Sangrienta Malvenida ha llegado a el inframundo y de una patada ha abierto el Tartaro, liberando toda clase de escupitajos de sinceridad, disparates encerrados por una eternidad, luces y sombras de historias contadas que jamas fueron oídas. Sangrienta Malvenida le ha dado una oportunidad a toda ese mundo encerrado entre Occipital y Frontal, Parietal y Temporal. Ese mundo caótico deseoso de adquirir vida propia, acaba de hallar una nueva oportunidad. Sangrienta Malvenida no sabe que lo ha hecho, pero lo ha hecho.

Aquí empieza la función!

El Limbo.

martes, 18 de octubre de 2011

Por: Prometeo

IV


"-Pero... pero esto no puede acabar de esta forma, aun... aun podemos...
-Franz... estamos apunto de empezar... ya no podemos arrepentirnos...
-No quiero perderte así...
-Gracias por todo Franz...
-No...
-Perdóname..."

Debí haber hecho algo antes, no debí dejar que las cosas llegaran hasta ese punto.

-Fuiste un verdadero cobarde

No, tan solo estaba enamorado.



Nada nuevo bajo el sol. Realmente, esa frase se ha quedado adosada a mi piel, se ha vuelto una tediosa y desanimada bandera, un estandarte agobiado de si mismo. Era perfecto, me sobrellevaba en mi desanimo, mi tedio, mi agotamiento, mis "sin novedades". Amaba el desgarrador aburrimiento de mi vida, al menos me dejaba un sabor menos amargo, al masticar la pretenciosa idea de que yo había elegido vivir de tal o cual forma. Yo había elegido el silencio, había elegido una existencia que luchaba por ser estática, había renunciado a las ovejas que comían lobos, yo, pulga intrépida, me había liberado del grotesco animal que pedía a gritos desesperados que bebiera de su sangre, había renunciado a la incoherencia del mundo, había asumido que mi lógica no era la misma del mundo y solo esperaba. ¿Que esperaba? La muerte quizás, tal vez despertar.
Pero mi brillante y perfecta armadura de silencio y aburrimiento se había trizado. Ya no tenia escape, me había conectado con el mundo, me había hecho parte del movimiento. Y una vez que uno se mezcla con el mundo, las bancas de las estaciones desaparecen y esperar se vuelve cada vez mas complicado. Ya no era perfecto, ya no era, en mi totalidad, espera, ahora tenia un pequeño rincón del imaginario en ganas de presente, y para quienes esperan, eso es imperdonable.
Denisse... ese era el nombre de mi desconcierto, de mi desaliño, de mi imperfección.
Suya era la culpa de que estos tres meses, la espera se haya mezclado con un poco de desesperación, suya era la culpa de que me enfrentara por dentro entre el deseo descontrolado y una calma densa, tan espesa que pareciese ceniza. Suya era la culpa de que una parte de mi, quisiera vivir.

-Sera mejor volver a casa. Es tiempo de caminar.

El cielo es tan extraño. Es como si fuese una inmensa sabana estática que cubre el infinito, o quizás la nada. Como un simple papel tapiz, las nubes realmente no son tan diferentes como parecen, esa nube me parece haberla visto por tres meses consecutivos. Puede que este exagerando, pero al menos yo me lo creo. Una persona como yo no olvida las formas de las nubes, si los mal llamados deberes.

-Mami ¿esa es la micro?
-Si, la dos diez.

Abordo el gigante insecto metálico comúnmente conocido como oruga. Deslizo la tarjeta por el validador y de un sutil empujón, avanzo a través del torniquete.
Siempre me parecieron decadentes este tipo de micros. Siempre me dio la impresión de una estética extremadamente lúgubre. Asientos grises, como sillas de muerto, ideales para ejecutivos sin cara, humanos mecánicos (o tontos útiles), pero definitivamente inadecuado para personas. Repleto de fierros grises o en su defecto de amarillos chillones, o cualquier color lo suficientemente adecuado como para quedar en shock por la falta de sinceridad y mecanicismo desquiciado. Es como un amarillo que mas que parecer sol, desea parecer ampolleta.
Los "ganchos" dan el golpe duro. Colgando, ahí, siempre esperando quien pose su mano sobre el. De un gris cómplice, comprometido con la decadencia. ¿Que hacen? esperan, sigilosos, llenos de falsa humildad, dejándose mover a través de los tubos horizontales de la micro. Pero son hipócritas, yo lo se. Están comprometidos con la estética completa de la micro, son parte de esa misión esquematizadora, esa misión secreta de robarse el color de las cosas, esa misión de pintar las historias de gris, de iniciar todas las historias con la misma introducción.
Los ganchos son pequeñas cabinas de suicidio rápido y gratuito, balanceándose maliciosas en la micro esperan por fin cumplir su propósito real, abrazarse al cuello de un desesperado por el gris, que prefirió la muerte a la lobotomia. Por eso trato de no usarlos, me irritan, se que me miran el cuello mientras me muevo a su lado.
Y todo esto, sin agregar las peculiares ventanas de plástico del techo. Fotos de arbolitos inmensos y cielos azules, limpios y radiantes, cosa rara de ver para un Santiaguino, al menos para uno común, es decir para uno pobre (sin olvidarse de ese traje de modernidad demócrata-burgués comprado en la feria, que le da el estatus de "clase media". Un concepto que existe solo en el imaginario, claro esta, para huir de las consecuencias de vivir en un medio donde eres lo que posees). Supongo que están preparando el gran golpe, cambiar todas las ventanas y espejos por fotos cuidadosamente seleccionadas.

A pesar de todo esto, la micro es un ambiente muy particular, siempre me ha sorprendido. Tiene la cualidad de reunir un determinado numero de historias simultáneamente, por un determinado tiempo, sin que estas choquen entre si, sin interferir la una con la otra, salvo excepciones, mágicas excepciones. En una micro nunca hay silencio, aunque nadie hable, aunque este detenida en un semáforo largo y agotador. Las historias hablan, casi gritan.

Eduardo mira por la ventana, no el paisaje, sino su reflejo. Esta asustado ¿Que ira a pensar Paula cuando se entere de todo? Se acabaron los mensajes de texto a las 2 de la mañana con "te quiero" ¿Pero que podía hacer en ese momento? Aunque no lo quiere admitir, ya no esta enamorado de ella. Se ata a ella para no caer en su cruda realidad, esta prácticamente solo. Rodeado de amables sonrisas de cinco minutos y ojos miopes, que ven solamente hasta la piel. Para el no hay hombro donde llorar, solo almohadas moldeadas cada noche, por la forma de sus brazos. Para el, mantener a Paula cerca es la única forma de espantar esa tormentosa verdad.

-Pero mama!
-Ya te dije que no, te hace mal comer tanto chocolate
-Pero mamaaa!
-Ya! silencio cabra de mierda! ya te dije ya! otra mas y estas castigada

Cristina no es realmente así. Ella solía ser una mujer radiante, increíblemente dulce, de una sonrisa de esas que no permiten la indiferencia. Pero esta cansada, agotada. No ha sido fácil criar a Angelica ella sola. Desde aquel día en que a sus 17 años decidió tener ese bebe, su vida cambio radicalmente. No es fácil con una familia tan conservadora, que en cuanto cumplió 18 decidieron correrla de casa (prácticamente de la familia) por dañar la excelente imagen de la familia. Como una familia de bien, católica apostólica romana, permitiría tremenda mancha en su foto. Cristina era libre, siempre lo fue. Amaba los pájaros, especialmente las gaviotas. El día que el amor toco su puerta se entrego sin reglas, sin testamentos y cadenas morales. Ese día se enamoro y se entrego a su libertad, a su amor, a su pureza del espíritu. Quien habrá sido, no lo recuerda bien. El padre de su hijita Angelica, por haber entregado su porción biológica, nada mas allá de eso. Cristina jamas lo volvió a ver, pero no se arrepiente, ella se entrego a su amor y así lo creyó correcto. Claro que la cosa no marcho fácil, muy poca gente le ayudo y debió resignarse a entregar su libertad a cambio de un trabajo de tiempo completo. Eso y dinero para alimentar a su hijita. Cristina esta sola, solo tiene a Angelica, ella es lo único que la mantiene siendo lo que es. A pesar de perder su libertad, gano un motivo de vida. Cada cual es libre de escoger, algunos buscarían mantener esa libertad, otros la regalarían por tener alguien a quien regalarle los últimos diez minutos del día, los mas valiosos, los que se deben ocupar en descansar, sin embargo, se queman al calor de una sonrisa y una tierna caricia. Ambas opciones son igualmente validas, aunque mas de alguno cree que su prioridad es la dirección correcta para toda historia.

Alfredo no ha aguanta este ambiente. Tiene deseos de gritar, de romper cada vidrio de la micro. Desea agarrar el mundo en sus manos, estrujarlo y volverlo a estirar solo para ver como reacciona. Su mano derecha inquieta roza una y otra vez su fosa nasal izquierda, la cual da notorias y estrepitosas inhalaciones. Alfredo siente que es un Dios, sin embargo, no lo sabe. Su mano se mueve impaciente, casi reventando por la potencialidad. Alfredo no tiene ganas de contar historias de su familia y sus amores, Alfredo existe y esta presente, se hunde en cada instante buscando sabores cada vez mas profundos. Carpe Diem dirían muchos, el no. El te miraría a los ojos y solo te diría no me jodas. La endorfina corre libremente, una sonrisa nerviosa se dibuja en su rostro.

Todo aquello en una sola y simple mirada. Quizás haya interpretado mal casi todo, pero es lo que se puede escuchar y ya es maravilloso eso. El misterio de las miles y miles de historias que se cuentan a nuestros alrededores simultaneas a la nuestra, da un sentido mágico a casi todas las cosas, por el hecho de que no las conocemos, solo podemos imaginar en base a una determinada cantidad de huellas.

-Y pensaste entonces que tu también podías maravillarte al vivir, podías dejar de lado la espera
Lo sentí mas de lo que lo pensé, no me arrepiento de cualquier forma.


Presiono el timbre y me bajo de la micro. Ahí se quedan Angelica, Cristina, Alfredo y Eduardo, así siguen su rumbo sus historias, lejos de mi. Quizás Cristina se enamore nuevamente, quizás el próximo año Angelica sea la primera en su clase, en el curso que debería rendir, es decir primero básico. Quizás el día de mañana Alfredo decida dejar la cocaína, o se meta en una pelea y resulte muerto. Quizás Eduardo decida terminar con Paula y luchar contra su soledad dando algún giro drástico a su vida. Son muchos los posibles caminos de esas historias. Pero ellos ya se fueron, la micro sigue su camino y apenas se divisa a lo lejos. De ellos, solo queda lo imaginario.

Pasare directo a mi pieza, el cansancio me parte la cabeza, mañana hablare con Ursula para arreglar el asunto del aporte económico a la casa.

-O al menos eso creías.



Despierto acalorado, empapado en sudor. Detesto los veranos Santiaguinos. Me visto rápidamente y emprendo camino a la sala para hablar con Ursula.
Entro al baño y me miro al espejo, doy la llave y me quedo en silencio. Silencio. Hay mucho silencio, demasiado. Hoy no deseo lavarme la cara, cierro la llave de agua y me voy a la sala. Hay un silencio profundo, casi sepulcral.

-Ursula!
No hay respuesta, es posible que haya salido
-Ursula!
Nada, ha salido simplemente, quizás donde.

Reviso mi bolsillo y me decido a encender el primer cigarrillo del día. Para mi mala suerte me topo con una cajetilla vacía.
-Mas vale ir a comprar.

Salgo de casa aprisa. La calle esta desierta, completamente silenciosa. Es como si no hubiese nadie. Camino a prisa, no hay sonido mas que el de mis pies al caminar. Al llegar a la avenida mi desconcierto crece aun mas, no hay automóviles, no hay gente, nada, solo silencio.

-Alo!
Tampoco hay respuesta en el negocio, que por cierto estaba abierto.
-Alo!
Absolutamente nada, el eco de mi voz es la única respuesta, algo enfermamente perturbante, siendo que a las 12:37 del mediodía debería haber algo mas que silencio total en las calles.
La televisión muestra uno de los canales "públicos" sin señal, como si las transmisiones hubiesen acabado.

¿Se habían marchado y me habían dejado aquí, solo?



-Debería haberme preocupado de colocar algún cartel que dijese en grande "Bienvenido a El Limbo"
No hacia falta, el silencio fue el cartel mas claro de todos.



Presentación - Algo distinto... o más de lo mismo.

miércoles, 12 de octubre de 2011


Por El Ratón de Corbata.

Emm... bueno, supongo que estoy "obligado" a presentarme según las reglas del "vloh" así que partamos: Soy Luis, un weón cualquiera que solo viene a presentar sus ideas en forma de dibujos, imagenes, o como le quieran llamar( de muy mala calidad por cierto jejeje), en fin, todo lo que hago a veces suele tener sentido como a veces no, aquí el que le quiere dar un significado a algo que se lo dé, lo que hago es para libre interpretación simplemente, y para terminar, es un gusto integrarme a estas filas y a empezar a dar escupos gráficos... etc.

Esto no para!

Damos la bienvenida a un nuevo integrante, el ratón de corbata. Gracias a el se introducirá un nuevo elemento al blog como son los escupitajos gráficos. Raton de Corbata, es un honor tenerte entre nosotros, esperamos ansiosamente ver tus creaciones.


Se despide: Prometeo

Hombres necios

jueves, 6 de octubre de 2011

"Hombres necios que acusáis 
a la mujer sin razón, 
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Opinión ninguna gana, 
pues la que más se recata, 
si no os admite, es ingrata 
y si os admite, es liviana.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?" 

          Redondillas, Sor Juana Inés de la Cruz. Fragmento




Es verdad que la mujer puede ser muy estúpida, que caemos tan fácilmente en la imaginación, la idealización del ser paterno en una imagen jovial. ¿Será que amamos demasiado? debe ser, para tener esa capacidad inigualable de resiliencia, y soportar traición tras traición. Primero es el propio padre, quien nos es infiel con nuestra madre. Después es el mejor amigo; prontamente el compañero elegido. Una traición también es la mentira, una traición también es una palabra hiriente, o una mirada amenazante; ¡una traición también es empujar al ser amado! (¿al abismo? ok no, esta vez no es una metáfora).

No creo que sea necesario agregar que te odio cada día más, que intento perdonar, pero llega otro día junto con un nuevo cuento sobre tu lengua malnacida. Ay, si yo pudiera volver el tiempo atrás juro que te daría razones para que hubieras actuado de víctima.
Cómo quisiera arrancarte esa máscara hipócrita que se te ha pegado tanto a la piel. ¡Como me gustaría reír mientras te descuartizo frente a todos!

BIENAVENTURADOS los que han descubierto la verdad, y a los que no, sólo puedo decirles una cosa: la confianza se gana con apoyo y lealtad, pero a veces también confundimos los aliados. Tal vez tienes razón, nunca fuiste parte de mi entorno. 

Deseo con todo mi corazón no volver a decir que todos los hombres son... hombres necios.

                                                  By V... 

El Limbo.

martes, 4 de octubre de 2011

Por: Prometeo


III


"Mi angelito de papel ¿ Vendrás esta noche a jugar conmigo? Tengo el alma impaciente, mirando por las ventanas de mi cuerpo, esperando a ver si se asoma el farolito de tu corazón..."

Siempre te recordare, oh dulce mariposa...



Voy a contarte una historia, amiga soledad, por favor, que tus silencios no te distraigan de esta peculiar historia, si muero pronto, quiero que tu al menos puedas recordarla, quizás así puedas evitar que este abrazo del alma caiga al olvido y deje de pasar, para siempre.


¿Importa realmente mi nombre a estas alturas? Sin nadie que lo pronuncie, no tendra sentido que este ahí. Finalmente es solo un papelito sobre mi, algo ajeno.

-No te vayas por las ramas, dejale el papelito puesto, a lo mejor algún Dios se acuerde ti

No lo harán, ellos están todos muertos, desangrando su conciencia en el charco de nuestra existencia, ellos ya no piensan, solo son pensados. No pierdas tu tiempo rezando, los Dioses ya no pueden oírte, solo te quedan los hombres, casi tan sordos como los Dioses.

Recuerdo, recuerdo que me llamaba Franz... ella... mi mariposita...





Hay algo aquí que no calza... Todo esta en su sitio, pero su sitio no pareciese ser el que tienen las cosas. Es como si ese orden, no fuera mas que la mascara de un caos, una pregunta con respuesta incoherente, un libro con la portada de la biblia, repleto en su interior de recetas de cocina. Quizás tengo la conciencia invertida, o quizá el mundo esta de cabeza.

Mi nombre es Antoine y tengo 24 años. ¿O ya son 25?

Son las 19:43. El atardecer es raro, es como que me asustase lo real que es. Siempre me han dado una sensación extraña los atardeceres rojos, como este, es como si el cielo se estuviese quemando...

Santiago, otra tarde mas me veo contigo a solas, en una de esas incomodas citas donde manda el silencio, un silencio desganado, como aburrido y cansado, donde nadie sabe bien si romperlo o guardarlo para evitar algo peor.
El río Mapocho es otra parte mas de tus desalientos, de tu cansado estar. Es un río exhausto de tanto correr, irrumpiendo en plena ciudad, como llamando desesperadamente alguna sonrisa y sin siquiera ser mirado. Cayo en la resignación, ya lo he notado. Los ríos saben mucho, han vivido mucho, sin embargo cuando alguien los mira solo ve agua en movimiento. ¿Quien no estaría deprimido viviendo en esa situación? solo eres agua en movimiento, solo eres un hombre.
Comparto en silencio su dolor, una regla entre los de nuestra clase es jamas romper el silencio. Si lo hiciéramos, dejaríamos de ser quien realmente somos o revelaríamos al mundo nuestra compleja cultura secreta, que ya nada distingue de países, regiones o incluso de personas o cosas. Estamos ahí, escondidos, a la sombra del mundo, en todas partes y nadie nos descubre, somos como el río, agua en movimiento, simples personas. Nosotros nos detectamos, nos olemos. Estamos juntos pero jamas nos topamos, nos conocemos, pero jamas hemos cruzado palabra, y jamas la cruzaremos.

-Pero ese día en el puente ¿fue diferente no?

Ese día el sol rojizo pegaba de lleno en la cara, iluminaba tanto que parecía encandilarme delicadamente. Me veía apoyado sobre el borde del puente, el rincón de la vereda, lo mas cercano al borde del camino, el sitio perfecto para quien no tiene prisas.
La calle siempre esta llena, siempre va gente de aquí allá, viajando en piloto automático, mas en el destino que en el camino. Me cansa verlos, siempre caminan tan aprisa que no puedo imaginarlos, no puedo acompañarlos, casi ni siquiera mirarlos.
Saco de mi bolsillo un cigarrillo y lo enciendo con un lustroso encendedor negro, de plástico.
-Yo no soy solo agua en movimiento...



-Así fue como rompiste la regla de oro, hablaste



-¿Disculpa?
Miro a mi derecha y me topo de lleno con el destello del sol. Pero esos eran sus ojos, color marrón, cualquiera diría que eran ojos corrientes, yo no lo intuía, lo sabia, eran los ojos de la eternidad, de la inexistencia, que me agarraban el alma y me la llevaban a algo parecido al recuerdo, la fantasía.
Su pelo, castaño ondulado, no demasiado cuidado ni demasiado abandonado.
¿Que debía decir? ¿Como podía no estropear este momento?



-Y fue así como paso, ese el error que jamas calculaste
-Y mas sorprendente aun, que tu, mIA, no hayas pensado en que esto podía pasar
-No me pidas tanto, parecías empeñado en echarlo todo a perder, fuiste el único que no se convenció de todo esto hasta el final

De pronto sus ojos decidieron lanzarse a nadar, y se empaparon de los míos. Se sumergieron en los rincones mas oscuros de mi existencia, cosas que hasta yo desconozco de mi, las profundidades del corazón, la conciencia y los recuerdos de recuerdos.
Derrotamos al tiempo, en esos 5 segundos se nos fueron años y años en la incertidumbre, la curiosidad y el misterio.

-Disculpa ¿Te conozco?

No es primavera, no entiendo muy bien como es posible que frente a nuestros ojos se cruzara una pequeña mariposa, revoloteando con aire casi místico. Ambos la miramos y fue como si hubiésemos tenido una revelación que iba mas allá de las palabras y cualquier proceso verdaderamente racional.

Ninguno de los dos dijo palabra alguna. Ella se acerco, como sin saber lo que hacia y me dio un abrazo. Me uní a ella sin complicaciones, era como si nuestros cuerpos ya estuvieran totalmente moldeados por nosotros mismos, como si hubiésemos estado abrazados toda la vida.
Creo que estuvimos así alrededor de 30 minutos, en silencio, aferrándonos el uno del otro, como temiendo que el mundo nos fuera a separar.

-Me tengo que ir...
-D... donde?
-Valparaiso, ahí es donde vivo, me queda poco tiempo para llegar al terminal...
-Te acompaño
-No puedes, esto no tiene sentido
Dio media vuelta, pero no camino. Se que no quería irse, al igual que yo. Estaba apunto de partir cuando pronuncie sin darme cuenta, las palabritas mágicas. Nadie entendería por que lo dije, solo ella y yo.
-Pero te amo.
Dio media vuelta, y me miro. Conocía esa mirada de antes, lo se.
Se acerco, me abrazo una vez mas y como para despedirse me beso. Por fin algo tenia sentido, algo calzaba, algo estaba en su lugar.
-Denisse, a ver si se te queda en la memoria
-Antoine...
-Hasta siempre Antoine...
-Hasta siempre Denisse...
Finalmente dio media vuelta y emprendió rumbo, luchando por no mirar atrás.


Van 3 meses de que paso eso, no volví jamas a verla ni a saber de ella hasta ahora.

Concierto de Tripas.


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