Tortura mental, op4. La ausencia de colores y la presencia total de ellos.

Los medios me enfocaban como si fuera un vil trozo de carne, hijos de puta, todos hijos de puta, me levanto dispuesto a echarlos a todos a patadas, pero el puto perro policial me apunta con un arma eléctrica... al carajo, me abalancé sobre el y me disparó, sentí la corriente recorrer mi cuerpo, pero mis manos ya estaban sobre su cara, caímos al suelo, el se retorcía como un pez fuera del agua, yo me sentía eufórico, tenía quemaduras en los ganchos pegados a mi cuerpo, pero no las sentía, tomé la pistola y me jodí a un camarógrafo, los otros corrieron solos. Debía huir de aquel lugar, pero no con el traje de hospital, no con la batita de culo descubierto, volví al baño con la pistola en mano, me puse el terno hecho de harapos.

- ¿Una copa guapetón? - Sonrió su esquelética cara con una sonrisa burlona.

- ¿Que haces en el mundo real basurero? - Le dije ya envuelto en la rabia, pensé en apuntarle el arma pero era obvio que sería inutil.

- ¿Mundo real?, ¡estás alucinando! te metieron demasiados voltios. ¡La mitad de las cosas que ves en este momento están en tu mente namás!

Mierda, miré a la ventanita y esta no estaba, había una serpiente en su lugar, que me miró a los ojos, cayó al suelo retorciendose y haciendo ruidos.

-¿Que ahora mato con la mirada joder? - Le dije a la calaca.

-  ¡Que no!, está cagándose encima de la pura risa. Si sigues reaccionando como una puta loca cada vez que me ves será difícil que resuelvas el rompecabezas que tienes en el cerebro atrofiado de tanto jalar mierda.

-Si sabes tanto de mi sabes bien que solo me meto alcohol y marihuana idiota.

-Pero te jalas los problemas de todos, hasta los tuyos, ¿o no? ¿picasso?.

-Digno de otras artes, no de la pintura calaca.

-Pero ahora te tocará pintar cuadros con sangre, harás de este mundo un mundo feliz, quitando la mierda de el.

-Sabes bien que solo torturaré mentes si dejo tanto cadáver.

-Los cuerpos inertes de los ejecutivos yacían en el suelo machacados por la caida y por golpes dados con sus propias manos, si encuentran tu adn en alguno será porque salió de tu respiración. No has matado a nadie, ellos solitos se han matado. Si te dan días de prisión será por haber electrificado al puto madero allá afuera.

Del baño solo quedaban las baldosas, que de rojo color se tornaban, los muros que eran de loza, ahora eran de roca, roca roja y ardiente como el fuego, que poco a poco desintegraba hasta mi ego, miré al espejo y vi mi cara, era yo esa puta calaca. Llagas vi en mis manos, y a mi lado el bastón, vi mi cuerpo inerte que yacía en un fogón, infernal como ninguno, llegando a tal punto, que la vida que atrás dejé se volvía simplemente humo. ¡Pero que dolor de cabeza!, las ideas se vaporaban, me vi al  espejo y contemplé como la puta calaca de la risa se mataba. 

Me miró una vez mas, desde el espejo esta vez.

- El bastón es la guadaña, camuflada para la realidad. Volveremos a vernos, pero hoy tu destino es ser el ángel al que todos temen, el que se lleva a quienes ya tenían el boleto comprado pa la otra vida. Ese era mi trabajo, pero tu misión no solo se tratará de aquello, el mundo se ha llenado de incorrectos humanos, llenos de mentira, que llevan la muerte a inocentes a los que jamás debí matar, muchas personas en el mundo como tu se daban cuenta de ello, pero tu tienes la recompensa de ser quien acabará con tal basura. 

-¡ATRÁS!...

La electricidad invadió mi cuerpo, abrí los ojos y vi a un médico.

-¡Menos mal que aquel error no te llevó a la otra vida!

-¿Que error?.

-Ese policía no tenía derecho a electrocutarte, al parecer murió por su propia electricidad, te hallamos en el baño, vestido de harapos, apenas respirabas, te aferrabas a un bastón con fuerza.

- ¿Donde está mi traje y mi bastón?.

-Tranquilo, están en el ropero, estarás un par de horas acá y tendrás que ir a casa a guardar reposo, se nos agotaron las camas en este hospital. 

Cerré mis ojos y oí su risa, miré para el lado y le vi.

-¡Bendito seas hijo mío!-dijo con ironía- La vida te han salvado, para matar a quienes lo merecen.

-Quiero una puta vida normal.

-A ver si te las arreglas para ello, estás condenado palurdo humano. 

-¿Palurdo me dice a mi el idiota que mas transmite y poco actúa?.

Se aproximó enfadado y comenzó a golpearme, me sacudía como nunca y observé que una extraña silueta comenzaba a tratar de calmarme, me inyectaba... debía ser el médico del mundo real, y yo acá en mi mente peleando con este idiota.

-¡RECUERDA TU, HIJO DE PUTA, QUE CON TANTA DETERMINACIÓN DECÍAS, QUE SI TUVIERAS LOS MEDIOS ACABARÍAS CON TODA ESA MANGA DE HIJOS DE PUTA! ¡¿ACASO TE VOLVISTE UNA PUTA COBARDE?!. 

- Ahora quien es la puta desesperada...- dije con un tono sarcástico.

Se recostó junto a mi, miró al techo y comenzó a dibujar figuras, sin sentido aparente, y sin sentido que pudiese descubrir en aquel momento, tal vez eran puros disparates de verdad. Luego salió la imagen de un niño, clásico dibujo de niño que se dibuja junto a su papá y mamá a los 5 años, con figuras infantiles y un sol sonriendo.

-Mira mira-dijo- soy yo, esa es mi mamá y papá, el sol brillaba radiante y eramos felices.

Siguió dibujando, el sol en esta ocasión tenía la cara triste, y un arma se posaba sobre las cabezas de los padres, la cara del niño era triste. Habia otro hombre, el único extra que no estaba armado. Era mas alto que el resto.

-Mira, el le dijo a mis padres que por delatar su plan iban a pagarlo caro... dispararon muchas veces contra ellos antes de matarlos. 

Dibujó una vez mas, los padres muertos, ya no habían hombres armados, el sol estaba furioso y la cara del niño estaba totalmente rallada, no tenía sonrisas ni penas, no tenía nada.

-Me quedé vacío, prometí acabar con ese hijo de puta, y no pude cumplirlo, fui condenado a morir en un país donde eso es ilegal, claro, nadie se enteró, mis huesos siguen en aquella casa donde solíamos vivir, donde ya ni un ave canta, pero morí, vi aquella furia contra aquellos funcionarios en ti, y fuiste al único al que pude acudir, llevo décadas vagando, y hoy estoy discordante, aprendí a reirme de cosas extrañas, y a vivir una muerte abstracta. Hasta que llegó a mi un paquete, con una carta y la guadaña. "llevas mucho tiempo vagando, haz un par de trabajos y tal vez logres tu descanso, llévate a quienes están por partir". Vi que tenía el poder de dar muerte, pero solo a quienes ya no tenían vuelta atrás. Y tras años de cumplir esta horrible labor vi que podía entregar ese poder a otros, se lo di a un lobo, y vivió feliz cazando presas de una sola mordida, descubrí que era cuestión de energía, es por eso que hice este bastón, de huesos que me faltan, y lo cargué junto a la guadaña por años, ahora pertenece a ti. Tu energía es apta para terminar con tanto hijo de puta. 

Mil dolores aquejaban la mente de aquel extraño ser, me había llevado a mi mas cruel destino, pero que podía yo hacer... era hora de actuar, siempre quise ver la cara de sufrimiento de parte de quienes mas lo causaban, y hoy tengo la herramienta para hacerlo.

Abro los ojos y me veo en un pasillo, lleno de gente, una enfermera grita que he despertado, y el doctor acude inmediatamente a mi cama.

-No comprendemos lo sucedido, dejaste de respirar de un momento a otro, pero vuelves a estar acá. Te vas a reposar en una hora.

A reposar... en una hora iría a cumplir con la condena...

Jok~