Prometo no tener mañana,
clausurar toda esperanza,
arrancar los ojos a los sueños,
bañarse en el fuego
de una olvidada mirada
Prometo no tener mañana,
puñal en mano, sombra sigilosa
acabar con cada expectativa,
incendiar todos los planos de una vida
que en el sueño de tu arquitectura
y los pies llenos de arena
acabaron maldiciendo el hoy.
Prometo no tener ayer,
dispararle a la memoria,
despedir todas mis madres,
borrar cada contorno,
ser viento eternamente nuevo.
Prometo no tener pasado,
soltarle la mano a la vida
que tanto cuide por reservarte,
cruzar la calle en rojo
y sin mirar a los costados.
Prometo, marginado a este presente,
única forma de existir,
buscarte en los rincones que me buscan,
sin saber, ni sospechar, como y cuanto te busco.
Prometo que en cada abrazo
me abrazare a tu corazón, sin saber lo que te quiero
Prometo que en cada beso,
besare tu boca de miel, sin saber que te beso.
Prometo que en cada caricia
acariciare tu espalda sin saber que te acaricio.
Prometo que cuando no haya distancia
entre la desnudez de aquella dama sin cara y la mia,
te poseere, como jamas pude hacerlo.
Te poseeré, te haré el amor,
entregado totalmente a ti y este presente.
Y te lo haré, como si no hubiese ayer ni mañana,
te lo haré, como si en ese indivisible presente
la vida se nos fuera a arrancar en medio del deseo.
Prometo que te haré el amor
sin saber que te lo hago,
prometo amarte y poseerte en cada mujer,
sin siquiera saber que te he amado y poseído.
Prometo por sobre todo,
no creer ni cumplir jamas promesa alguna,
sea tuya, mía o del silencio.
Prometeo
