Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

Delirio: el ahora no es (X 1/2)

domingo, 31 de marzo de 2013


Publicado por Gwÿnt.

Décima parte y media: Diversión disfuncional.

Sé que Leonore entrará a mi habitación a revisar mis signos vitales, pero no me va a encontrar. Luego del sueño inducido, y aún con la torpeza de los somníferos en mis venas, me desconecto de las máquinas, me visto con lo primero que logro sacar del guardarropa y salgo.

Lo que más me gusta del árbol delpatio al que siempre subo,es que desde él no se divisa ninguna ventana, ninguna habitación, ningun residuo de la ciudad, solo la vista amplia al cielo. Este es el centro de mi tierra, el fin del mundo.
Comienzo a fantasear con el desorden que estará armando Leonore allí adentro buscandome, molestando a Alex (que sigue enojado), perturbando a Francesca, produciendo alguna que otra pelea. Hasta no estando genero caos.
Intento cambiar de posición en la rama en la que estoy, y caigo. Maldita sea. Miro hacia atrás, y comienzo a caminar, sin saber que llegaría a esa detestable escalerita de madera y el pasillo por donde se ha ido Gaspar anoche. Me quedo,parada, pensando en todas las posibles salidas de aquí, no sin antes armar escándalo. No hay que desperdiciar oportunidad de levantar chispas.

-¿Pensando como arrancar de acá?- dice alguien un tanto lejos de mí. Me giro, y claro, tenía que ser.
-Gaspar...en realidad,si. No llegué acá por desicion propia.
-¿y que ha sido entonces si no ha sido tu propio andar? ¿ el azar, el destino?
-¿El azar? yo he caminado,solo que no sabía que legaría hasta sus tierras, Lord.
-Entonces no has debido decir que no ha sido desicion tuya llegar acá.Así como caminaste hasta este punto , pudiste seguir avanzando, y sin embargo estás aquí, hablando conmigo.

Se queda mirandome fijamente, como sabiendo lo que voy a decir. miro hacia atrás, adonde estaba el arbol, y doy unos golpes con los pies al piso.

-¿Puedo...?
-Si, Daire, si puedes. Pasa, por favor.

Le sigo, y los escalones resuenan, como madera vieja. Qué ganas de dar unos pasos brutales y romperlos, y que se conviertan en un montón de astillas esperando clavarse en alguien.
Llega a una puerta, la abre,entra y yo me quedo parada en la entrada, mientras él ordena su escritorio, y aprovecho de observar. El lugar es tal como lo esperaba, pero no sigue el prototipo, lo que me hace desconfiar.

-Pasa, sientate donde te plazca.

El toma asiento en un sillón junto al escritorio, y frente a el hay otro sillón, repleto de cosas.

-¿No vas a desocuparlo? 
-No.
-Ahi es donde usualmente los que te visitamos nos sentamos.
-Tu no, porque te encanta demostrar que no te agrada lo convencional,y sin embargo tienes bastantes prejuicios.
-Bien.- me siento en la mesa junto a la puerta, y lo miro, me mira, lo miro, me mira...-tienes muchos libros acá eh? - algo hay que decir para romper el jodido jueguito de mirar o ser mirado.
-Si, bueno, me agrada leer, y como lo has mencionado, te ha llamado la atencion, asi que a tí tambien
ha de gustarte leer.
-Si, pero hace mucho que no leo.

Me mira, lo miro, me mira.
-¿No tienes nada que comentar, Daire?- guardo silencio y sigo mirando a la librería, insegura como es usual.- Ajá, entonces ya me voy, no he desayunado y tengo un hambre feroz.- se levanta, camina y abre otra puerta de su despacho para salir.
-Creo que ya sé quien eres.- retrocede, cierra la puerta,y se vuelve a sentar.
-Excelente, te escucho.
-Son tus ojos, los recuerdo entre todas las alucinaciones y disociaciones que tenía...cuando me trajeron, cuando me internaron. Los guardas que se aparecían iban detrás de ti, y en ese momento usabas una bata blanca. Tu eras el psiquiatra.
-No, no lo era. Lo soy. Y los guardias eran a causa de tu delirio, creo, a menos que realmente hubiesen guardias y yo no los veía. Es una posibilidad. Pero ya que llegaste hecha un lío psicótico, opto por que no habian guardias
-Me molesto y le grito ¿y estar hecha un lío te daba el puto derecho a encerrarme, amarrarme y llenarme de dopadores para un caballo?
-Te amarré unicamente porque no quería que me agarraras a arañazos. Si te trajimos fue porque estabas lista segun Alex, no sé si habrás notado que donde se te "encerró" no es un sitio cualquiera, y lo sabes bien. Si te dopé, eso lo asumo sin culpa, porque la sintomatología que presentabas, más que ser peligrosa, era discapacitante, y tu tienes un ideal, una finalidad, por algo estás con nosotros aquí. Y tienes todo el potencial para realizarlas, si te mantienes estable. Sería una lástima que renunciaras a todo esto por tus desbalances biológicos, que tanto potencial de destrucción de la idelogoía dominante se perdiera por cualquier afección, como tener fobia social, o alucinar con un asesino en serie, y no querer salir de debajo de la cama para no estar en peligro. Alex me debe mucho, ya te contará el algun dia. ¿Ves? era necesario para tus aspiraciones, las que sea que fuesen, y por eso quisimos ayudarte, no es un asunto de haber tratado de lobotomizarte o de haber deseado volverte uno más de los borregos. ¿O te hemos vuelto uno?
-No
-¿Entonces?
-Ya sabes el prejuicio que hay en contra de los tipos como tú. Y es sabido que hay psiquiatras enfocados en la sanidad de la ente sólo para que sean un buen factor de producción, o para que no se cuestionen sobre sus condiciones de sometimiento.
-Así como tambien hay trabajadores "felices" con sus existencias ignorantes, y hay otros dispuestos a morir para cambiar sus condiciones. Que una mayoria sea de cierta forma no abarca que la totalidad tambien lo sea. Además...si todos fuesen iguales, estaría yo ¿diciendote esto? ...¿y volando bancos?

Guardamos silencio un instante, y me río por su último comentario.
-¿Porqué ha sido lo de anoche?
-Ese banco ha estado jodiendo los estudios psiquiatricos los últimos 20 años. Invirtieron en laboratorios y luego, de forma clandestina, contrataban visitadores médicos para que promocionaran sus uevos y milagrosos medicamentos, a altísimos precios. Como los medicos que los receten obtendrían cierta ganancia, dominaron en el mercado. Pronto, se recetaban fármacos a pacientes que en realidad no los necesitaban, se diagnosticaba a personas con problemas de ira con esquizofrenia y a niños hiperactivos con autismo para aumentar las ventas. Fundamos una organización para denunciar este tipo de prácticas y repudiar la falta de transparencia,pero nadie hizo nada. Nuevamente, el dinero ganó. El banco subvencionó a los políticos y sus campañas de elección, cimentando su puesto privilegiado, están manchados,siempre lo están, ysiempre se meten con todos nosotros, pero ahora se metiero directamente con nosotros. Llevamos bastante tiempo esperando sin respuestas, y ya no puedo esperar a que la organizacion se haga más influyente aún, asi que tomé el fuego por mis manos e incendié esa hoguera. Lo disfruté enormemente
-Ah... -me quedo sin palabras,no sé que mas decir, simplemente, no tengo mucho que comentar al respecto.- Pareciera que de todas formas con tu organización son un tanto influyentes allá, en el asqueroso mundo exterior.
-Así me gané este sitio y lo ofrecí como cetro de operaciones. De paso, podemos ayudar a los recien ingresados, y ver si de verdad tienen algun desorden importante o algun imbécil lo envió porque considera delirio psicótico el hecho de que piense de forma independiente.Por eso me dicen Lord,¿entiendes?, es un poco en burla,un poco en serio,el hecho de que sea el"amo"del fundo que es nuestra granjita de insurreción.
-Y tambien pones el pellejo por todos nosotros, pero que acto de nobleza más grande. Pero ¿cuál es tu historia,como llegaste tú aquí? Para poner todo en esto debe ser un impulsor bastante grande.
-El sentido comun. Bueno,tengo que irme.
-Pero...
-No. Hay cosas que no tienen que saberse simplemente. ¿Porqué quieres saberlo?
-Para ver si me logra impulsar tu motivo a mi también.
-A todos nos impulsa un sentimiento distinto, pero el impulsor en sí sigue siendo el mismo.

Suena la bocina de un auto afuera, y Gaspar mira el reloj antes de ponerse en pie.
-Las 10:23... Deben ser Leonore y Sid, ya debo irme. Debo mantener cierta rutina para mantenerme activo.
Sé lo que me quieres decir y no puedes, que necesitas algunos consejos en relación a tu inseguridad. Ya lo hablaremos, búscame pronto.

Cierra la puerta, y no sé que pensar. Ni muestras médicas, ni ordenadores,ni corbatas. Las generalizaciones realmente impiden el descubrir las particularidades de cada caso, y cuánto cuesta visualizar siquiera con ensoñaciones inadaptadas que ocurran sucesos como este, que aparezcan seres así. El bien del mal necesario. Es necesario vivenciarlo, comprender el sentido de nuestra elección.
Salgo del despacho, y camino hacia la entrada principal. Logro divisar, mirando por una ventana del tercer piso, a Alex. Me divisa, frunce el ceño y se va.
Mi muchacho creado se ha perdido, y me encuentro acá, sin mi árbol. Soy mi nuevo centro de la tierra, mi fin del mundo.
Por primera vez en meses me decido por salir sola.Ando un par de cuadras, y me siento a fumar un cigarro. Estoy nerviosa,pero intento no pensar en ello, hasta que descubro a un hombre, como de mi edad, mirándome, y apartando la vista. Luego de varios mirar y apartarse, se acerca y me pregunta "¿qué hay contigo?" 
-¿A que te refieres?
-Digo...tu apariencia es muy extraña,pareciera como si te hubieses puesto lo primero que has pillado, por eso,¿que pasa? -entre curioso y ansioso. No sabe entablar conversación, está mas que claro.
-Ya, y porque me veo de manera "extraña"me pasa algo,¿verdad? Bien,pasa que tengo la mitad del cerebro podrido,asco a los instintos sexuales y muchas ganas de meterle el cigarro por la nariz a alguien, y hasta ahora, eres el único candidato.

No es necesario que le diga que se puede ir. Recoge su dignidad y se larga. No hay nada que odie más que los estereotipos socialmente aceptados. Por mi, que la naturaleza me vuelva estatua, me vale. De todas formas, ha sido nada comparado con lo que podía ser antes,pero ha sido un logro, y como tal,merece una cerveza.
Camino hacia el bar al que solíamos ir con Francesca y Alex. Me quedo congelada en la entrada, y me abstraigo, casualmente, no en los recuerdos del lugar,sino en todo lo que dijo Gaspar del banco, los políticos de turno, y el impulsor. Me recorre desde la punta de la medula espinal una idea que se desborda, que me ahoga, que lentamente me llena la sangre y la saliva... una idea... que tiene que ser dada a luz ya.
Doy media vuelta para regresar por equipamiento ligero al centro,cuando veo a Gaspar estacionando su auto.

-Hey, Daire! ¿que haces aquí?
-Pues que haces tú aqui, ¿no ibas a trabajar?
-No trabajo todo el día. Bueno,se supone que debería, pero he decidido dar mi tiempo en que estoy bien a la psiquiatría clinica, y cuando me cabreo, me largo, y me vengo por una cerveza antes de ir a casa.
-Yo veía a tomarme una, pero se me ha ocurrido ir a otra...
-Tomate una conmigo, y luego ya te llevo,¿vale?

Nos sentamos en la barra en silencio.Hay un acuerdo intrínseco de no hablar mientras bebemos. Salimos, y por el clima frío,ya se ha atardecido y comienza a oscurecer. 

-¿Sabes? Hay una concentración de gente en esa calle,vamos.

Mientras nos acercamos,diviso a la montonera de personas alegres con banderas del partido político al mando. Gente recibiendo regalos de parte del comando.Asco de espectáculo,asco desuelo que nos obliga a pisarlo en esta agonía denominada"vida". Gaspar me entrega algo y se aleja en dirección a su auto.Me ha entregado una pintura en aerosol. Me encapucho y camino hasta un gran afiche de propaganda, saco el spray y escribo en todo el rostro del candidato:

Queremos tu sangre
a cambio de la nuestra,
que no podrás derramar.

Por supuesto, todos me ven, entre asustados e intervenidos,pero definitivamente, rompo con el ciclo enfermizo y el espectáculo de las masas que se estaba efectuando. Me quito la capucha y veo a un niño, con una banderita. Se la quito, y le digo sonriendo"que no te quiten tu muerte, que no te maten la mente" y salgo corriendo. Espero, realmente espero, que me haya comprendido dentro de la inocencia tierna que sigue inalterable.

Entro rápidamente al auto de Gaspar.
-¿Y? ¿Ya ha regresado Daire?
-No,solo estoy tan furiosa como asustada.
-Ha servido como impulso a actuar,¿no?
- Creo que si...

Abro la ventanilla, tiro la banderita, y la vuelvo a cerrar.

Continuará...

Epifania entre azulejos

sábado, 30 de marzo de 2013

Mareando con su ir y venir. 
Azulejos remando,
Y saltarines entre estos
Gozan del porvenir.


Un abrumante desierto en superficie,
Que en profundidad es agonizante.
Un cielo claro invertido.
El complemento, el tranquilizador.


Moja pero seca la boca
Y siempre pide más y más.
No sacia las ganas, no esta para eso.
Ella es sabia y no acaba, no muere por lo nuestro.

Meticuloso es el azar.
Al entregarnos tal perfecta grandeza.
Tan misteriosa y sinuosa.
Tan bella y malvada.

Entre éste, tortuoso y sin forma.
Ocultos entre la densa niebla.
Se encuentra la auténtica belleza.
Tan simple y compleja.

Obstinados hemos sido olvidando todo esto,
Aunque siempre esta ahí llamándonos,
Susurrando y resonando en el oído,
Negamos toda vinculación y toda procedencia
Toda claridad y toda comunión
Cada verdad y gota de lluvia
Cada charco que a nuestros ojos,
No merece valor.

Del mar soy y vengo,
Mar soy y seré.
Desde la mañana en que mis ojos lo lloran
Hasta en mi dormir donde voy y vengo como las olas,
En las cosas más insignificantes,
Y en cada sentimiento.
No conozco mucho la plenitud del mar,
Pero se a fe ciega, que de el soy parte.

El regalo que agradezco cada día
Ver esa brumosa avenida,
Donde las estaciones de tierra
Son nuestras prisiones eternas,
Y nuestras tumbas secas,
Desecas.

Benditos sean los que mueren en alta mar
Bendita la gran fortuna de vivir cerca, tan cerca
Benditas las aves que alzan vuelo,
Bendita esta patrona a la que no obedezco pero respeto

Esta vida polvorienta a la que estoy ligado,
Quisiera dejar atrás este polvo que cargo,
Tan reseco, tan sin forma y tan sucumbido.
Tan ligados a esta existencia,
Es tan liviana en demasía,
Que ignoras como te ahogas,
Respirando a otro muerto.
Todo ese polvo del que nos liberamos
Cuando nuestro cuerpo esta saciado
Tanto asco me condena.
Tanto mal me rodea.

Ésta, angulosa vida para todos.
Cada vez más en picada.
Te va atrapando de a poco
Y no disfrutas Nada, NADA…
Ya en la inmensidad del lodo,
Recuerdas lo que alcanzaste a hacer,
Cada cosa que hiciste en contra de todo,
Cada vez que embobado mirabas el paisaje.
Solo cosas sin trascendencia.
Que hablan de lo que realmente fuiste.
Y la nada se queda con todo.
Y lo que te importaba se hace nada.

Santa lluvia que baña mis males,
Mar, Eclipse de tierra
Caudales que lo seco lavan,
Vivo gracias a su causa,

Al observarlos 
Al sentirlos,
Al hacerlos míos,


Ritual que debo REPETIR y REPETIR,

Y cuando no,
  
   Al sol y smog, 
     
       Dejare de EXISTIR . . .                                              
                                       -RAMILIANO-







Bienvenida Sangrienta Malvenida

Bienvenida Sangrienta Malvenida: Segundo Movimiento: Parte 7 2/3 y 8.

Por: Prometeo

Las calles esta noche están heladas. El viento corre ligero, aunque su andar al hacer contacto con la piel, trae recuerdo de crudos inviernos. Las pocas luces de la calle dan una especie de tinte extraño a la noche, pequeñas esferas de luz amarillenta iluminan palidamente. Tengo el cuerpo entumecido, adolorido y cansado. Hoy he regresado al trabajo, he vuelto a mezclarme una vez mas en los engranajes de la maquina. Ya nadie me habla, creo que comentan mucho sobre mi, aunque me importa poco realmente. Prefiero estar solo. Me han pedido que me disculpe con el supervisor, pero me las he ingeniado para escurrirme todo el día  Volver a esa realidad es intoxicante, desvitalizador.
El día de ayer tuve mi segunda consulta con el psiquiatra. No iba a ir, pero el maldito de Hernando pago la asquerosa consulta y Sofia prácticamente me obligo a ir. Sofia es obstinada, Hernando sabe que no desaparecerá de mi vida hasta que este "bien", es decir, cuando el tipo de las pastillas diga que puedo seguir normal. Vaya mierda, Sofia no entiende nada... ¿Que quien es Hernando? Pues...


TOC TOC TOC!
Suena la puta puerta, me debo haber quedado dormido. ¿Quién será? Sofía tiene llaves ¿Seran los Maniacos? ¿O es que Glenn ya ha averiguado donde vivo? Me levanto  de la cama, llego hasta la puerta  y la abro de golpe
-¿Si?- digo antes de terminar de abrir la puerta
Unos ojos desconocidos aparecen frente a mí. Tenía el rostro con las facciones sacadas en copia del manual de estética de la máquina. En sus ojos brillaba el desprecio, verle mirarme era como ver salir del castillo un príncipe y pararse frente a la puerta de uno de sus siervos, o esclavos. Tenía el pelo castaño, y era más alto que yo (que soy de estatura promedio). 
Atrás de el venia un tipo más alto, con lentes, portentoso, de expresión tosca, y brazos cruzados. ¿Qué es esto?
-Bueno, bueno, por fin conozco al famoso Esteban- me dijo mirándome con expresión soberbia- No te imaginaba tan ¿Cómo decirlo? ¿Simple?¿Común?
-¿Quién mierda eres, imbécil?- le respondí mientras me acercaba abruptamente a el tipo. Inmediatamente el tipo de atrás, el gorila, reacciona y cuando se va a abalanzar sobre mí, el tipo levanta su mano y el gorilon se detiene.
-Mira tarado, si quisiera llevar esto directamente a eso, ya estarías con una paliza en el piso, sin siquiera cansarme, pues mi amigo está aquí para que yo no tenga que preocuparme de hacer esas cosas-me dijo riéndose en mi cara- Pobre Sofía, no es capaz de ver que eres un simple tonto drogadicto resentido…
Hijo de puta hijo de puta hijo de puta hijo de puta. Sabía quién era este tipo, tenía que ser el burguesito de Sofía. Hijo de puta, hijo de puta, hijo de puta ¿Qué hago para no estrangularlo?
En medio de mi reacción, me ha empujado, me pillo desprevenido. Choque con la pared y de inmediato, se metió al departamento. Cuando me incorporaba el gorila pasa frente a mi amenazadoramente y sigue a su amo.
-Cierra la puerta- me dijo- quiero conversar, si quisiera molerte a golpes ya lo habría hecho. Hablemos esto como caballeros.

Imbécil de mierda, ahora es cuando desearía la puta ayuda de los Maniacos, con el gorila, porque ese puto de mierda lo tomo yo.
Una danza de puñetazos caería sobre su rostro, representante de toda hermosura prototípica, desfiguraría cada rincón donde se esconda un sector que no sea deformidad, transformaría esa cara de campos de flores de plástico, en campos yermos. Cierro la puerta.
Me acerco hasta la mesa, mientras el tipo ya en una silla (su gorila evidentemente de pie) me invita a sentarme en mi propia silla.

-No tengo planeado hablar mucho tiempo contigo, no hace falta que me siente- le respondí. Inmediatamente se me acerca el mastodonte y, sin mayor esfuerzo me mueve hasta la silla y me mira serio, como para que me siente voluntariamente.
Me dejo caer fuertemente sobre esta y miro con desprecio al jodido imbecil frente a mí.
-Para que sepas, por si no es muy claro esto.- dijo mientras extiende la mano hacia mí- mi nombre es Hernando Echeñique, hijo de Jose Miguel Echeñique, de seguro lo conoces. Estudie leyes en la Universidad Nacional y ¿Qué mas? Soy el novio de Sofía, ella es el motivo de nuestro encuentro el dia de hoy.
-No te daré la maldita mano ¿Qué mierda quieres? ¿Vienes a hacerme un berrinche de celopata? ¡Pues jodete!- le respondi, intentando levantarme, obstaculizado por este maldito primate. Hernando me toma del cuello y se me acerca amenazante.
-Quedate quieto imbécil, no me hagas perder la paciencia, te va a ir peor a ti que a mi.
-El puto golpe del rostro no te lo sacara nadie- le dije,  tratando de lanzarle un puñetazo, pero rápidamente, me aprisionan de los brazos.
- Mira tarado, solo vengo aquí a aclarar las cosas, Sofía es mía y me molesta que constantemente pierda el tiempo contigo, se preocupe o se vea complicada por ti, tu la llevaste derecho al suelo, es culpa tuya lo mal que ella llego a estar. Tu eres el causante de eso, finalmente, solo has conseguido herirla, confundirla y perderla - dijo mientras me daba un puñetazo en el estomago- Mira, yo venia aquí como caballero y tu has causado esto, la cosa era bastante sencilla. Vengo a advertirte sencillamente, que te vayas haciendo a la idea de que Sofía es mi novia, que tu ya lo arruinaste, y que, lo mejor para ella es que salgas de ahí. Tarde o temprano pasara, asi que es mejor que lo vayas aceptando.
Otro golpe en el estomago. Tengo ganas de vomitar, se me ha escapado el aliento y no puedo respirar. Si me asfixio vomitando, quiero que al menos le caiga encima.
-Yo te recomiendo que no intentes decirle a Sofía sobre nuestra conversación privada, digamos que tu tienes las de perder. Yo venía a conversar y me atacaste, si lo pensamos bien, no estaría mintiendo.
Otro golpe en el estomago. Los brazos que me retienen me sueltan, no tengo aliento, sencillamente me dejo caer y el suelo me recibe de brazos abiertos. El burguesito tiene mas fuerza de la que esperaba.
-Que tengas un bonito día, agradece que tu cara salió intacta… bueno, no tienes mucho que celebrar en todo caso – dijo mientras caminaba hasta la puerta, la abría y se marchaba con el Gorila tras de sí, este finalmente suelta la manilla de la puerta y esta se cierra, dejándome solo, por fin.

Trato de recuperar el aliento y estiro mi cuerpo en el piso, cuando me pongo un poco mejor, me quedo boca arriba mirando el techo.
Estaba magullado, mas, el dolor físico estaba en segundo plano. ¿A qué se refería con que había herido a Sofía? Anoche discutimos por teléfono por su constante insistencia con el asunto de mi supuesta politoxicómana y sus constantes evitaciones a hablar de nosotros. Si, ha sido cabreado, pero no creo que sea para tanto.
Siempre que estuvo junto conmigo, jamás le vi sufrir, jamás oí que se quejara. Cuando se fue, de manera tan drástica, pensé que simplemente, como ya no la hacía tan feliz, busco a alguien que la elevara más. Incluso pensé que, en parte, había dejado de importarle cuando se fue. No parecía tener sentido, seguramente Hernando lo decía desde su visión de hijo de titiritero de la maquina.
Hernando no era un simple burguesito como siempre creí; aun no entiendo como Sofía dio a parar donde él. Este tipo es nada menos que el hijo de Jose Miguel Echeñique, uno de los burgueses más adinerados e influyentes del país, inversionista mayoritario en todas los canales de “televisión publica”, dueño de las seis compañías de prensa más leídas del país, además de numerosas inversiones en la minería, empresas de electricidad, cadenas de supermercados, etc. Es uno de los máximos titiriteros de la maldita máquina, las políticas de los gobiernos no son más que servilismo de los intereses de él y otro pequeño puñado de empresarios de la máxima escala.
Es por eso lo de los estudios de leyes en la Universidad Nacional, la universidad de elite, accesible por sus altas exigencias y costos, solo a los privilegiados que han recibido una educación en las escuelas (encargadas de preparar esta madera en piezas para la maquina)  orientada para esa labor (es decir, para los que pueden costear el status). ¿Pobres en la Universidad Nacional? Algunos, no demasiados, solo los que lograron sobrevivir por su cuenta en la masacre cerebral de los colegios para pobres. Establecimientos que coloca el estado, únicamente para decir que ha cumplido su rol de brindar educación, cuando sabemos bien, que si del burgues dependiese, los pobres no deberían ir a la escuela, sino que recibir instrucción para cada una de las labores que realizan en la maquina, sencillamente.
Sofía no solo me había dejado y había renunciado a la vida de libertad que nos esforzábamos por llevar, Sofía realmente, se acurruco con el bando contrario, con el enemigo. Dio el esfuerzo por liberarse, a cambio de una mediocridad cómoda y degradada, como un objeto más dentro de la inmensa, voraz, hambre de acumulación de los titiriteros.
Sentí tanta ira, que creí que comenzaría a sudar mares de sudor que inundarían el departamento y el edificio. Caminaría abriendo las olas de sudor por mi temperatura tan elevada, que con solo acercarse, el sudor se evaporaría instantáneamente. Finalmente, llegaría hasta el edificio más alto de la ciudad, un gigantesco monumento al consumismo y la burocracia, un símbolo gigante de la maquina opresora, fálica, tratando de follarse todo aquello que se le cruce por delante. A mí no, estaba vez, vomito. Vómito y género huracanes con mi sudor, mi vómito, y más tarde mi sangre, convirtiéndome en un gigantesco huracán que impregna la ciudad completa de mí. Soy el terror para ustedes, malditos carceleros.

Si, Hernando, un puto.

-Dígame señor Esteban ¿Como se ha sentido esta semana?- me pregunto el tipo tras el escritorio, una vez mas con su corbata lila.
-Igual que siempre, irritado por la mierda. Por lo demás, me mantengo- le respondí
-¿Consumiste algún tipo de sustancias?
-No.- Mentí
-Eso me parece muy bien... ¿Como ha funcionado la medicación? ¿Has estado mas calmado?- 
-Solo me atonta, supongo que cumple el objetivo ¿No?- lo mire desafiante, quería irme.
-Bien... Quizás podrías bajar un poco la dosis, aunque si su ansiedad vuelve a dificultarle, deberá volver a la dosis que le he recetado anteriormente... Quizás podríamos probar con otra medicación .. ¿Se han presentado algunos síntomas diferentes? ¿Como llevas la abstinencia?-
-Todo sigue igual, estoy bien ¿Puedo marcharme?- 
-¿Sabes? Puedes irte perfectamente, pero yo mantengo contacto con tu lugar de trabajo y veo que no te encuentras bien, tu reticencia a la terapia me hace pensar en recaídas y nuevos incidentes. Puedes irte, pero ten por seguro que perderás el empleo tarde o temprano. Eso definitivamente no te ayudara. Tienes que entender que yo estoy aquí para ayudarte, no para controlarte, venir aquí no te hace un loco, solo una persona con algunos problemas y que con la adecuada ayuda, puede salir adelante.

No se que mierda entenderá por salir adelante, su concepto de progreso me da nauseas, aunque me ha puesto contra las cuerdas, encontrar otro empleo no sera fácil con tamaña taza de desempleo. Puto, tengo que aguantar su mierda y encima pagar, para poder conservar mi trabajo.

- Si me arrinconas así, pareciese que no tuviese mas opciones...- le dije refunfuñando.


Un auto cruza la calle a gran velocidad, acompañado de otra fría briza. Mis manos están tiesas por la falta de calor. Estoy temblando. Mañana debo ir a trabajar, pero no me importa, hoy por fin ha llegado el plazo de una de mis esperanzas de escape. Ademas hoy me siento tan solo, cualquier pequeña luz de esperanza, de novedad, me sirve para intentar levantarme de esta languidez desilusionante.
Sofia debe estar ahora en cama con el Hernando, me provoca repulsión  Ya no me dan ganas de siquiera escuchar su voz, pues siempre, a pesar de la preocupación  es un sonido distante, lejano, como un poco atemorizado. Al parecer Hernando estaba en lo cierto, realmente, estoy sobrando en su vida. Si no tuviese a Ayleen, estaría solo ante las marionetas, con excepción de los Maniacos, con los cuales no sabría definir mi relación  Ayleen, es una de las esperanzas que aun tengo depositada en la humanidad. Una flor nacida en el asfalto, que ha aguantado los embistes de los vientos sin quebrarse completamente. Ayleen...

TOC TOC!
La puerta vuelve a sonar. ¿Hernando habrá vuelto? ¿Qué debería hacer? Me levanto a prisa y cojo una botella vacía. Me acerco y me preparo para asestar el botellazo.
-¡Hola!- me dice una chica sonriente, de cabello negro. Dejo caer la botella, por fortuna, esta no se rompe- Apuesto a que no me esperabas aquí.
Era Ayleen, una vez más se paraba ante mi esa muchacha de ropa estrafalaria, de mirada inquieta, casi inocente. El contraste ha sido amplio con la última vez que abrí la puerta.
-¿Estas bien? Te veo con cara extraña ¿Estas ocupado? Si es así me marcho, no quería molestarte- me dijo un poco asustada.
-No, no, no. Por favor pasa, es un placer tenerte aquí ¿Cómo es que sabes donde vivo?- de la nada todos tienen mi asquerosa direccion y mi puto teléfono sin que yo diga una maldita palabra.
-Internet- Me sonríe con los ojos cerrados y entra a la casa.
-Tenía el día desocupado, así que, como sabía que no estabas trabajando, vine aquí a ver si podíamos entretenernos en algo, hablar, nose- me dijo un poco nerviosa.
-Me has salvado el día- le dije riendo.
Se ha quedado mirando la habitación y de un segundo a otro se ha puesto algo eufórica.
-¡Maldita sea! Me encanta la estética de esta habitación, es una brutalidad. Mataria por pintarla.
-¿Te ha gustado este desastre? He invertido tiempo y esfuerzo en llevarlo a este estado- le dije riéndome- ¿Pintora?
-No, me gusta mucho y me esfuerzo por mejorar, pero no soy muy buena. Y los implementos me fallan, no tengo el dinero suficiente para poder pintar todo lo que me gustaría pintar- me dijo- ya sabes, no resulta muy abordable con regularidad por los costos, y mis padres no invertirían en mi esa cantidad. Seguramente pensaran que me aburriré en dos días
-¿Y no ocurrirá?- le pregunto
-Me suele ocurrir con la mayoría de las cosas, no lo niego, sin embargo pintar siempre ha sido algo que me ha gustado mucho…- dijo enérgica- pero se jode, me acostumbro por ahora con lo que tengo.
Coloco los cojines que están sobre la mesa, en el piso y la invito a tomar asiento. Tomo un cenicero y mis cigarrillos, abro las ventanas y me siento.
-¿Cómo has andado?- le pregunto mientras enciendo un cigarro y le entrego uno a ella.
- La verdad, bastante asqueada. Detesto la escuela, no puedo creer que tenga que soportar medio año mas. Ademas me aburro constantemente, realmente encuentro muy pocas cosas interesantes, y peor aun cuando encuentro algo interesante tiendo a asustarme y ponerme muy tonta. Me han dicho que tengo fobia social o que soy algo evitativa, pero creo que no es asi totalmente, por que mira, estoy hoy aquí, en tu departamento, faltando a la estúpida escuela – Cesó riendo y mirando al piso, luego me mira a los ojos- ¿Cómo estas tu?
- Mmm…Ha sido una mañana tranquila, pensaba en que podía hacer del dia, como ves, me quedan aun un par de días de licencia- le respondi. Preferia omitir el hecho de Hernando y la aparición de Glenn. Sobre la mesa estaba el portafolio, había algo en que usar el dia- En este mismo momento hay un objeto en esta habitación que pide a gritos una misión.
Me mira confundida, aunque noto su curiosidad inmediatamente.
-¿Qué objeto? ¿Cuál es la misión?- me respondio riendo
-Mira en la mesa.
Dirige su mirada en esa direccion y ve el portafolio
-Oh! ¿Qué hay ahí? No puedes dejarme con la duda, ya se me ha metido y no podre salir de ella hasta saber- me dijo inquieta, sonriente.
-Tendrás que quedarte con la duda, a menos que me acompañes en la misión-
-¿Y cual seria esa mision?-me dijo desafiante
-Es una sorpresa…  si me acompañas lo descubriras-
-O eso dice mucho, o no dice nada.-
-Es como una apuesta, podríamos hacer del dia algo mas interesante-
-Apostemos entonces- me dijo riendo


Ese día hice que me acompañara a advertirle a aquel hombre de las intenciones de su hijo. Compramos ropa  y artículos de disfraz, fue gracioso verla con el pelo rubio...
Esta chaqueta fue la que compre el día de hoy, negra, un poco larga pero no demasiado. Ayuda ante estos fríos.


-¿El hijo del señor Ramirez?- me responde una enfermera de pelo castaño claro, de unos 20 años- Pues, yo llevo cuidando al señor Tomas cerca de tres años y jamas le he visto, mi madre, quien le brinda los mayores cuidados le ha visto, pero no aparece nunca, le deposita los costos de su tratamiento por cuenta corriente, por lo que no se ven seguido. El no se aparece por aquí  según mi madre, el dice ser un hombre ocupado... Aunque ¿Tan ocupado como para no darse un minuto para ver a su padre?
-Es decir que solo deja el dinero, como si fuese la comida para el perro botado y punto- dice Ayleen. Le pellizco el brazo despacio, para hacerle notar que cuide sus palabras.
-Pues, apenas... la verdad es que hace bastante tiempo, casi un año, que no deposita nada para los cuidados de su padre. Mi madre lo ha costeado todo durante este tiempo...

Se abre una puerta y una enfermera de unos cincuenta años sale de la habitación. Es la madre de esta chica.
-Ya se ha despertado, pueden pasar a hablar con el.

Le he apuntado a Ayleen que se quede en la habitación con las enfermeras y entro en el cuarto, cerrando la puerta.
Un hombre de muy avanzada edad, acostado en su cama me mira con curiosidad.

-Buenas tardes señor Tomas
-Buenas tardes joven ¿Que lo trae por aquí  ¿Nos conocemos? Disculpe si no lo recuerdo, estas cosas de la edad, usted me entenderá- dijo con tono jovial.
-No se preocupe señor, no nos conocemos... La verdad es que no traigo buenas noticias, espero no sobre saltarlo demasiado, pienso que es necesario que usted sepa.
Me mira con curiosidad, esperando a que hable.
-Es acerca de su hijo.
-¿Que ha hecho ese miserable ahora?- dijo con tono molesto
-Pues, parece que ya sabe de que calaña es... Ha tratado de convencerme de que cambie el testamento de su casa, que le ha dejado a sus enfermeras, para que el pueda adueñarse de la casa y echarla abajo...- Sin anestesia  tal cual como es.
Se quita los lentes de sus ojos y los limpia, luego sereno mira por la venta
-Ese chico haría cualquier cosa por dinero...Yo no lo crié con esas ideas...- apunta su mirada hacia mi- No se quien seras, joven, pero agradezco que me hayas advertido...
-Me parece que era necesario señor...-

Me acerco hasta una pared de ladrillo y digo las palabras mágicas

"Hola muralla ¿Como estas?"

La pared de ladrillos cede, dentro, veo una gran cantidad de personas en la habitación  muchos rostros aun desconocidos para mi. Albert esta hablando, entro.

-... así es hermanos míos  como podéis ver, hemos llegado al punto limite de la historia. El decadente mundo de hoy, dominador, esclavizante, ha encontrado su momento de extinción  luego de años y años marginandonos y olvidándonos, encerrándonos en cárceles y psiquiátricos...-
Diego se me acerca sonriente y me da la mano saludándome
-¿Que es todo esto?- le pregunte
-Maniacos que estaban a la espera, Albert esta empezando a organizar firmemente todo...- dijo
-Son bastantes.-
-No tantos, llevamos días en estas reuniones, creo que Albert esta buscando un lugar mas grande, sobre todo ahora que van sumándose de a poco mas aspirantes.-

-... en medio de las cenizas la maquina se despedazara, nuestra labor, como responsabilidad con nuestra propia libertad, es cortar las cadenas que atan nuestras alas y las de nuestros hermanos...- Albert continua, mientras la multitud le mira atentamente.

-¿Estas listo? ¿Hiciste lo que te dije?
-Si, si lo he hecho- esta vez no mentí
-Pues vamos...
 Caminamos entre la gente, Albert continuaba su discurso, me saludo con la mirada y fijo su vista en Diego.

Llegamos hasta la puerta trampa, Diego la abre y entra.

-...nuestras primeras labores son de tipo ideológico  el dominio se sustenta gracias a la imposición ideológica, nuestra labor es destruir los pilares de esa ilusión  de esa mentira conveniente para los carceleros de la libertad del resto de nuestros hermanos...-

Bajo al vació sótano, Diego me espera sentado en el centro de la habitación  Comienza a servir en una taza un liquido color verdoso, cuando acaba, la deja en el piso, junto a un balde. Me pongo frente a el y me siento, el balde esta vació.
-Es para el vomito, siempre viene, hermano- me dijo algo inquieto, parece emocionado- ¿Estas listo?
-Si- me indica con la mirada la taza, la levanto con la mano y la dirijo a mi boca, tiene un olor repulsivo.
-Debes bebértela lentamente, soportar el asqueroso sabor, es parte del ritual.
La acerco a mi boca y siento un liquido tibio, espeso, con un sabor indescriptible, increíblemente desagradable al gusto, tengo ganas de vomitar, pero quiero aguantar.

- Oh Diosa Libertad, toma entre tus brazos a tu seguidor,
guía su voluntad a través de los mares del innombrable deseo,
que la luz de la verdad barra con la falsedad implantada en esa conciencia,
que su corazón vuelva a latir tan profundamente como lo hace tu existencia trascendental.

Acabo la taza y contengo las ganas de vomitar con todas mis fuerzas, me siento un poco mareado.

-Vuela libre, vuela al susurro de tu verdadera eternidad.

Un chorro de vomito cae sobre la cubeta, apenas puedo respirar entre los escapes de mis interiores, todo comienza a dar vueltas y la cara de Diego se vuelve borrosa. De pronto de un instante a otro, todo alrededor comienza a desintegrarse en medio de una luz inmensamente blanca.

-Te he estado esperando...- se escucha una voz que entra con fuerza a través de todo mi cuerpo. Siento unas extrañas vibraciones, que dan la impresión de que mi cuerpo fuese a explotar.

Sangre, veo sangre por todas partes. Un cuerpo desollado y desmembrado esta ante mis ojos. En una pared, con sangre, se ve escrito "Voy a por ti".
La gente corre de un lado a otro, estoy en medio de la multitud. Reúnen barricadas y se animan mutuamente ante la inminente llegada de la policía  La barricada no enciende. Hay fuego por todas partes, un cadáver de un joven yace muerto en el piso, con el cráneo destruido. La multitud lincha a un policía  Un banco, la gente esta en el piso, tengo un arma en la mano, escucho las sirenas de la policía  "Es tiempo de entretenerse" dice una voz. Disparos, me escondo tras un mueble de la cocina y disparo. Cuando se me acaban las balas me abalanzo sobre tipo, con un cuchillo en mano. Siento el calor de la sangre en mi cara. Hay un espejo frente a mi, soy yo. La figura en el espejo se mueve y me habla, yo estoy quieto. Mis pies están sobre tierra, esta todo muy oscuro, apenas consigo ver gracias a una pequeña linterna. La canaleta, apunto a la cabeza de un hombre que me habla, apunto a la cabeza de una mujer, luego coloca la pistola en mi cabeza. Unos ojos inyectados, con un deseo de hacer daño como jamas vi, se posan en mi. El tipo camina entre la multitud, con un abrigo rojo, matando a quienes se cruzan en el camino hacia mi. Luz, solo luz, no puedo distinguir nada. Las imágenes pasan tan aceleradamente que ya no puedo distinguirlas, miles de palabras e imágenes pasan aprisa por mi cabeza. Siento que mi cabeza va a estallar, tengo una presión horrible en el cráneo  Los ojos de Sangrienta se me aparecen con una potencia increíble. Siento que mi cabeza se resquebraja y explota.

Despierto en la cama de un hospital, en una silla, junto a mi, veo a Nicolas durmiendo. Me duele la cabeza, y siento una extraña sensación en el pecho, como una ansiedad desgarradora.
-¿Que paso?- Nicolas se despierta abruptamente y pasándose las manos por los ojos me responde.
-Es un alivio... pensábamos que ya no volvías...
-¿Por que estoy aquí?-
-Has entrado a tener convulsiones luego de lo que te dio Diego, no reaccionaba, tuvimos que traerte aquí para que no te murieras- me dijo- Albert y los demás han regañado seriamente a Diego por hacer algo como eso sin consultar... ¿Como estas? ¿No te vas a morir o si?
-Creo que estoy bien ¿Cuanto llevo aquí?
-Un día desde que te trajimos.

Miro las sabanas y luego la ventana, las persianas están cerradas y la luz encendida, debe ser de noche.
-Albert estará ansioso de hablar contigo, debe venir en camino.-dijo mientras se levantaba- yo voy a jalar al baño, espérame aquí.

Una vez solo en la habitación intento comprender las visiones que tuve en esa extraña experiencia, sin embargo, al tratar de recordar, algunas imágenes aparecieron tremendamente vivas ante mis ojos, generandome una puntada en la cabeza. Deslizo mi mano por mi cuello y trato de no pensar en aquello. Miro por la puerta, hacia el silencioso pasillo del lugar. De un momento a otro, veo mi figura en la puerta, mirándome fijamente. ¿ Estaré soñando? Me ha indicado con la mirada que lo siga, y se ha ido caminando por el pasillo. Me levanto de la cama rápidamente, no sin complicaciones por mi falta de fuerzas.
Camino a duras penas por la habitación y al salir al pasillo, escucho la voz de Nicolas echándole la bronca a alguien. Deben haberlo pillado. En el fondo del pasillo, en la otra dirección  esta mi figura mirándome, como esperándome  Dobla por el pasillo. Camino rengueando hasta el pasillo por el cual se ha ido, las luces parpadean dejando amplios sectores oscuros. Mi figura camina decida y entra en una habitación  Al llegar al lugar y entrar, escucho un terrible grito y veo frente a mi al tipo del abrigo rojo de las imágenes  Debo confesar que tuve miedo. Siento una mano en mi hombro que me susurro al oído maliciosamente "mátalo, mátalo ahora mismo". Veo como sus ojos se clavan en mi, siento un vértigo inmenso, como si una fiera bestia estuviese por abalanzarse sobre mi. Cojo de una mesa una especie de bisturí y me abalanzo contra el. Escucho gritos horrorizados y unos brazos que me sostienen. El tipo del abrigo rojo se levanta y saca de sus ropajes un cuchillo carnicero que comienza a clavar repetidamente en mi torso. Siento el filo de la navaja en mi pecho entrar repetidamente, la sangre abandonando mi cuerpo. Grito con todas mis fuerzas, unos brazos me toman mientras intento al menos asestarle una puñalada a mi asesino. Mas y mas brazos se abalanzan sobre mi, como si un pulpo me mantuviera cautivo, amarrado, listo para ser apuñalado hasta que pierda la conciencia y desaparezca. Siento un pinchazo en mi cuello y todo vuelve a desaparecer.

Despierto en una habitación vacía. Hay una cama y en el velador contiguo hay un vaso de agua y un pequeño frasco con un par de pastillas. No es la habitación del hospital, este es otro lugar. 

La puerta se abre y entra un hombre con un abrigo blanco, de unos cincuenta años, de cabello canoso y expresión severa. 
-Has despertado, que bien...
-¿Donde estoy? ¿Quien es usted? ¿Que paso?
-No tantas preguntas a la vez, entiendo que toda esta situación te parezca extraña, pero tu condición amerita que vayamos lento. Estas aquí por que has tenido un incidente en el hospital. Has atacado a una persona, intentaste matarle, aunque claro, por como estabas, no parecías saberlo muy bien, parecía como si fueses tu el que estuviese siendo atacado...- dijo tranquilamente mientras caminaba por la habitación  blanca como un pálido cadáver- Con los antecedentes que manejo, debo decirte que aquello que has vivido ha sido un episodio psicótico  aparentemente, en tu organismo una sustancia extraña ha detonado un serio deterioro en el funcionamiento de tu cerebro. Llevas aquí un par de días  tuvimos que administrarte fuerte mediación  pues atacabas a todo el personal en cuanto volvías a ti...
-¿Que es este lugar?
-Una clínica para pacientes psiquiátricos  mi hijo se encontraba tratándote  Casualmente estaba en el hospital ese día, charlando junto a mi y te hemos visto. Me ha explicado tu caso...-
-¿Y pueden encerrarme así como así?
-Desde luego que no, pero por orden judicial has de estar aquí  Representas un peligro para ti y para los demás en este instante y como vives solo, nadie puede hacerse cargo de tus cuidados. Piénsalo  es mejor que estés aquí, de no ser así  estarías en la cárcel.  Aquí cuidaremos de que recibas los cuidados necesarios para ver como avanzas. Cuando estés en mejores condiciones comunicaremos a las autoridades que puedes reinsertarte a tu vida.-mira su reloj- tomate esas pastillas, la risperidona te ayudara a sofocar tus episodios. Mañana tienes visitas, si sigues bien como ahora, una de nuestras enfermeras te enseñara el lugar...
Hago como que no oigo lo de las pastillas y miro hacia el techo.
-Tomatelas, o tendré que pedir ayuda para que te las administren.
Me llevo la medicación a la boca y con un sorbo de agua la hago pasar. Siento que todo pesa, una debilidad inmensa se abalanza sobre mi inmediatamente.
-Por cierto, mi nombre es Valerio y soy el director de esta clínica  Yo me haré cargo personalmente de tu caso. Buenas noches.- dijo mientras salia de la habitación.
Me dejo caer sobre la cama, sin fuerzas. Siento algo en el bolsillo del ligero pantalón de claro color que llevo puesto. Con mi mano, saco un papel y lo coloco ante mis ojos. Todo da vueltas.
"Habla con Kain, no desesperes, todo va viento en popa." firma Albert. Mis ojos se cierran.







Delirio: el ahora no es. (IX)

domingo, 17 de marzo de 2013

Publicado por Gwÿnt.

(lamento el retraso, mis periodos de introspecciones y disociaciones arrastraron a todos los personajes hacia un periodo de extravío, pero ya han sabido regresar, y darme de patadas por haberles tenido dando vueltas todo este tiempo.)

Novena parte: El punto muerto de la estática.

Seguimos avanzando en dirección adonde sonaron los bombazos, mientras desde allí vienen motones de personas, con ropa de dormir, corriendo asustadas en dirección a la plaza, para descubrirla sin luz, y perturbarse aún más al no saber adonde ir. A pesar del desorden y la histeria masiva, ninguno de los pobres borregos corriendo en busca de un corral ha chocado conmigo o con Alex, que vamos a contracorriente directo al huracán. De pronto Alex se detiene, mira hacia una vereda, y camina hacia allí. Sigue siendo de noche y está oscuro, sólo creo reconocer una silueta en el portal de un edificio, creo.
La silueta y Alex se dan la mano y comienzan a conversar. Desconfiada, me acerco lentamente, casi pisando cada piedra de la calle, hasta que sieto que los ojos de la silueta se posan en mí, y sin más, me acerco.

-Tanta ceremonia que hiciste, que manera de demorarte, Daire. ¿desde cuando tan tímida? - suelta Alex
-Yo...este...-miro a la silueta- creo que ya te he visto antes ¿me equivoco?
-El tipo (ya logro ver sus facciones) saca un cigarro y me mira fijamente.- Claro que me has visto, un par de veces, y hemos estado en los mismos sitios, muchas veces también, solo que ya no lo recuerdas, y no se suponía que ocurriese eso, pero no hemos podido evitarlo.
-¿De verdad que ya hemos compartido tanto? no me la creo, apenas me resultas cono- el tipo apreta el botó de u control y suena otra explosión en la misma dirección que las anteriores.
-Venga, vamos. ¡Ah!-me mira fijamente de nuevo - , mi nombre es Gaspar.

Cuando llegamos, descubro que lo que ha sido destruído es un edificio completo, que solía ser la central bancaria más grande de la ciudad, pero aun se mantienen los cimientos del mismo, y el suelo de algunos pisos. Gaspar queda detrás de nosotros y Alex se larga a reír.

-Menuda obra de arte hicieron las llamas! Entremos antes de que lleguen los aguafiestas!- y se echa a correr hacia la entrada asada.
-Gaspar camina hacia mí.- Aún se siente el aroma de las cenizas
- Si, bueno... creo que yo me quedaré aquí...- volteo la vista y miro hacia la calle.
-Se para frente a mi con los brazos cruzados y me mira fijamente. Es tan alto que me hace sentir una hormiga - Era de esperarse, de todas formas no necesito que entres. Puedes quedarte acá... cotando estrellas o algo.- Y entra.

¿Qué se cree el muy cabrón? Apenas me conoce y se atreve a hablarme así. Menos mal que ha apartado su pretenciosa presencia o... o nada.
En mi mente, siempre hay acción, siempre soy la titánide, el aire que erosiona. Y acá... estoy, efectivamente, contando estrellas. Decido entrar, solo a observar.
El hall está irreconocible, las pinturas de la pared están derretidas, más son lo único que no se ha vuelto polvo. El olor a ahumado de los sillones recuerda a la podredumbre del tocino grasoso que desayunan los idiotas. Subo al segundo piso y escucho los alaridos eufóricos de Alex.

-Joder, hombre, el aroma de miles de millones de pesos vueltos humo es casi tan adictivo como respirar. Podríamos jalarnos unos cuantos billetes ¿eh?- y se larga a reír.
-Y el resto que se emociona y se adicciona con gastarlos. Siento un poco de culpa por destruir tanto dinero, pero ahora recuerdo la entretención de llenar todo esto de gasolina, de explosivos, la venganza, y olvido todo esto de la culpa. Es mera debilidad, falta de convencimiento y de compromiso para con las acciones que hacemos, que defienden nuestras propias ideologías, nuestra propia identidad. Forma parte de nuestra rutina, porque somos seres de rutina, necesitamos un impulso constante y cambiante para no caer en la inercia.- se acerca a un montón de cenizas de billete y le da una patada.
-Alex suspira y guarda silencio unos segundos- Lord Gaspar, siempre tan certero. He de invitarle a salir, puesto que suenan sirenas cerca.

¿Lord? ¿quién es este tipo?

Y dentro del coche del "Lord" hacia nuestra guarida (no se como llamarle. El centro de operaciones y donde vivimos ha terminado siendo el psiquiátrico donde algua vez estuve internada, y por eso es que no puede ser un hogar. No puede ser un algo, que a la vez es todo. El universo somos nosotros, el sitio nos aporta la privacidad.), comprendo un poco más la irrupción de este personaje tan...
Gaspar es uno de nosotros, claramente. Conoce a la perfección el camino a la guarida y la entrada preferencial, es sumamente cercano con Álex, me conoce, de que forma que no es recíproco.
Pero no tengo idea del porque de lo de hoy, y porqué Alex le apoda Lord, a la vez que le muestra cierto temor piadoso.

Llegamos, bajamos del auto, y cuando me proponía a estamparle las preguntas en pleno rostro (si me atrevía), Gaspars e voltea hacia nosotros y suelta con tono solemne
-Me agradaría enormemente conversar sobre los acontecimientos ocurridos en esta hermosa madrugada - guarda silencio, y nos mira fijamente, de forma perturbadora durante más tiempo del necesario- y contestar todas las dudas que tú, Daire, traes entre las cuerdas de piano que son tus dedos, pero estoy muy cansado, y mañana me espera la rutina laboral usual, así que si me disculpan, me despido.
-No era necesaria tanta formalidad, Lord, podrías decir ¡se callan! Buenas noches, y listo.
-¡Espera!
-¿Si, Daire?
¿que cojones significa lo de las cuerdas de piano? ¿y como sabes con tanta certeza que tengo "tantas dudas"?- al parecer prefiero hacer preguntas irrelevantes en vez de preguntarle lo trascendente.
-Ambas cosas se relacionan. Verás, el hecho de que tengas dudas se refleja de modo somático, siendo reconocible a primera vista los reflejos físicos de tu ansiedad. Y es normal que sientas ansiedad, pues no solo intentas preguntar algo que sietes que no deberías, sino que te has vuelto una mujer sumamente insegura y dependiente de Alex, para moverte incluso en tu propia vida. Has caido en el punto muerto de la inercia, y esa inseguridad es la que sumado a tu interés de preguntar generan niveles de estrés sumamente perceptibles. Estás temblando, no eres capaz de hablar sin tartamudear ni de mirar algo fijamente por más de tres segundos, y tu postura defensiva en este momento... cuerdas de piano porque has perdido tensión muscular a causa de la inseguridad misma, tus brazos están débiles, como cuerdas, y haces sonar tus dedos, a causa de los nervios. Me ha causado gracia asociarlos a cuerdas de piano...cuidado con que te dé artritis en las manos por hacer eso. Bien, buenas noches.

Se va no en dirección a nuestro recinto, sino que a unas oficinas que solían ser del sector de pensionado. No sabía que en la actualidad se usaban, y nunca había ido, escalones de madera, enredaderas, piso con baldosas sucias blancas y negras, y puertas negras, le hacían un lugar que no invoca precisamente a visitarlo, y después de lo que acaba de ocurrir, he perdido toda intención de ir.

-¿Quién mierda es ese tal Gaspar? - cuando giro a ver a Alex, lo veo libreta y lápiz en mano, terminando de escribir algo
-Alguien que guarda mucha razón, ¿no te parece?
-¿Estabas anotando todo lo que dijo? ¿Aquel discurso premeditado?
-Sí.
-Vamos, no irás a creerle, ¿o sí? Sabes muy bien que el tio me conocía desde antes, es obvio que gran parte de lo que dijo lo sabía de antes también, y además no es cierto.
-Sí, te conocía de antes. Pero no así,no ahora, y además, sí estabas temblando,te has vuelto una agorafóbica.
-¿Y hablar contigo acaso no cuenta?
-No.
Vale, ¿quién es el tipo?
-Alguien que tiene mucha razón. Iré a dormir, ya hablaremos de esto.

Y se va, quedando yo sola, en pleno amanecer, junto al auto de un hombre detestable. Qué ganas me invaden de romperle todos los vidrios y reventarle las llantas. De solo imaginarlo sonrío.Sonrío, y me mantengo en inercia. Le tiro un escupo al capó."Es algo", y me dirijo a la entrada. Vuelvo corriendo al auto, limpio el escupo y camino nuevamente a la entrada.
Oh, mierda.

Podría acostarme, pero el olor de la gasolina, por muy hermoso que sea, en grandes cantidades no solo aburre, sino que produce sangrado nasal, y ya tengo suficiente irritación a causa de la cocaína.
Una ducha antes del sueño, si es que logro conciliarlo. No comprendo porqué, pero este ritual de darse un baño siempre me induce a profundas reflexiones y mnemotecnias, sobre todo a las disociaciones. Juego peligroso, pero es una herramienta muy útil para el autoconocimiento.
Regulo la temperatura hasta que el agua sale lo más caliente que puedo soportar, y repaso, y subrayo las palabras dichas por Gaspar (las que logro recordar), centrándome en al parte dela Daire insegura que se refugia en un Alex puesto en un falso altar. Llevo bastante tiempo aquí, y aún hay muchas cosas que se me mantienen ocultas, como si aún no fuese capaz o merecedora de saberlas, y sobre todo, cada una de las cosas que he hecho aquí desde que llegué han sido bajo la compañía y supervisión de Alex.
La última vez que hice con plena libertad lo que quería hacer, en máxima pureza, fué hace meses

Estaba con él y Francesca, buscando un sitio para nuestra intervención artística en plena noche, y no lograbamos ponernos de acuerdo. Francesca proponía hacerla en alguna azotea, y Alex se encargó de gritarle cuán estúpida era tanto ella como su idea, y que si acaso había leído algo sobre las primeras intervenciones. El resto de la noche fue solo oír a Francesca y sus "lo siento, creí que..." y frases inconclusas ate las burlas de Alex del tipo "oh, ¡ese callejón está vacío! ¿te parece bien si la hacemos ahí? De lo contrario... alguien podría realmente vernos."
Claro, claro, un jueguito muy entretenido, salvo que ninguna de las dos bolsas de mierda me escucharon en toda la noche, y como era yo la que llevaba los materiales, me sentía poderosa. Cuando miré al cielo, mientras tomaba cerveza, pude ver donde estábamos. Retrocedí un poco, hasta la esquina, y descubrí que no habían guardias en la entrada principal de aquel recinto que usaba toda la manzana. Los miré, y ya habían cruzado hacia la cuadra siguiente. Aposté por cual sería la primera pared que verían cuando volviesen a buscarme y comencé.
La pintura en aerosol o se me da muy bien, tengo la constante sensación de que algunas partículas quedan flotando sin superficie a la que aferrarse, y realmente no tienen sentido de ser. Nosotros en realidad tampoco nos aferramos a algo, ¿no será por eso también el sinsentido? A fin de cuentas, no somos como los demás objetos, que existen ajenos a nosotros, pero se realizan a través de la utilidad que le damos. Esta pintura es pintura, pero ¿lo sería si no pintase nunca algo? ¿Que es lo que define un objeto? Nos condiciona la mortalidad, más no hacemos otra cosa que huír de ella. - Una pared terminada, nada mal, quedan dos y la escena final.
Y más que ser la mortalidad la que nos condiciona, es la Naturaleza la que nos define. - un par de dibujos más, aquí y allá, y vamos por la última pieza del lienzo, tengo la nariz llena de partículas de aerosol coagulando mi sangre negra, coloreándola - , más no somos como la naturaleza. La naturaleza es por instinto, así como el perro en su lecho de muerte seguirá levantándose y moviendo la cola al ver a su acompañante volver. No hay instancias para la cobardía y el miedo al dolor en toda circunstancia, en la totalidad de las circunstancias, en la naturaleza. ¿O es, más que circunstancia, la mortalidad la que inspira tal liberación instintiva?
Listas las paredes, falta el estandarte. Lo lleno un poco de pintura y listo, del todo. Imaginando, pensando, y volviéndolo a la acción. Abrí la última cerveza mientras los imaginé llegar.
Seguían discutiendo, y al doblar por la calle, llegan de frente a la pared lateral izquierda del lugar, adornada con un hermoso mensaje. Siguen hacia la pared de fondo, el segundo mensaje, y finalmente, la tercera pared y al frente, la escena final. Da lo mismo seguir el mismo orden, de una u otra forma, un mensaje se sucede al siguiente.

-¿Tienes tiempo de leerme?
También lo tienes de escucharte.

-Escucha el sonido de la sucia ciudad ardiendo.
 Las cadenas se derriten. La era de la inercia acaba.

-La caída del sistema de nadie.
Es tiempo de despertar.

El estandarte de la Casa de gobierno aquella vez fue una bandera ensangrentada, y colgando junto a ella, el cadáver de un detenido desaparecido con un cartel en el pecho: "Invoco muerte, invoco libertad".

Aparecí cuando estaban mirando con la boca abierta hacia arriba. "sé que no querían ni excederse ni hacerlo en extremo contra la ley, pero... ¿vale estar un poco estar contra la ley? ¿o estarlo mucho? ¿se puede estar un poquito o mucho? Sigue siendo estar contra la ley, da igual cuanto. ¿Vamos a tomarnos unas birras?"

Esa si era yo. Cuando despierto de la mnemotecnia ya no estoy en la ducha, sino que estoy en mi habitación, con una bata, y Leonore acompañándome.
Leonore es la enfermera del grupo. De día trabaja en el hospital atendiendo gratis a pacientes sin previsión social ni seguro médico, y regalándoles los tratamientos. Es su forma de sabotear al sistema, y si bien no todos sus compañeros de trabajo está acá, la mayoría hace lo mismo que ella. Pequeños quiebres que hacen que la máscara se le caiga al sistema.

-Oh, Daire, ¡hasta que despegas la vista del mismo sitio!
-¿Qué ha pasado?
-Estuviste más de 3 horas en la ducha, sentada, con la vista fija. Estábamos bastante preocupados.

Le cuento lo que dijo Gaspar, sin mencionarle su nombre. También le cuento del recuerdo vívido en la ducha, y la veracidad de mi inseguridad, de mi miedo, de la pérdida de mi misma, y no puedo evitar echarme a llorar de rabia y tristeza. Abrazo y muerdo a la almohada, y Leonore pone su mano sobre mi cabeza. La imagen mía como niña-víctima-indefensa me causa repudio y repulsión.

-Daire, desde un comienzo Alex te coartó demasiado, y por eso se le regaña tantas veces, ¿recuerdas, cuando te disociabas en extremo y lo buscaban los guardias? Ahora que ya sabes sobre su dominacion, que no es malintencionada, puedes librarte de aquello. Has estado mucho tiempo aquí, en inercia,ajeno a los planes destructivos, has estado en completa inercia. Pero ya volverás a ser tu, del todo, ya verás. Mirame a mí, me ocurrió lo mismo, y ahora el sistema me paga por trabajar saboteándole y produciendo instancias de duda... y bombas.- rie un poco y chequea el monitor. ¿En qué momento me conectaron estas cosas?

-Bien, te pondré suero y un poco de diazepam, es necesario que duermas y estés bien descansada.
-Gracias, Leonore. ¡Hey! -grito al verla caminando hacia la puerta.- a tí cuando .. te pasó..la inseguridad, ¿te ayudó alguien?
-Sí,alguien llamado "Lord" Gaspar. Pronto se verá, y te ayudará, querida. Descansa.

El sonido de la puerta cerrándose hace eco e mi mente vacía y disociada. No comprendo esto, hasta que mirando en el techo los rayos de luz entrando por la ventana, recuerdo...

- Gaspar...

Las paredes nunca habían estado tan lejos. Hace tiempo no tenía trances psicóticos, pero ahora que, a causa de recordar todo esto, vuelven las alucinaciones de antaño, de este lugar, el diazepam me llega al corazón, y caigo en el sueño químico.

Continuará...

Concierto de Tripas.


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