Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

Textos Olvidados 12

viernes, 29 de junio de 2012

Por: Prometeo

Veintiséis. de diciembre del dos mil nueve.

"Salud! Que comience el show!

Son las 4:02 del 26-12-2009 segun el reloj de la computadora. Mis ojos parecen cansados, pero mi cabeza me dice no quiero esas sabanas.Una cancion suena atravez de unos audifonos de no mucha calidad. La cancion parece pasar desapercibida, las teclas suenan suenan y suenan. Son las 4:04 y la cancion aun no acaba.
Toco mis ojos, cierro los ojos, los abro y miro la pantalla, todo este año paso ante mis ojos, escrito, plagado de imagenes, emociones y recuerdos.
Son las 4:53 de la mañana y por mi mente van y vienen visitas. Este río fluye rápido, muy rápido. Que palabras tan vacías, que perdida de palabras, que verborrea, por favor!
Pero es tarde para frenarlo, por que ya comienza.
Bienvenidos a mi show!

Sucios pensamientos me buscan, no puedo huir, no hay mas opciones que ceder ante lo enfermizo, ya que al fin y al cabo, no es mas que mi propio reflejo "

Textos Olvidados 11


Por: Prometeo

Ocho de enero del dos mil diez.

"Que asco!


Que sensación tan amarga tengo en la boca, que sabor tan asqueroso, que molesto y empalagoso es tener eso que creías útil y que a la larga, siendo tan parte de la cotidianidad, solo cabrea, aburre e incluso pierde su utilidad.
Es inevitable siempre querer algo mas, ya que todo tiene valor cuando no se tiene. Y es que este es un inconformismo totalmente reprimido por todos.
No es correcto, es incluso desagradecido, pero debo decirles, ya no tienen el efecto que tenían en mi.
Me abruman los pensamientos de aquellas cosas que no tengo y que de verdad me llenarían con uno que otro encuentro furtivo. 
Estoy celoso, celoso de aquellos que tienen esos encuentros furtivos que yo no estoy teniendo, celoso de aquellos que tienen unos segundos aquello que yo quiero, se me revuelve el estomago de la pura rabia.
Yo no quiero la eternidad, me conformo con una hora o dos, según lo estime conveniente yo. No quiero que me acompañes a los fuegos artificiales ni a ver hermosas estrellas fugaces, solo quiero tu compañía con unas cuantas velas, apagadas claro esta.
No es superficialidad, es tan solo saber disfrutar de los sabores en su cantidad adecuada y sus momentos, no quiero esa sucia dama llamada cotidianidad.
Pero cuando todo vuelva a la normalidad, las consecuencias pueden transformarme y no quiero ser como esos seres que deambulan de aquí a allá en busca de una suculenta presa.


Aun así soy iluso, o torpe, insensato, o como quieran "adjetivar". Aun tengo la leve esperanza mágica de una cotidianidad mezclada con la emoción y el cambio, que fluye y nunca se estanca. Si se, es de cuentos infantiles, pero le da un brillo de belleza a este feo mundo."

Textos Olvidados 10.

Por: Prometeo

Un texto primitivo, de años donde la escritura comenzó a ser parte en mi. Data de inicios de enero del dos mil diez.

"

Y tenia que llegar



Si, no se podía desvanecer como una sombra en la oscuridad, no era tan simple como ir y forzar las manecillas del reloj para aparentar que el tiempo pasa a gran velocidad. La verdad es que han pasado segundos, solo segundos, aveces logro distraerme y sacarme todas las imagenes de la cabeza, dejar la mente casi en blanco. Pero no me puedo engañar por mucho tiempo, quizas es solo un dramatismo, quizás no es mas que una pincelada de un otoño adelantado, sea lo que sea, me convierte del la bestia mas fiera en una simple rata condenada a huir y huir de tanto peligro.

Aun me cuesta asumir que todos ya han avanzado, que todos ya han entendido, menos yo, creo que soy el unico que se ha quedado atrás, claramente siempre en secreto.

No entiendo como dos sensaciones o emociones tan contrarias pueden mezclarse tanto. Veo los detalles feos de la pelicula, detalles que cambian todo el sentido de esta. Pero aun asi, no puedo parar de repetirme esta pelicula una y otra vez, mirandola casi con asco, pero con unas ganas increible de ver la segunda parte. Me cuesta entender, que la mala pelicula que tanto me encanto, jamas filmara una segunda parte, que la audiencia nunca debi ser yo.

Tambien admito, quiero ser fuerte, quiero seguir adelante, leerme un nuevo libro, actuar una nueva obra, ver otra pelicula. Pero soy temeroso, por que siempre que comienzo a abrir un nuevo libro, el viento me lo cierra y me lo tira lejos. Y que me queda? lo unico que me termina quedando como siempre es ese viejo libro, lleno de lagrimas, sangre, lamentos, frustraciones, ansiedades, incomprensiones y en uno que otro momento, la libertad mas grande, el bienestar mas poderoso que pueda imaginar.

La única solucion es tirar el libro por ahi, lejos, para no volver a verlo. En ocaciones pienso que el libro me busca, que por mas que tire la cinta de video lejos, siempre volvera a reproducirse en la pantalla. Seria irresponsable no admitir que tengo gran parte de la culpa en esto. 

Bueno, supongo que este es el unico punto donde me puedo caer facil tres veces, sin aprender, quizas simplemente por que no quiero entender.

Seria bellisimo estar preparado para una siguiente caida, pero creo que solo ya no pude."


x por 0 = 0

jueves, 28 de junio de 2012


No hay salvación, ni redención, no hay progreso ni avance, solo naipes puestos uno sobre otro en una mesa con una pata coja. Cualquier cosa, en cualquier momento y de cualquier forma te arrancara de cuajo el cerebro, el corazón, el hígado y el pene. Y no seras mas que basura orgánica desparramada por el pavimento, la obra de arte suprema, el fin inevitable, los ojos de los espectadores abiertos como platos, gritos, sudores helados, llantos, todos los espectadores repletos de la envidia mas insana. Las especies que pisoteaste en tus días de gloria, se darán un festín de tu cuerpo mutilado, acabaran por hacerte un favor, pues toda obra de arte que no se destruye en un determinado periodo se vuelve una ridícula iglesia. Algo se asemeja a una sonrisa en tu pálida y muerta cara, carcomida y repleta de gusanos que bailan en tus interiores  y en la superficie de tu piel, donde antaño, se acumulaba el calor de un par de abrazos que se perdieron para siempre en el estomago de mil insectos. De tu muerte viven, de tu muerte se condenan a si mismos y su perdición, no sera otra cosa que el inevitable destino y la maldición unida a una eterna cadena causal. Eres parte activa de la cadena maldita, vives maldito creyéndote bendito, y tu perdición, inevitable, es el traspaso de la maldición eterna, eres un mero conducto a una maldición que esta mas allá de ti.

No hay salvación, ni redención, no hay progreso ni avance, solo naipes puestos uno sobre otro en una mesa con una pata coja. ¿Cual es la vida que quieres vivir? tac tac, la mesa se tambalea ¿Que esperas hacer de tu vida? tac tac, la mesa se vuelve a tambalear, las cartas parecen a salvo ¿Cual es tu meta ultima? tac tac, se cae un par de cartas de la parte superior, ha sido solo un susto, nada que no se pueda reparar ¿Que haré cuando termine el castillo? tac tac ¿ Viviré en el? tac tac ¿Esposa e hijos? tac tac ¿Un trabajo digno para acumular mil tesoros que me acompañaran hasta mi lejano lecho de muerte? tac tac tac tac tac. La mesa se cae al piso y la torre se desploma por completo, eres ya basura orgánica desparramada por el pavimento. Cualquier cosa, en cualquier momento y de cualquier forma te arrancara de cuajo el cerebro, el corazón, el hígado y. el pene. ¿Y tu? tac tac ¿Puedes oírlo? tac tac ¿Notas el sonido de tu mesita tambaleándose? tac tac ¿Y tu? tac tac ¿Como desperdiciaras tu vida el día de hoy? tac tac tac tac tac.

No hay salvación, ni redención, no hay progreso ni avance, solo naipes puestos uno sobre otro en una mesa con una pata coja. Estamos malditos, todos y cada uno, somos el túnel que recorre la eterna sangrienta desgracia, cada día nacen mas de mil anticristos sedientos de dolor propio y ajeno, cada día alguien tira el televisor por la ventana a un transeúnte despistado, cada día un genio decide quemar todas sus obras y pintar la pared con sus propios intestinos, cada día alguien decide desperdiciar total y completamente su vida, pues se ha enterado de la verdad. Sea nuestra condena nuestro estandarte, somos la mesa de pata coja que se dedica a rechinar y empujar al resto de las mesas repletas de castillitos de naipes. Somos insignia de nuestra maldición, somos los que decidieron desperdiciar su vida, pues toda vida acaba en un desperdicio inevitable. Cualquier cosa, en cualquier momento y de cualquier forma te arrancara de cuajo el cerebro, el corazón, el hígado y el pene.
¿Y tu? tac tac tac tac tac ¿Como desperdiciaras tu vida el día de hoy? tac tac tac tac.


No hay salvación, ni redención, no hay progreso ni avance, solo naipes puestos uno sobre otro en una mesa con una pata coja.

Franz Magritte

La impostora de la felicidad.

viernes, 22 de junio de 2012

Por: Jok~

El siguiente escrito va dedicado,
A la actual pareja que me arrebató la felicidad,
Que busqué de lado a lado,
Y me la encontré tirada en un bar.

Me miró fría y de sus labios pude oír,
Cuanto tiempo sin verte a ti,
Pero no soy yo la culpable,
Ya bien lo sabes... trato de ser amable.

Me buscaste como ciego cazando un ave bajo el mar,
Revoloteando entre arbustos P'aqui, P'allá,
Y enamorado con mi gemela fuiste a dar,
Sentiste como al fin podías estar en paz.

Notaste que tu frente goteaba tinta al ver el tiempo pasar,
Y poco a poco fueron despareciendo la musa y la otra felicidad
Y es que esa impostora que llaman amor "de verdad",
Su existencia es independiente y sale a navegar.

Entre mares diferentes, acogiendo y abandonado a miles,
Esa felicidad que no es tuya, es ajena,
Que se muda pa otras partes, dejándote en pena,
Llevándose tu amor a las ingenierías civiles.

Cuanto sufrimiento padeciste al buscarme,
Agotado sumergiste tus manos en el lodo,
Robaste un suspiro al viento y continuaste,
Ladraste a quienes se cruzaron y les gritaste de todo
Asumiendo tu triste realidad, estabas lejos de encontrarme.

Pero aquí nos encontramos querido Jok,
Suena la rockola al ritmo de un rock n roll,
Esbozas una sonrisa al oír cada canción,
Mi felicidad no es nómada, no es como el amor.

Solitario corazón serás de amores,
Cada mierda vomitaras en canciones,
Y tendrás eterna acompañante
En cantos y melodías,
En acordes disonantes.

Llamas de sed aun arden ahí,
Una copita pal fuego no está mal,
Ilusionado nuevamente te verás
Siempre que el rock sea de ti la totalidad.

¿Y la dedicatoria?, entre mayúsculas las entiendes, no me pidais que comprenda el asesinato de la ilusión, ni que me vuelva guardían de las máximas alegrías si entregais dagas ensangrentadas a mis embarradas manos, podré entender cada palabra que digais, pero no será jamás razón suficiente para aceptarla, volver a cavar la tumba donde me hallaba enterrado solo me logró dar mas terror. Los grilletes que arrastro los he usado para romper murallas y fugarme de esta prisión, "por la ventana me salgo, si se oyen las sirenas ya puedes hecharme un galgo".

Conque ahí estabas escondida, bailemos un vals al ritmo del viento mientras calentamos la garganta con destilado corriente.

Piel roja y piel azul.

miércoles, 13 de junio de 2012

Este cuento tiene alrededor de dos meses de antigüedad, aprovecho de subirlo en este momento de quietud en el blog.

Por: Prometeo


No tenia nada que hacer. Estábamos todos sentados en el banco de una plaza cualquiera, aburridos, como esperando a que el día nos trajese una historia cualquiera para matar el tiempo. Era una bonita tarde, no muy lejos del mediodía, no hacia demasiado calor y un par de nubes se paseaban tranquilas mirando el pueblo desde las alturas. Mis amigos reían, discutían de vez en cuando un par de cuestiones que para mi no tenían ninguna relevancia.
Me sentí totalmente ajena, pero era mejor estar en compañía que irme a casa, nunca se sabe que pasaría, que cosa podría traer el día. Era posible que por accidente, una mágica historia se urdiera y me quitase del cuerpo esta desazón sin causa, este desencanto cansado y molesto.
De pronto, a lo lejos, divisamos a una persona con un sombrero de copa alto, vestido de traje, y mientras caminaba jugaba delicadamente con un bastón negro, muy elegante. Tenia la piel verde, sus manos y su rostro lo evidenciaban, ya que el resto lo cubría un blanco y negro estiloso de su traje. Su sonrisa parecía tener ojos, buscaba y buscaba entre todos los lugares algún objetivo en que entretenerse, alguna dama para ponerse a jugar a seducir.
Cuando estuvo mas cerca lo reconocimos fácilmente. Era un viejo amigo. Parecía que la espera nos había traído como fruto este encuentro tan próximo a suceder.
Aquel hombre nos dedico amplias sonrisas a cada uno de nosotros, y un par de abrazos a mi y otra chica del grupo, por el hecho de ser mujeres. Luego de unos minutos entre cruces de palabras, en los que no participe, evidencio nuestra espera y nos realizo la oferta de partir hacia su casa.
La oferta no me parecía demasiado atractiva, pero accedí, a fin de cuentas, con el conjunto del grupo. A lo mejor en ese lugar se escondía aquel suceso que tanto necesitaba para salir de este agobio que forzaba una desganada desconeccion.
Caminamos un pequeño tramo, yo, como estaba cansada, decidí cerrar los ojos para descansar mientras seguíamos este paso, no tenia muchas ganas de mirar nada.
Así, abrí los ojos cuando ya habíamos llegado. Su casa estaba situada sobre un monte de los alrededores del pueblo. No había rejas para el jardín, parecía que su casa era el monte completo. Debo confesar que el lugar me pareció increíblemente adorable, pero no lo suficiente como para borrar esta fatiga.
La casa, era de madera y parecía muy pequeña y descuidad, algunas tablas estaban sueltas o rotas, otras tantas estaban totalmente teñidas de verde por un moho que parecía hierba. Era bellísima.
Cuando entramos, observamos que la casa era engañosa, ya que era tremendamente amplia y tenia las habitaciones espaciosas, era tremendamente acogedora, pero por algún extraño motivo, hacia frío. El ambiente del patio era infinitamente mas cálido. No era un frío cualquiera, era un frío de esos que molestan, pero puedes soportarlo en la piel. Mas su efecto mas devastador era en los intestinos y en el corazón. No solo tenia frío, sino que me sentí mas angustiada de lo que ya estaba.
Una vez acabamos la observación de la sala inicial, cada uno pareció desparramarse a través de las habitaciones. Algunos entraban y salían de todas las habitaciones, como para comprobar si estas seguían ahí. Otros tantos brincaban y caminaban en círculos y el ultimo, se quedo embobado contemplando la puerta de madera del baño.
Yo, menos energética, me senté en un rincón de la habitación y encendí un cigarro, como para matar el tiempo, o para ver si la combinación me traía un poco de ese alivio que tanto buscaba. Mas no conseguí nada, y me sentía casi de la misma forma al fumar que no fumar. Obviamente a pesar de esto, seguí fumando, pues era mejor que no hacer nada.
Tuve un par de ganas de llorar, a pesar de que no tenia motivos, me sentía tan hastiada que aveces teniendo los ojos abiertos no veía nada, salvo esta angustia y el cigarro.
Como no logre llorar, caí nuevamente en la sala y pude apreciar que solo estaba mi amigo que miraba aun la puerta del baño, con la boca abierta, dejando una dulce torre de baba salir de su boca. Le pregunte donde habían ido todos, pero no me contesto. Me levante del piso y decidí salir al patio, escapar de esta tramposa casa que gusta tanto de enfriar los intestinos y el corazón.
Cuando salí, el calor del sol fue una caricia hermosa, me sentí enamorada tanto del sol, como del día. Al abrir los ojos vi que estaba todo el grupo ahí. Algunos, sentados en el pasto, otros tantos, jugando con un par de piedras y corriendo alrededor de la casa.
Camine mirando desde las alturas el pequeño pueblo y sin saber que hacer, me voltee y mire al grupo que estaba sentado. Reían. Pero entre ellos, había llegado alguien mas. Lo vi, era un hombre de piel azul. Su sonrisa era como un batallón peleando con un ejercito inmenso, como una especie de mueca suicida ante el mundo, desafiante y valiente. Pensé que en realidad no sonreía como el hombre de piel verde, para engatusar y jugar, el sonreía para si, como convirtiéndose a si mismo en una promesa y una esperanza. En su mano derecha, un cigarro repetía un par de pasos de baile entre tanto caminaba de una altura cercana al césped, hasta lo alto de su boca.
Me senté junto a el y encendí un cigarrillo ¿Que mas iba quedar para un día como este, salvo fumar y estar?
Así fue como me la encontré a ella. De un segundo a otro, salio de la casa, miro hacia el pueblo y me miro. No vi cuando me miro, pero se que me miro. Tenia la piel roja y a pesar de estar triste, como mostraba su rostro, no podía evitar en esos fugaces instantes alegres dejar escapar una sonrisa corta, pero no por eso menos hermosa. Llegue a pensar que ni siquiera se daba cuenta de este hecho. Por alguna razon, cuando ha mirado, ha sonreído, a pesar de que no la vi, lo se. Y se sento a mi lado, encendio un cigarrillo y se quedo ahí, fumando, estando y mirandome, mas atentamente aun cuando levantaba la voz para sacarme de adentro un par de palabras nauseabundas que golpeaban mi pecho, apretándome por dentro si no las dejaba salir. No entendía muy bien por que no podia hacer otra cosa que mirarla y fumar, ademas de estar. No entendia por que su presencia se me hacia tan asombrosa. Debo confesar que muy profundamente dentro de mi, la deseaba, sin tener motivo alguno.
Me desea, lo puedo ver en sus ojos. En sus ojos no se me escapa nada de el, sus ojos gritaban su interior a cada instante. Me gustaba mucho que me deseara por que, a diferencia del hombre de piel verde, su deseo era un deseo viajero, asombroso, danzante y no únicamente maligno. Por mi parte, el me distraia, su deseo me tomaba por dentro y me llevaba a bailaren esa nube que estaba sobre nosotros. Su deseo era una constante invitación a bailar, a sonreir a querer, y no quererlo a el, no era asi de burdo, si no que la invitacion a querer, iba dirigida a querer la vida. Eso es lo que tanto me gustaba de el, y en un día tan angustioso, asomaba como el pasatiempo perfecto, y únicamente en ese marco, supe que lo ame. Mas bien sabia que estos días no eran habituales y que, esta maravillosa distraccion no la tomaria para el constante de mis dias, pues en los días que no eran como este, tenia todos los corazones que podria querer. Este pequeño rincon podía regalarselo sin culpa alguna.
Conversamos largo rato con los ojos, las palabras ensuciarían todo este puente que me esforzaba por construir hacia ella. Ella sabia cuanto la deseaba, con sus ojos me lo decia, y con elos mismos se reia risueña. Sonreímos, nos miramos y fumamos, de vez en cuando liberabamos una carcajada al unisono, sin siquiera necesitar de algún pequeño chiste previo. Queriamos soñar, queriamos bailar, queriamos volar, queriamos vivir. Mas, yo era el único que queria una muestra del deseo de ella, que parecia no llegar. Mas no me resigne y seguí disfrutando de este instante tan alegre.
Luego de un rato, el hombre de piel azul y yo nos levantamos y comenzamos a saltar y silbar juntos, mirando las mariposas y jugando a convertir el piso en lava. Sonreímos. Sabia que el quería invitarme a subir sobre la casa del hombre de piel verde, me tomaría de la mano y saldríamos volando para recorrer el mundo entero. Me encantaba la idea, pero solo como idea, pues recordé que esto no era mas que un maravilloso pasatiempo, y no se vive toda la vida de pasatiempos, o al menos, eso creo. Sonriente, recordé a uno de los corazones que hoy no había visitado por lo angustioso del clima dentro de mi, deje de mirarlo a los ojos y saque de mi bolsillo un redondo reloj de cuerda, dorado. Y fue así como paso lo inesperado.

En cuanto mire ese reloj, en su mirada, sentí que algo se había quebrado por dentro, lo note, aunque no vi sus ojos en ese instante. De pronto, una carreta a toda velocidad llego volando desde lo alto. Era de color gris y era bastante rustica. Los caballos no tenían cabeza y en su pecho se podían ver todos sus huesos y un corazón con una incisión que hacia que brotara sangre a chorros, a cada paso que daba. En la parte de atrás de la carreta había numerosos jarrones, grises también, que se tambaleaban de un lado a otro. Uno de ellos se cayo y pude ver que estos estaban todos repletos de lagrimas cuidadosamente almacenadas pero muy poco protegidas.
Quien manejaba la carreta era una mujer de piel roja que miraba distraída hacia un lugar lejano. Como iba distraída, no se dio cuenta que el hombre de piel azul estaba en medio de su camino y en una horrible escena, la carreta le paso por encima. Estaba consternada.
Me acerque corriendo y antes de gritar por socorro para el hombre de piel azul, mire alrededor. Nadie se había dado cuenta siquiera de lo que había ocurrido.
El hombre de piel azul, yacía en el piso, con la mitad de la cabeza cercenada y su brazo izquierdo despegado del tronco. De sus venas brotaban a chorros lagrimas que al llegar al ambiente se evaporaban inmediatamente. Solo quedaba, en la mitad de rostro que había, ese esbozo de sonrisas, de sueños, ganas y deseos que quiso entregarme.
El grupo se levanto y paso junto al cuerpo sin decir palabra. Solo yo había notado lo que había pasado. Me sentí horrendamente triste y quise llorar, me acosté junto a su cuerpo y deje que las lagrimas corrieran. La mitad de mi cuerpo se hundió en la tierra, fundido quizás por lo blanda que la dejaba mi pena. Mi cabello se fue confundiendo con la hierba, y la tierra pensó que mis saladas lagrimas no eran otra cosa que lluvia. Y así, estuve días, semanas, esperando a que llegase la autoridad local a investigar el crimen. Su cuerpo fue poco a poco confundiéndose con la tierra y el pasto, y en ciertos momentos eran mas notorias las huellas de las ruedas del carruaje que el mismo cuerpo muerto.
Pero la autoridad local jamas llego, nadie jamas vino a reclamar este crimen y solo quedaba un fantasma en mi cabeza de aquel deseo. Me sentí consternada, devorada, hundida, no solo por la muerte de mi mas maravilloso pasatiempo, sino que, por que nadie ha venido a reclamarme y culparme por este asesinato involuntario que cometí. La culpa me carcomía, y mas aun, me carcomía el no poder aunque sea, ser juzgada y castigada por este crimen.
Y jamas llego castigo, ni siquiera una recriminación. Poco a poco fui aprendiendo a vivir con esta culpa, con este asesinato de mi parte, y luego de repetirme una y otra vez que al menos, solo era un maravilloso pasatiempo y no una vida, me levante y me fui, volviendo a esos días que no eran como el día en que lo conocí. Así, retorne a mis corazones mas pegados y olvide la sangre que había sido derramada por mi descuido. Así, la culpa se escondió en un rincón oscuro dentro de mi, y luego de otro tiempo, acabo confundiéndose y perdiéndose con ese sombrío rincón.

Concierto de Tripas.


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com