia naturaleza tiene que verse reflejada en el acto, en su expansión, en su tendencia, casi como una especie de inclinación particular de la Voluntad en nosotros, como una especie de destino
-Sabes cuanto detesto esa maldita palabra.
-El destino de todo ser es siempre el si mismo, esa manifestación de la Voluntad en el, y sabes bien, que a quien este destino no le lleva, le arrastra.
-¡Basta! ¡Eres una maldita alucinación! Ademas, creo que ya he demostrado mi consecuencia con todo esto, yo no tendría que estar aquí, debería estar con los Maníacos.
-¡Yo soy tu! Y esto es absolutamente necesario, tampoco basta la acción desenfrenada sin una comprensión acabada de ella. ¿Como crees que vas a superar la contradicción entonces? Esto es necesario para que estés preparado ante todo lo que se viene, las cartas parecen estar echadas todas sobre la mesa, pero la baraja aun tiene mucho que mostrar. En su debido presente comprenderás la estricta necesidad de todo esto, así mismo lo he vivido yo...
-No te comprendo, en ocasiones apareces llenándome de extraña información, con palabras muy similares en su forma a las de Sangrienta, y en otras, apareces únicamente para hostigarme, reírte de mi...-
-Tenia que pasar...- dijo mirando al piso- Tienes que aprender a diferenciarte a ti mismo, con el tiempo también comprenderás...
-Siempre con lo del jodido tiempo ¿Es necesario llevar esa maldita nube de misterio constantemente? ¿Por que no podéis hablar claramente y ya?
-Por que la necesidad así lo demanda, te aseguro que comprenderás en algún momento...- Se desvanece.

Estoy en una playa vacía. Estoy cubierto de sangre, Glenn también y se limpia esta en el mar, puedo sentir una mano en mi hombro.
-Estas perdiendo el control otra vez...-es Albert.
-No se por que lo hice, se que no era necesario pero algo dentro de mi me esta presionando bastante-le respondo.
-Puedo verlo, ya habíamos hablado sobre esto, sabíamos que en algún momento pasaría... La herida fue mas profunda de lo que esperamos todos...
-¿Por que no me resulta tan sencillo como a Glenn?
-Por que tu no eres Glenn... Debemos volver a la ciudad, las situación amerita que regresemos... Tenemos que hablar en el camino, puede que haya una posibilidad... Se que no es el mejor momento, pero si esto empeora, no parece haber mas opciones, no solo para ti...
-¿"XXXXX", Ella también?- no consigo entender el nombre que he dicho.
-Me ha pedido que no te lo mencione, pero creo que no tiene sentido ya ocultarlo...
-¡Carajo!-grito tomando un puñado de arena y lanzandolo al viento que me lo devuelve en la cara.
-Queda una opción, aunque esto implica una travesía bastante importante...-
-¿De que hablas?
-La raíz del gran árbol...

La pistola de un policía me apunta directo al corazón, veo su desesperación y rabia, va a disparar. Escucho un estruendoso sonido y el aire comienza a dar espacio a la velocidad del impulso de la bala. Finalmente alcanza la carne, aunque no ha sido un tiro mortal. La figura del policía ante mis ojos presenta el rostro cercenado, y mutilado, ojala sobreviva y su desfiguración le acompañe por el resto de su miserable existencia servil. Sangre y fuego, huele a cenizas y humo, la gente corre de un lado a otro. Una fuerte explosión se escucha no muy lejos.

Despierto abruptamente, la mañana esta radiante, puedo ver el sol atravesando la improvisada cortina, escuchar a los pájaros cantar en la altura de los arboles y no muy lejos, el ruido del fluir sin descanso del río. Creo que Zenon me comunicara hoy que soy libre de partir, luego de tres meses de completo aislamiento estoy preparado para volver a la ciudad y retomar la actividad con los Maníacos. Han sido meses complejos, difíciles, pero plagados de una profundidad casi mística. Al parecer estoy listo para regresar, pero al menos, no sin antes hacer lo que corresponde a mi despedida de este lugar.
Me levanto de la cama y alcanzo varios de mis cuchillos. Para empezar iré a cazar, necesito alimentarme antes de hacer todo lo que tengo que hacer. Salgo por la puerta y el sol me da en la cara, encandilándome.