Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

Un escrito demás.

jueves, 9 de agosto de 2012

Por: Pseudo-Prometeo.

El reloj virtual avanza amargamente en la pantalla luminosa de la computadora, el tiempo se consume lento y por mas silencio y oscuridad, el sueño no me viene a visitar. Era costumbre cuando estabas, siempre fue parte de mi, mas luego de que me dejaste tu ausencia y tu silencio, mas difícil se hizo. Tu ausencia siempre fue pésima compañía, mas aun de noche, pues se tiraba a sus anchas en el colchón y aparte de casi no dejarme espacio, me entumía el cuerpo con su fantasmagórica piel.
Quiero confesarte que a estas horas, cuando el sueño se resiste a llegar, cuando la pantalla es el único sol que ilumina esta habitación tan profundamente oscura, cuando quedo a solas conmigo y tu ausencia, cuando el mundo duerme y no hay nadie, en estos momentos es cuando mas te recuerdo. No es exclusivamente en este momento tan poco ligero de la noche, te recuerdo a menudo, cuando me detengo en medio de los ríos de gente, abrumado por la prisa de estas vidas, cuando veo esos preciosos pájaros que nunca pude definir si eran una especie nueva en la ciudad o recién los había notado, cuando miro un calendario colgando de una pared, cuando los columpios se mueven alegres, cuando el viento me acaricia la cara, cuando visito escenarios viejos donde solían reunirse pájaros, donde los focos se dormían para darnos un rincón, donde los altos arboles nos entregaban toda la sombra que podíamos, cuando recuerdo que yo también pude recuperar algo de mi niñez, mas aun, cuando me dan ganas de vivir.
Quiero decir estas palabras demás, quiero hacerle un dibujo a un ciego, tengo que gastar mi tiempo en estas horas, mas aun, tengo que estrujar este corazón, aunque raye en la estupidez, en el absurdo, en la incongruencia, propia, inherente a este ridículo mundo.
Han pasado mas de dos meses ¿Haz pensado en cuantas eternidades pueden estar contenidas ahí? He muerto cada mañana y he resucitado cada noche, me he apagado y encendido en cada instante. Y vaya como haz estado presente en cada muerte y renacimiento, aunque ni siquiera lo imagines. Haz pasado de ser justificación a refutación, de causa a hecho y luego a consecuencia, de solución a dilema, de miedo a sueño, de derrota a victoria, mas, lo inmutable ha sido primordialmente una cuestión, aunque no estés, sigues presente, de alguna medida, ya sea menor o mayor.
Se que estas palabras no llegaran a tus ojos, se que no romperás esa muralla de silencio nunca mas, se, que la obra ya acabo. Estas palabras, no son otra cosa que el movimiento de las piezas del tablero de ajedrez, cuando el juego ha acabado, cuando el jaque mate puso el punto. Estos son los rastros ignorados de toda historia finalizada.
Querida mía- te seguiré llamando así, pues ante todo, no quiero faltar a la verdad- quiero decirte- en pocas palabras- que cuando pienso en ti- ya sea regular o irregularmente- no puedo evitar sonreír- ¡Hasta solo!- pues fuiste la apuesta de Pascal mas perfecta.

No justifica una carta, ni un intento de romper esa pared de silencio que me distancia de ti, pero si, y eso no me lo va a poder quitar nadie, un minuto de ensueño, un instante de delirio, un recuerdo que quiere ser y que de no pillarse el material, se tiene que volver palabras, se tiene que volver el mundo posible donde puede ser vivir. En alguno de esos mundos, las paredes de silencio se rompen, los pájaros no se asustan fácilmente, los niños no le temen a los monstruos, hasta, aveces, estamos los dos juntos sobre un altísimo azotea, mirando las estrellas.

Daniela, querida mía, aprendí a vivir con tu ausencia, aprendí a mantener esta vida en medio de la inercia, en medio del sin motivo, del sin justificación, aprendí a apostar, gracias a las evidencias que me dejaste. Aprendí que, en medio de este mundo tan ridículo y sórdido, tan oscuro, hay pequeños destellos de luz, quizás, y solo quizás, haya un verdadero sustento o justificación a este ya nombrado aparente error, que es el vivir.

No se cuanto tarde en consumirse mi vida, no se cuanto aguante mi cuerpo este cansancio casi crónico, esta vida tan desgastada y poco cuidada, mas si sé, y eso te lo prometo, que te quedaras a vivir junto a mi hasta que se me funda la conciencia, si sé y te prometo, que seras presente aunque jamas rompas esa pared de silencio. Quizás nunca vuelva a decir tu nombre, quizás no te vuelva a escribir ninguna historia, quizás no te invente nunca mas una canción, mas, Daniela mía, querida, aunque me pierda en mujeres de luces rojas o de nombres difusos por la mañana, vivirás en mi en lo que me quede de tiempo.

1 comentarios:

Jok vön KA dijo...

Hermosa despedida-bienvenida...

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Concierto de Tripas.


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