-Me iré de inmediato.
Vestí mi traje harapiento y mi bastón, una terrible investigación se desataba a mi alrededor por los muertos, pero nada jamás probaría mi culpabilidad, vagué toda la tarde apoyado en el bastón, la calma ahora era mía, y los animales ya no me temían, logré acariciar a un perro sin problemas, ya no era un asesino desenfrenado, tenía mi mente clara, sabía que hacer, pero no sabía por donde partir, no podía volver a casa, mi mente me decía que necesitaba investigar mas allá, caminé horas y al anochecer me acerqué a un parque para dormir. A altas horas de la noche una muchacha pasó por el parque y fue interceptada por un tipo, que la amenazó y la llevó a un lugar mas "oculto", de inmediato me paré y corrí a el, al tocarle con el bastón este volteó y me dio un navajazo que rebanó mi cuello, caí al suelo en un charco de sangre, perdí el conocimiento. Al abrir los ojos todo se veia enrojecido, me confundí entre anochecer y amanecer pues el cielo parecía no estar del todo oscuro, comprobé que anochecía cuando se tornó mas oscuro en vez de aclarar, caminé hacia un rumbo que solo mi instinto conocía, la gente no parecía verme, llegué a un paradero con la esperanza de que pasase algún bus, había un hombre en el paradero que me miró de reojo, me preguntó por algunos recorridos y yo no supe que responder, al parecer, decidí poner en marcha el caminar al pasar largo rato sin ver un puto bus, recorrí varias calles hasta toparme de frente con una reja, la cuadra era enorme y bordearla me tomaría horas, salté la reja y mi visión roja cedió a una visión somnolienta, me colé cuan espía a un patio adornado como estos de las películas gringas, pero en vez de multimillonarios vi circular personas, al mas puro estilo fantasmal, con los pies a la rastra algunos y sus caras vacías o llenas de espanto, una volteó y al verme horrorizado corrí, pero en dirección a mi camino, salté un muro cual ninja y me quedé quieto, senti pasar alguien tras el muro sin detenerse siquiera a saber si yo estaba ahí, estaba salvado, miré por una ventana y vi que en el muro de un amplio cuarto se posaban mascaras sobre moldes, las máscaras tenían formas hórridas, y por una puerta entraba gente "normal" (algunos se veían molestos, otros tristes), tomaba una mascara de un molde y se la posaba, caía al suelo y su forma cambiaba a lo que la mascara tuviese, sentí alguien trepar el muro y me lancé sin pensarlo, corrí a un molde y me puse una máscara muy parecida a mi puto creador, me vi durante instantes como si fuese la muerte, divisé el molde y tenía la forma de una cara, pero petrificada, sin ojos, con dientes visibles como una calavera, ningun molde era así, al parecer era otra máscara, la posé sobre mi máscara y volví a cambiar de forma, era ahora otro fantasma como los del patio y en mi mano tenía la máscara de la muerte, nuevamente la posé sobre mi y me sentí mas grande que la primera vez, al parecer se habían combinado, deambulé por la casa extraña con mi nuevo atuendo, al parecer ya no era un extraño para nadie.
Jok~
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