Fecha de publicación: Jueves diecisiete de febrero, 2011
*Este texto tiene relación con el anterior texto "Extracto: Confesiones del peor poeta enamorado"
"Una historia de por ahí"
Hoy converse contigo. Aunque tu aun no te enteras. Aunque la realidad tampoco se entere. Aunque solo se ha enterado mi cabeza, hoy hable contigo.
Estábamos en un lugar que no importa, en un tiempo que no importa. Realmente nada importaba salvo que estábamos y hablábamos.
Tu sonreías, movías la boca y no decías nada. Como siempre, nunca dijiste nada cuando sonreías, o al menos se enteraron la realidad y tu, pero yo no.
En ese momento me sentí nervioso, había algo que quería decirte, pero como de costumbre, las palabras se agarraban de mi garganta, cortándome la respiración y alejándote cada vez mas del cielo que mas quise que vieras, el mio.
Por fin, tranquilo, sabiendo que te enterarías en mi cabeza, pero no en la realidad ni en tu cabeza.
Y te mire y te dije:
"Sabes, después que te fuiste... no sentí odio, sentí solo un cambio. Mi alma se había convertido en el humo de los cigarros que fume para capear la pena, en palabras en tinta seca que decías "no te vayas, vuelve, que no me atrevo a volver" "por que?" "te necesito" y un sin fin de lamentos.
Licores de todo tipo, bebidos en tu honor y deshonor. Tardes enteras de latigazos en la cabeza, propinados por la cruel memoria. Si, sangré por dentro.
Y esa pena, esa angustia se convirtieron en nostalgia y desolación.
Un día así te pensé como a un libro... Si, como uno de esos libros que son muy largos, de los que no te gustaría acabar jamas. Un libro del que leí un par de capítulos y rápidamente se convirtió no en mi libro favorito, sino en MI libro.
Pero el libro un día se me perdió. Y no supe que hacer, en mi cabeza invente continuaciones de la historia. Pasajes dramáticos, cómicos, hasta épicos y picarescos. Pero el libro no llegaba y yo quería leerlo.
Me distraje tratando de leer otros libros. Algunos realmente hermosos, interesantes, fantásticos; otros simplemente parecían novelas vacías, con rumbos predecibles, aburridos, sin vida. Otros mas que libros eran revistas, solo fotos o mas bien imágenes, apariencias.
Otros libros ni siquiera los recuerdo, aparecieron una noche cualquier, los leí soñoliento y a la rápida. A la mañana siguiente no recordaba ni los títulos. Ninguno era como mi libro.
Cansado de leer y no hallar libro comparable, una tarde decidí quemar gran parte de mi biblioteca. Uno tras otro caían, el fuego crecía. Ira, era solo ira lo que tenia. El fuego crecía y cada vez sentía mas esa mezcla de alcohol, cigarros, memorias, drogas y lecturas basura.
Por un momento, pensé que la casa se me quemaría, o que estaba loco, que el libro nunca había existido.
Caí al piso, con los ojos cansados, rojos de tanto arder.
Vomite, vomite cada gota de alcohol, cada cigarro, cada gota de tinta.
Me levante nauseabundo y luego me bañe en las cenizas. Entonces, ya no estaba consternado, tenia hambre y sed . Pero eso realmente no importa ni importaba.
¿Que paso después? tome una lata de pintura y deje de leer.
Empece a escribir. Cuadernos, rocas, murallas, zastrerias, cines y hospitales donde antiguamente salían huesos por la ventana.
"Walking Around" me dije. Y camine, cerré grietas y no me canse de ser hombre. Creí que ningún espejo debía mirarse del todo con vergüenza y decidí consolar a los calzoncillos, toallas y camisas que lloraban, colgadas de un alambre.
Y sucede que ya no me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra.
Sucede que ya no estaba cansado de ser hombre.
Y sucede que estas aquí, frente a mi, aunque no te enteres aun tu ni la realidad. Y sucede que me alegra encontrarme con ese libro y sucede, por sobre todo, sucede que ya soy feliz y ahora que estas, mas aun."
Te miro y eres como eres, mas como te imagino. Una falda hippienta, una camisa amarilla y una sonrisa radiante.
Ahora río, río por que mil estrellas danzan junto a mi.
Y ahora, me alegra saber que te puedo decir
"Me voy a pintar el mundo! Vienes? si no, te veo al rato!"
Y así hablo mi cabeza"
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